J. FEDERICO MTNEZ. El entrenador del Rayo Majadahonda, Julián Calero, ha reconocido tras la derrota contra el Celta B en casa que había oído los cánticos de la afición pidiendo su salida del equipo que «los cánticos son normales en situaciones de crisis de resultados como es esta en los que no terminan de llegar» y admitió que «normalmente el epicentro de todo es el entrenador, es lógico y normal: la gente se expresa y yo lo respeto». Calero mostró signos de desánimo, ya que «a veces el futbol es como un calcetín: se da la vuelta y no hay forma de que te dé la cara. Y este es el caso que estamos viviendo ahora mismo». Calero, que apareció con una camiseta con la leyenda «Guess» (Adivinar) y «Los Angeles», parecía encaminar su destino a los designios del cielo, ya que también pareció aceptar que el equipo se le ha desmoronado, ya que registra los peores números de toda la liga en la segunda vuelta: «los entrenadores tenemos que estar preparados para esto, para que nos canten, para ser el epicentro y para en el caso de victoria estar aislados, es la realidad del entrenador y no podemos quejarnos de esa situación». Incluso llegó a aceptar que tras 27 partidos no logra enderezar la nave: «Nos viene sucediendo durante toda la temporada pero esta vez en una acción increíble, con un saque de portería nuestro hemos vuelto a encajar un gol» en la meta del bisoño Jagoba Zárraga.

Por parte de los jugadores salió a la rueda de prensa el defensa central Charlie Dean, que transmitió la misma sensación de funeral en el vestuario: «Tenemos muy mala dinámica, cada error se paga mucho y cada vez que tenemos una ocasión no la estamos metiendo, tenemos que empezarnos a mirar a nosotros mismos«. Esa mirada introspectiva se dirigió al vestuario pero sin querer señalar al entrenador, aunque dio a entender que se arrastra durante toda la temporada y ahora se ha agravado: «Al principio de liga pasaba en un área y ahora pasa en las dos y eso es lo que está pasando en la segunda vuelta. En la primera vuelta no metíamos gol pero estábamos fuertes atrás, no te metían tanto y sacábamos puntos, pero ahora no está siendo así». Por último, el corajudo Charlie Dean reconoció que «el vestuario está tocado, «jodido» como se dice». Y lo peor es el pesimismo porque ya quedan solo 11 jornadas de liga y al futbolista se le agotan los tópicos: «ya hace tiempo que vamos a muerte, pero la dinámica es mala«. Y por primera vez flaquean las convicciones para alcanzar el 4º puesto de play off: «No vamos a decir que no vamos a llegar pero sí decir que vamos a luchar hasta el final». ¿Con Calero o sin Calero? La decisión, este lunes 1 de marzo (2020).