catalaFEDERICO UTRERA. Una moción del PP que pedía el “rechazo a la independencia de Cataluña y apoyo a las instituciones del Estado” desencadenó en el pleno del Ayuntamiento de Majadahonda el debate más duro, hiriente y a la vez, interesante, en lo que llevamos de legislatura. Lo de menos fue el resultado de la votación (A favor PP, Cs y PSOE, en contra IU, Abstención: Centristas y Somos). La singularidad estuvo en que los intervinientes no tuvieron pelos en la lengua, ni catalana ni española. Y mientras en los cines de Majadahonda la película «8 apellidos catalanes» arrasa como los 8 apellidos vascos, en el pleno hubo menos humor y se palpó la crispación pre-electoral.


Captura de pantalla 2015-11-24 a las 11.55.17Desenfundó tímidamente Mercedes Pedreira: “Si los que saben de este tema no encuentran solución, ¿como la vamos a encontrar en Majadahonda?”, se preguntó. Y añadió: “A mí no me han votado para que discuta sobre Cataluña en Majadahonda, no es el lugar”. Santana (IU) elevó el tono para recordar que la moción se presentaba “a un mes de las elecciones” para ocultar la corrupción y el desempleo: “CiU y PP se intercambian favores: votan juntos la reforma laboral y se tapan los casos Pujol, ITV, Púnica, Gürtel, Bárcenas… la gran patria es Suiza”.

Alberto Moreno

Alberto Moreno

Alberto Moreno (Somos), diplomático de origen catalán, saludó en su lengua materna y dijo que el PPes el que más ha trabajado por la independencia de Cataluña”. Agregó que la moción quizás fuese “una ocurrencia marianista” que desaparecerá el próximo mes. Fue entonces cuando Elisa Piñana (PSOE) estuvo perspicaz al recordar la diferencia del filósofo Ortega y Gasset entre “pensamientos” y “ocurrencias”. La intervención más esperada fue la de Silvia Rey (Cs), que dejó helados a los bancos del PP: “su moción es oportunista y electoralista, nosotros somos reformistas, incluyendo a la Constitución, y el debate no son los derechos de los territorios sino de las personas”.

Manuel Ortiz (PP)

Manuel Ortiz (PP)

Pero entonces Manuel Ortiz (PP) usó el turno de réplica como una ametralladora donde solo dejó a salvo a Ciudadanos: a la pobre Mercedes Pedreira, que apenas había abierto el pico, la descerrajó la primera, reprochándole su inhibición: “se empieza pidiendo el voto por los intereses de Majadahonda, luego los de tu urbanización y se termina defendiendo solo los de tu casa”. El siguiente en recibir fuego graneado fue Juancho Santana (IU): “cuando IU pague los 2 millones de euros que debe a Hacienda, me da lecciones de corrupción estatal o municipal”. Después le tocó el turno a Alberto Moreno (Somos): “¿electoralista? Uno de los responsables es usted, que colaboró con aquel Gobierno catalán que ordenó que hasta las lápidas solo se escribieran en catalán”. A la socialista Elisa Piñana le contrapuso los “noes” de Rajoy a los “síes” de Zapatero (la concejala había utilizado antes erróneamente el plural “nos”).

Captura de pantalla 2015-11-24 a las 10.04.50Hubo que esperar al siguiente debate para evaluar los efectos de la catástrofe. Pedreira se sintió “insultada” y “descalificada” y es cierto que en concejala tan férrea la intervención-apisonadora de Ortiz le turbó y estremeció hasta casi la lágrima. El resto optó por el silencio. Eso sí, en la siguiente votación, todos los grupos votaron una comisión de investigación en Urbanismo que averigüe qué funcionario o político actuó negligentemente al autorizar obras en el ya célebre edificio del Bulevar Cervantes que incumple todas las normativas y puede dar lugar incluso a una indemnización municipal por su permiso previo. El concejal Riquelme (PP) palideció repentinamente. Majadahonda entraba en la política de altura y con mayúsculas, donde los cuchillos se utilizan para almorzar y desangrarse bajo la mesa sin perder la sonrisa ni la compostura. Y, claro, la investigación fue aprobada por unanimidad. De cine.

Majadahonda Magazin