Pablo Iglesias y el general Julio Rodríguez de Majadahonda

JOSE Mª BABOT VIZCAINO. Parece ser que, debido al virus de las mil trompetillas, España camina directa, y sin trabas, hacia una dictadura constitucional, según opinión de los juristas, ya que denuncian una suspensión de derechos fundamentales con el «estado de alarma» que nos han colocado. Arguyen y consideran que la implantación de esta alarma sobre su prórroga es un camino peligroso para el Estado de Derecho sobre el que se asienta nuestra nación. Ven en el Gobierno, según leo, algunos apuntes de violación de los derechos fundamentales que están escritos en nuestra Constitución. Parece ser que se empieza a hablar de miedo a una dictadura constitucional, en la que no se puede fácilmente distinguir entre los tres poderes: Ejecutivo, Legislativo y Judicial. Y alertan de la suspensión de las libertades de circulación, reunión o manifestación, junto con las limitaciones a las libertades de prensa y expresión.


Babot Vizcaíno

Si la ciudadanía, comentan, no se toma las cosas en serio y no reaccionamos a su debido tiempo sin dejarlo para el después o el mañana, estamos abocados a ello. Parece ser que una vez que se pasan los 15 días que consigna la Constitución, según se lee en los artículos de las personas eminentemente creíbles y doctas en estos asuntos, si el Parlamento no lo ratifica, el «estado de alarma» no debería prorrogarse y pasaría a estar en una situación muy peligrosa. Los entendidos dejaron muy claro a primeros de enero que el peligro era inminente. Sigue pareciendo, según los muy entendidos, que se está llegando a unas situaciones verdaderamente extremas y que es necesario que se nos planteen si van a seguir las prórrogas o no.

El peligro es llegar a una dictadura soberana, que todo se andará, estando dentro del Ejecutivo la extrema izquierda comunista, ya que esta clase de dictadura suprime la Constitución. Es decir, no se puede afirmar que estamos en una dictadura, sería una exageración, pero vamos camino de ella, y estamos en una muy grave crisis democrática provocada por un ataque a los derechos fundamentales, según dicen y escriben los doctos en esta materia. En resumen, que de lo que está escrito y dicho por los juristas, se desprende muy claramente que no estamos en un «Estado de Bienestar». Y que para obtenerlo, los españoles hemos de estar más que convencidos que este sistema de Gobierno no nos hace ningún bien y, al contrario, sí pudiera hacernos muy malos males.

Majadahonda Magazin