MARIANA BENITO. San Valentín, una festividad anual que conmemora el Día de los Enamorados, se celebra este martes 14 de febrero (2023) y en todo el mundo es una ocasión especial para regalar flores a la pareja o amigos como símbolo de amor y amistad. La sorpresa ha sido que el conocido cantante David Bustamante, que vive en Boadilla del Monte, ha decidido visitar la tienda de su amigo Edwin Peña Loachamin, un pequeño empresario y autónomo procedente de Ecuador que emigró para intentar abrirse paso en España con su emprendimiento. Y se ha dejado fotografiar con sus compras de flores: «Nos visita David Bustamante para encargarnos el regalo del día de San Valentín. Este fin de semana abrimos el sábado y el domingo para que podáis realizar vuestros encargos de San Valentín. Muchas gracias David por tu visita y tu fidelidad. Feliz Día de los Enamorados«, ha escrito Edwin Peña en su red social. El comerciante de flores tiene dos pequeños establecimientos en Majadahonda (Floristería Enebro, calle Santa Ana 28, teléfonos 628062668 910834963) y Villanueva del Pardillo (Flor Narín, calle Nelson Mandela 19 Floristería Enebro de Majadahonda, calle Santa Ana 28. Teléfonos 628062668 916395750 y 618624405″ y realiza servicio a domicilio en toda la Comunidad de Madrid.

Pocos recuerdan ya que la Festividad de San Valentín procede de una fiesta pagana dedicada a la fertilidad que se celebraba en Roma y se llamaba Lupercalia. Eran las Fiestas Lupercales del 14 de febrero, ya que su nombre derivaba de «lupus» por el animal que representaba al dios Fauno en forma de lobo. Todo comenzaba con una «procesión» en la que según un pasaje narrado por el historiador Tácito, primero se elegía entre los miembros más ilustres de la ciudad a una congregación especial de sacerdotes, los llamados «Lupercos«, que realizaban un rito iniciático sobre los jóvenes «faunos» romanos y estos realizaban los 14 de febrero: era una procesión carnavalesca desnudos o en paños menores «cuyos gritos, cantos y bailes llegaban a ser obscenos«. En el recorrido, las mujeres se prestaban a ser golpeadas simbólicamente con látigos hechos de piel de cabras y perros, mojados en la misma sangre de estos animales, ya que creían que este ritual les otorgaba fertilidad.

El papa Gelasio I condenó en el año 494 la celebración pagana de las lupercales. durante el periodo del emperador Anastasio I porque «únicamente la vil chusma participa«.​ El Senado protestó con el argumento de que las lupercales eran «fundamentales para la seguridad y el bienestar de Roma», a lo que Gelasio respondió con desprecio: «Si ustedes aseguran que este rito tiene beneficios para la salud, celébrenlo entonces a la manera de nuestros ancestros: corran desnudos, ustedes pueden escenificar muy bien la farsa». Finalmente Gelasio I prohibió a los cristianos la celebración de la Lupercalia e instauró el 14 de febrero como día de la fiesta de san Valentín, hecho que ha perdurado hasta nuestros días abandonando el pueblo gradualmente la más desenvuelta y atrevida celebración de las Lupercalias.