Brazos en alto en el mitin de Vox en Majadahonda

JOSE CARLOS NAVARRO. Quería escribir estas líneas en el Magazin de Majadahonda para contar como el único partido que se ha saltado el confinamiento sanitario y ha celebrado un mitin en Majadahonda ha sido Vox. Lo vi con mis propios ojos, como también presencié como se saludaba a sus candidatos con el «brazo en alto«, típico saludo fascista que creíamos desterrado de la España Constitucional desde los tiempos de la transición. Ahora vuelve y con enormes posibilidades de incluso gobernar en coalición con el Partido Popular. También quería recordar que el único incidente racista que se ha producido en esta campaña de Majadahonda lo protagonizó un simpatizante de Vox o PP (y que así lo hace constar en su perfil), cuyas iniciales son R. G. L., que increpó en las redes sociales a un un inmigrante en Majadahonda con estas palabras: «Infórmate antes de decir sandeces. Ve a llorar a tu país de origen a ver que te dan. Os quejáis de vicio, a ver si os tratan igual allí que aquí. Si no, te lo cuento yo como se vive en vuestros países». Su airada reacción provocó la solidaridad de otros vecinos con la víctima así como los reproches de otros testigos de la conversación que intervinieron en ella.


Jesús García Barcala

JESÚS GARCÍA BARCALA. Hace ya tiempo que había pensado en este artículo, pero una conversación con un amigo me ha empujado a no dilatarlo más. La charla versaba sobre el supuesto origen romano del saludo nazi, y es un tema que tocaré hoy, pero aprovecho para examinar más a fondo los diferentes tipos de saludo nazi, y sus orígenes. Como todos los regímenes totalitarios, desde la antigüedad hasta el presente, el Tercer Reich de los nazis dio mucha importancia a la propaganda y a los símbolos. Hitler y Goebbels, el Ministro de la Propaganda nazi, o sabían, y no escatimaron esfuerzos para promoverlos e imponerlos. Ya vimos en otro artículo como Hitler adoptó un símbolo de la antigüedad, la esvástica, para su movimiento. Algo parecido hizo con el saludo nazi, cuyo origen muchos achacan a los romanos. Dicho origen, sin embargo, es discutible y de eso precisamente quiero hablar. Cuando hablamos de saludos nazis, generalmente nos referimos a dos tipos, al gesto de levantar y extender el brazo, y al uso de la palabra ¡Heil! Ambos tienen supuestos orígenes romanos, del primero no hay evidencia, del segundo sí.


El cuadro de «El juramento de los Horacio»

Desde muy joven creí, como muchos, que los romanos saludaban levantando el brazo a la manera de los nazis. Fue un profesor quien me abrió los ojos, sugiriendo que no existía ninguna evidencia visual o escrita de que los romanos hicieran tal saludo. “Es verdad” decía, “que hay muchas pinturas modernas, y sobre todo películas, en las que vemos a los romanos haciendo dicho saludo, pero son modernas”. En aquel entonces mencionó una pintura, que tuve que buscar en Wikipedia, que fue la primera en la que se muestran a romanos con la mano levantada y extendida. Se trata de la obra del francés Jacques-Louis David, “El Juramento de los Horacio”, de 1784. En dicho óleo se puede ver a los hombres de la familia con el brazo levantado y erguido y con la palma hacia abajo, a la manera del saludo nazi.

El saludo nazi en las escuelas alemanas

El problema es que, como decía mi profesor, no existe ninguna imagen o texto de la Antigua Roma que muestre o describa dicho saludo. Los que defienden dicha teoría, suelen llamar la atención a una de las placas de la columna de Trajano, en la que se ve a un puñado de soldados con la mano levantada saludando a su emperador. Pero, si nos fijamos bien en dicha imagen, el gesto no es el mismo que usaron los nazis dos milenios después. Tienen la mano levantada, sí, pero no completamente extendida, y sin sostener la palma hacia abajo. Es más bien el mismo gesto que puede hacer cualquiera para saludar. Además, insisto, es la única instancia de algo parecido al saludo nazi que hemos encontrado en la Antigua Roma.

El puño en alto en el Congreso

Otro saludo similar, por no decir idéntico, es el llamado Saludo Bellamy, por el Secretario de Educación estadounidense Francis Bellamy. Ideado por el periodista James B. Upham para acompañar el juramento de lealtad a la bandera, el Saludo Bellamy era una copia del ya conocido como “saludo romano”. Durante la Segunda Guerra Mundial, el Presidente Roosevelt ordenó que se cambiara por el actual gesto de llevarse la mano al pecho. Los nazis lo mancharon todo. Conclusión: El saludo nazi no es de origen romano, pero sí se inspiró en un saludo que se creía romano. Los fascistas italianos lo adaptaron, copiando su uso al nacionalista Gabriele D’Annunzio, y este a su vez lo tomó de la cultura popular en referencia al poder y el señorío romano. Los nazis, a su vez, se lo copiaron a los fascistas, y pronto hicieron el saludo obligatorio en la Alemania nazi. En cualquier caso, sólo un gesto, pero uno que en muchos países está prohibido, como muchos otros símbolos de los nazis. Eso sí, el puño en alto sigue muy en boga… Lea el artículo completo en Ciencia Histórica. com

Las fotos inéditas del mitin de Vox en Majadahonda saltándose el confinamiento

 

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