SONIA BLUE. El cardiólogo Ignacio Fernández Lozano, jefe de sección de la Unidad de Arritmias del Hospital Puerta de Hierro-Majadahonda, ha asegurado que el portero Iker Casillas esquivó una enorme tragedia. «En el fondo Iker ha tenido suerte, porque se ha evitado una de las complicaciones más terribles del infarto agudo de miocardio, que es la muerte súbita», declaró el galeno a ‘El Mundo’. A punto de cumplir los 38 años, el futuro deportivo del guardameta es una incógnita. «Ahora le esperan tres meses en observación y luego un año de tratamiento», anuncia el doctor José María Castellano, cardiólogo del HM CIEC (Centro Integral de Enfermedades Cardiovasculares). «En un caso así, sobre un deportista de élite, siempre surgen dos preguntas. ¿Cómo puede suceder un infarto a una persona de tan bajo riesgo? ¿Y qué futuro profesional le espera? La primera nos obliga a los especialistas a investigar a fondo, siempre desde la sorpresa de encontrarnos ante jóvenes que llevan años con un régimen de vida alejado de factores peligrosos, como el tabaco, el alcohol o el sedentarismo», apunta Castellano, que advierte de los riesgos para un futbolista profesional. «Iker tendrá que estar tres meses como mínimo bajo observación y luego un año en doble tratamiento antiplaquetario, con un medicamento que ya tendrá que tomar para siempre. El riesgo en estas circunstancias es que un mal golpe pueda provocar un excesivo sangrado. Por eso recomendamos, al menos en el primer año, evitar los deportes de contacto».


Desde el Hospital Universitario Quirón, la doctora Esther Merino señala los pasos a seguir ahora por Casillas. Ella, como especialista en rehabilitación cardíaca, incide un aspecto importante: «La atención psicológica ayuda a entender lo que te ha pasado y a superar miedos futuros. También, en el programa de recuperación, el paciente de formarse en autocuidados». En los próximos tres meses, Casillas será sometido a pruebas para descartar posibles arritmias y riesgos futuros. «Y en función de los resultados, se le dará un consejo respecto a su carrera», según Merino. El doctor Pedro Manonelles, presidente de la Sociedad Española de Medicina del Deporte, afirma en El Heraldo que «para que suceda una muerte súbita, que es lo que podría haber pasado con Casillas, la persona tiene que sufrir una patología. Una persona sana, salvo situaciones de deshidratación o golpes de calor, entendemos que tiene que padecer una enfermedad previa. Lo que ocurre es que a veces es muy difícil de diagnosticar y se descubre la patología a posteriori», comenta. Por su experiencia en este ámbito, el presidente de la Sociedad Española de Medicina del Deporte asegura que las causas más frecuentes que provocan una situación de esta naturaleza a la edad de Casillas suelen ser patologías previas, problemas congénitos y la cardiopatía isquémica. A este especialista le extraña que no se hubiera diagnosticado antes una patología cardíaca previa que pudiera haber influido en el estado actual del deportista. «No es frecuente. Aunque es verdad que en Medicina la exactitud y el 100% no existen. Que pueda volver o no es una incógnita. Aunque las probabilidades de partida probablemente sean pocas, no diría categóricamente que no pueda jugar…», se arriesga a decir Manonelles, que insiste en que por lo que se ha oído en los medios, la lesión del futbolista ha sido en la arteria coronaria derecha, que en comparación con otras es «de poca magnitud».

Sara Carbonero junto a Iker en el hospital

«Si es así, explica la buena evolución que tiene y eso podría dar que pensar en si hay alguna posibilidad de retornar la práctica deportiva, pero es precipitado ahora mismo decirlo. También hay que valorar la edad del futbolista. Iker Casillas está en el último tramo de su carrera -a lo mejor eso puede llevarle a tomar la decisión de decir: ‘no me voy a arriesgar, ya lo he hecho prácticamente todo'», sentencia este doctor. Si con los datos que proporciona esta exploración hay alguna «sospecha» de alguna circunstancia de riesgo, en función de lo que se apreciara este especialista indica que sería aconsejable una prueba de esfuerzo o cardíaca. «En un deportista profesional es mucho mayor. Probablemente hay que hacer también una ecografía anual. Quién lo hace y quién no, no lo sabemos a ciencia cierta, porque solamente existe obligación en Italia y en los ciclistas profesionales, a los que la Unión Ciclista Internacional (UCI) obliga a hacer un control anual de estas características», precisa Manonelles. En otros deportes, el presidente de la Semed dice desconocer que exista esta normativa, si bien manifiesta que hay una gran «variabilidad» entre países. «No hay una norma internacional de aplicación… Y habría que empezar por las nacionales. Mañana tengo una reunión del Comité y ya me gustaría que pudiéramos tratar esto. Estamos muy lejos de la posibilidad. Lo que se puede avanzar en un país está a años luz de lo que ocurre en otros», asegura a El Heraldo.

Majadahonda Magazin