JULIA BACHILLER. La Misión de Cáritas Parroquial Santa Catalina Mártir de Majadahonda es acoger y trabajar desde el compromiso de la comunidad cristiana con las personas en situación de exclusión y riesgo social, acompañando e interviniendo de forma integral para que éstas sean protagonistas de su propio desarrollo. Esto sería nada más que una definición, pero mi interés es otro y es el que muchos de nosotros podemos tener: conocer cómo actúan en Majadahonda. Para ello concertamos la cita un lunes, ya que ellos prestan su ayuda los martes por la mañana y los miércoles por la tarde, días en los que la afluencia de gente necesitada es tal que habría sido imposible que me atendieran.


Lourdes, Sagrario y Agustín son tres de los voluntarios que trabajan para Caritas, y a los cuales agradezco su atención, sus explicaciones y su tiempo para dar respuesta a mis preguntas. Es conveniente explicar que cada parroquia tiene su despacho de Cáritas, de esa forma facilita su labor. Cáritas Santa Catalina atiende a las personas empadronadas en esta zona. Aquí colaboran como voluntarios en Acogida 4 personas, en Administración 2, en Alimentos 2, en Bolsa de Empleo 1 y en Visitas a domicilio 1. Y no hay que olvidarse del grupo encargado del Ropero que se encuentran dentro del despacho parroquial. Y hay que advertir que las familias españolas de Majadahonda que piden ayuda se han duplicado.

¿En qué consiste vuestro trabajo?
–Nuestro trabajo consiste en orientar, escuchar y conocer las necesidades de estas personas. Lo primero y más importante es que en caso de inmigrantes tengan sus papeles en regla, y descartar que su procedencia pueda ser de modo ilegal, en ese caso nos veríamos obligados a dar conocimiento de ello a las autoridades. También contamos con asesoramiento jurídico en temas de extranjería.

¿De dónde proceden las ayudas que prestáis?
Los alimentos llegan por la Operación Kilo, que cada 2º domingo de mes realizan los voluntarios por supermercados como Ahorramás. Cuando alguno de sus productos se acerca a la fecha de caducidad lo retiran y ellos se encargan de avisar a las familias para entregarlo inmediatamente antes de que caduque. Y por último están en contacto con distribuidores que ante un exceso de mercancía avisan y acudimos  a recogerla por nuestros propios medios. La ayuda económica llega a través de algunas personas que hacen donaciones económicas importantes y otras que aportan donativos a través de la parroquia. La ropa procede también de personas que la entregan directamente al ropero, lo que no evita en muchos casos tener que realizar la limpieza y el arreglo de muchas de las prendas.

¿En qué consiste su Bolsa de Empleo?
–Son puestos de trabajo relacionados con el servicio doméstico. La persona que lleva este departamento hace un seguimiento tanto de las personas que recomiendan para cubrir estos puestos como del trabajo a realizar y la remuneración de dicho puesto. Una labor bastante importante, ya que conseguir un puesto de trabajo evita a muchos tener que acudir a recibir más ayudas. En un año hemos tenido un porcentaje de colocación del 21,5% de las personas inscritas. Hasta la mínima ayuda que presta va reflejada y contabilizada, nada puede perderse ni faltar.

En algunas ocasiones cuando las cosas se nos entregan gratuitamente podemos llegar a acostumbrarnos a esa dependencia ¿Cómo evitáis estos casos?
Todo se lleva reflejado por familias, con fechas de entrega y productos entregados o ayudas prestadas. En caso de que esta situación se vea prolongada se estudia el caso, se habla con la persona en cuestión… Hay veces que incluso visitamos su domicilio, se valora la situación y se les ayuda a encontrar un empleo. En caso de personas mayores no podemos negarles esa ayuda. Destacaría que hay ocasiones en las que la asistente social del Ayuntamiento, lugar al que primero acuden estas personas necesitadas, se encuentra con casos tan extremos de necesidad y urgencia que remite a estas personas o familias directamente a Cáritas para que reciban esta ayuda inmediatamente, labor que ellos no pueden realizar por la demora en la tramitación de los expedientes ( 2 o 3 días), importe que luego les abonan. Y hay que advertir que las familias españolas de Majadahonda que piden ayuda se han duplicado.

Majadahonda Magazin