CRESCENCIO BUSTILLO. ¿Que cómo era físicamente mi padre Rufino Bustillo? Era un hombre alto, fuerte, ni moreno ni rubio, con un pelo fuerte y espeso que empezaba a plateársele, sobre todo por las sienes. Tenía unas manos amplias, de dedos muy largos y los pies eran grandes llenos de ‘juanetes’ que le molestaban con cierta frecuencia. La cabeza más bien grande, de orejas pequeñas, frente ancha y despejada, ojos castaños de mirada noble, nariz regular y respingona, mentón pronunciado, firme, barba cerrada, boca regular y dientes pequeños pero firmes. Le gustaba mucho el comer, comer bien si podía ser, así como el fumar, que muchas veces encendía un cigarro con otro. Pero en cambio la bebida no le decía nada, bebía su vino normal en las comidas y los licores se limitaba a probarlos y dar su opinión…



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