MIGUEL SANCHIZ. Esta entrevista con Carolina Portillo, directora del Café-Boutique Mínimo de Majadahonda, se publica en «Gente Maja que se Moja» como regalo de Navidad 2023: «Bienvenidos al Café-Boutique Mínimo, el primer rincón íntimo de Majadahonda, y el pionero en la Comunidad de Madrid. Sumérgete en una experiencia única en un espacio encantador y elegante con un aforo exclusivo para 19 personas», sería el anuncio ideal de este coqueto negocio hostelero, al que felicitarnos por tener en Majadahonda a jóvenes emprendedores que hacen frente al futuro con determinación y buen gusto. Y es que desde el lanzamiento de este curioso Café-Boutique situado al final de la Gran Vía majariega, destacan algunos logros notables o momentos significativos que han marcado su historia y que Carolina Portillo cuenta: «Recuerdo que una de nuestras clientas se sentía tan a gusto en nuestro café que decidió celebrar su boda aquí. Un brunch para su familia. Quedaron encantados. Los brunch son otra de nuestra especialidad muy demandada por nuestros clientes. También nos han elegido para otras celebraciones familiares: bautizos, cumpleaños, despedidas de soltera. Nos han escogido como escenario para realizar shootings para catálogos: (Mi vestido de comunión), entrevistas (Begoña Villacís, nuestra fotógrafa favorita Alba), presentaciones de libros (Mª Angeles Espartal, Juan Llopis...). Quisimos que Mínimo Café también fuera un lugar con alma y vida y nos pusimos manos a la obra impulsados por nuestro queridísimo Antonio Bellido (ya fallecido) para organizar charlas inspiradoras, un taller de escritura… También alguna pequeña exposición de pintura, conciertos de jazz, talleres de coronas florales, bolsos de ganchillo o sesiones de coach y crecimiento personal o gimnasia facial».
De todo esto hablamos con Carolina Portillo, licenciada en Derecho y compañera del inventor de «Cuello Mínimo«, que es quien regenta el Cafe-Boutique. Y es que en Mínimo se enorgullecen ofrecer una selección exquisita de delicias dulces y saladas, destacando el pan artesanal y la auténtica empanada, gallegos, elaborados con esmero en Galicia. Además de deleitar tu paladar, en Mínimo también cuidan de tu estilo. Y allí se descubre el Cuello Mínimo, una prenda patentada y exclusiva a nivel mundial, diseñada con pasión por el propietario. Este accesorio único añade un toque de distinción a su vestuario y está disponible para su adquisición en este acogedor espacio. Su atención personalizada es su prioridad, creando un ambiente donde cada visita se convierte en una experiencia inolvidable. Por eso te invitamos a descubrir un encanto único en Majadahonda a través de esta entrevista.
¿Cómo se ha integrado la experiencia del Café con la exclusividad del Cuello Mínimo?. –Lo que inicialmente fue concebido como un espacio único y exclusivo para albergar el Cuello Mínimo, cobró tal protagonismo, que los cuellos pasaron inicialmente desapercibidos por muchos clientes. Cuando montamos el café quisimos plasmar el ambiente y la decoración de esos pequeños y encantadores cafés europeos, coquetos y acogedores. Un lugar donde tomarse un té ó un café se convierte en una experiencia, un momento de desconexión. Una frase muchas veces repetidas por nuestros clientes era «este lugar tiene muy buena energía». Una vez más, tocó hacer pedagogía y explicar que los cuellos no formaban parte de la decoración sino que se trataba de una prenda que se podía adquirir, y les explicábamos su utilidad. Entonces, abrían los ojos como platos y exclamaban: «¡Es una idea genial!». Muchos clientes, que al principio sólo venían a tomar café, acababan comprando el cuello para ellos e incluso para regalarlo a familiares y amigos y cada vez que entraban por la puerta tan elegantes con sus cuellos nos hace muchísima ilusión. La verdad es que el cuello realza cualquier look y favorece muchísimo a quien lo lleva.
¿Cómo surgió la idea del Cuello Mínimo y quién fue el inventor de esta prenda exclusiva?. –La idea partió del padre de mi pareja, May Comas, un hombre elegante y amante del cuello vuelto. Tenían una empresa familiar dedicada al mundo de la moda: «Mínimo» y un día, se le ocurrió la idea de llevar el jersey de cuello vuelto (su prenda favorita) al mínimo, consiguiendo una vestimenta original, muy práctica y única, asociada a su marca. Como licenciada en Derecho y compañera del creador del Cuello Mínimo, ¿cómo ha sido tu participación en el desarrollo y éxito de este accesorio único?. –Desde el momento en que May, mi pareja, me contó el proyecto, me pareció una idea genial. Yo misma soy amante del cuello vuelto, pero muchas veces no lo utilizaba porque me agobiaba en lugares cerrados o me resultaba incómodo debajo de otras prendas. He vivido el nacimiento y desarrollo de la prenda, su evolución hasta su diseño definitivo, la elección de las hilaturas que mejor se adaptaban, buscando siempre la suavidad y el confort. El peregrinaje en búsqueda de fábricas donde confeccionaran la prenda con el patrón perfecto (algo complejo a pesar de su aparente sencillez, al estar hecha en una pieza y sin costuras). La elección de los colores, el packaging etc… Empezamos a vender y exponer la prenda en mercadillos y pop ups. Fueron jornadas agotadoras, montando y desmontando stands, explicando una a una a todas las personas que acudían, en qué consistía el cuello mínimo. He intentado apoyar, acompañar y animar a May en los momentos más duros, cuando surgían las dudas, los problemas, superando los obstáculos a nivel de logística, liquidez, o distribución comercial a lo largo de estos 2 años hasta llegar al momento actual. Próximo y último capítulo: «Aspiramos a ser un lugar de referencia». (Continuará)
Me ha gustado la descripción del café y ya lo tenemos en mente para visitarlo y probar su brunch. Como siempre bien “Gente maja que se moja”
Entrevista encantadora, instructiva y muy interesante en suma.
Esperamos que Mínimo siga creciendo, si no en espacio si en su número de clientes.
Ya es un referente en la Gran Via.
Gracias por ayudarme a descubrir Majadahonda mi próximo descubrimiento será Mínimo Lo del brunch es muy atractivo