JOSE Mª BABOT VIZCAINO. Acabo de pasar por la calle Francisco Umbral de Majadahonda y enfrente de la parada del autobús esquina a Gran Vía, en donde está ubicada una guardería infantil, he visionado por enésima vez que lo que en un principio eran unas banderas ahora solo son trapujos viejos, sucios, asquerosos, guarros y llenos de podredumbre. Ya no se sabe qué son, de lo desvencijadas que quedaron. Y el alcalde Álvarez mantiene con gran orgullo, según parece, que al menos, hace un año se colocaron en sus mástiles, uno de ellos bien torcido, por cierto. Ahora dan verdadera pena mirarlas.


Babot Vizcaíno

Hace muy pocos días se dio la noticia en los medios informativos que se había detectado el virus de las mil trompetillas en aguas residuales. No me extrañaría que estos trapos, viejos ya por su total abandono para tenerlos limpios y brillantes, fueran nido del virus Covid 19. Por ahí pasan los niños, los cuidadores, la dirección del centro, personas andando, etc, etc… Y los cuales, en este centro y supuestamente en los demás donde deben estar, las banderas, presuntamente tan sucias y asquerosas como las de la calle Francisco Umbral en Majadahonda (ya que se debieron colocar en la misma época) han debido caer igualmente en el más mísero olvido.

Sabemos que Majadahonda está a niveles de infección bastante avanzada. Y si no se cuida por parte del alcalde Álvarez, sus palmeros del PP, y el partido que le sustenta (Vox), junto con esa izquierda rancia, cavernícola y destructora, nos vamos a ver más que confinados y en situaciones inesperadas. No entiendo por qué no se vigilan los posibles focos del virus. Y si no se hace, yo personalmente abocaré las culpas. Se pueden detectar infecciones a través de los posibles nidos en las banderas asquerosas que no se cuidan. Y es momento de recordar al alcalde Álvarez y a sus palmeros del PP, que se llenaron la boca al decirme por escrito que las banderas se lavaban cada tres meses, que eso es una mentira supina podrida.

Dice el refrán que «todo hombre que quiera mentir, gran memoria debe tener». Decirle al partido que le apoya en el Ayuntamiento (Vox) y al resto de las Concejalías que pululan por la corporación, junto con los directores, maestros y demás personal que allí trabajan, que sobre ellos caerá la culpa que pudieran tener por «infección» de las personas que transiten por la calle cerca de estas banderas. Y si son niños la gravedad es aún mayor. Según la política Rosa Díez, «si un gobernante oculta el número de muertos (que seguramente no es el caso) para ocultar su responsabilidad, no es vago, es malo». Señores del Ayuntamiento: ¡eliminen todo lo que puedan los posibles focos del virus Covid 19, empezando por los posibles nidos que, quizás, puedan estar ocultos en las consabidas banderas!

Majadahonda Magazin