Vuelve la huelga de autobuses a la zona Oeste de Madrid, esta vez con la empresa Larrea, pero la que antes tuvo lugar con los autobuses de Autoperiferia, empresa que cubre varios trayectos a su paso por Majadahonda y que tantas molestias ha ocasionado a los habituales usuarios que carecen de coche o renuncian a usarlo para ir a Madrid, ha traído resaca en las redes sociales. Luis‏ (@luismenda98), estudiante de Periodismo de la UCM y jugador del Abantos FS, se pregunta: «Huelga de autobuses, la gente se queja. Huelga de profesores, a la gente le parece bien aunque se la suda. ¿Por qué una cosa sí y otra no?». Por su parte, Fredricksen‏, que tiene por lema «el esfuerzo no se negocia. Nunca dejes de creer», añade: «que no os engañen. No era por mear, ni por los cinturones o vuestra seguridad. Era por pasta y condiciones laborales» y menciona el párrafo del acuerdo entre conductores y empresa que alude al aumento de los pluses.  Todo lo contrario que Aurora‏ (@aaurora7), «amante de los animales y el planeta, nuestra casa», que da «la enhorabuena a los que lucharon» por alcanzar  las reivindicaciones de los conductores y recrimina «a los pelotas» a los que les recuerda que «disfruten de lo conseguido por los demás».


Por su parte Ana Toribio‏ (@AnaToriPe) advierte: «En las líneas de bus a Majadahonda un día habrá una tragedia. Autobuses llenos hasta los topes sentados y de pie hasta la puerta». De hecho, hay días y horas punta en las que la saturación es colosal, pero no hay ningún estudio que logre concretarlas o preveerlas con cierto rigor más allá de las apreciaciones subjetivas o personales. Desde «Contigo Por las Rozas» han elaborado también un reportaje en el que aluden a Majadahonda: «Los autobuses comienzan y terminan en zonas descampadas o no comerciales y no hay acceso a baños públicos. Las líneas que conectan con Madrid al menos tienen el intercambiador de Moncloa que cuenta con baños públicos. Sumando la falta de tiempo de la plantilla para el descanso “una jornada de más de 9 horas con menos de 10 minutos de descanso”, por lo que el tiempo de los recorridos se recorta y aumenta la velocidad. Esta situación está generando situaciones `surrealistas´», señala.

Y concluye con una declaración: “Me da vergüenza, parar el autobús y bajar en un parque a hacer mis necesidades”. La hace una mujer que conduce el autobús porque «entre ellas se han llegado a preguntar, ¿cómo vas al baño? y la respuesta ha sido “me busco la vida”. Algunas han llegado a adquirir un dispositivo urinario femenino que permite hacer pis de pie, porque sus necesidades las tienen que hacer al aire libre. Otras aún no han abandonado las bolsas de plástico. Hay zonas perjudicadas por la práctica del `W.C al aire libre´ como la Avenida de España, La Marazuela, El Cantizal, El Golf o cerca del Carrefour, entre otros. Incluso describen lugares como “está peor que una área canina”. Se han dado ocasiones en las que han tenido que parar el autobús con viajeros―si incurren en infracciones de tráfico los trabajadores tienen que pagar la multa de su bolsillo―y se esconden detrás de algún tipo de vegetación que les cubra.

Los conductores advierten que no se puede conducir en estado de crispación por riesgo de accidentes

Torrelodones Info señala que la huelga en Larrea tiene motivos para los conductores: «a pesar de que desde el Consorcio de Transporte se anunció el refuerzo desde el pasado 6 de febrero de varias de las líneas afectadas; los trabajadores citan entre las causas de la huelga los «incumplimientos de la empresa», que derivan en enfrentamientos entre los conductores y los viajeros. Según ellos, la empresa ha hecho un plan de producción y no tiene autobuses para cumplirlo. Al llegar los autobuses completos en determinados horarios cuando la gente sube, al no haber sitio y no estar permitido viajar de pie, les piden que bajen; pero hay gente que no se quiere bajar, para no llegar tarde a su destino. Aseguran a algunas veces, aunque bajen, los siguientes también vienen llenos. Esto afecta, dicen, no solo a los usuarios, sino también a los conductores que tienen que conducir en estado de crispación. También enumeran los «recortes salariales y pérdidas de derechos (pluses, etc.)», o el tipo de contratación (contratos de media jornada y pocas horas), como causas para las medidas de fuerza convocadas».

Si Julio Mateo es el presidente del Comité de Empresa de Larrea, Esteban Pascual, también del sindicato de UGT, señala como ejemplo que «hace tiempo el Ayuntamiento de Brunete cedió el uso de un baño externo en el cementerio de la localidad. Insiste en que hay ideas y soluciones posibles». Sin embargo apunta que es un problema generalizado el que se `olviden´ del baño para los conductores, “algunas compañías lo resuelven parcialmente y otras muchas no lo toman en cuenta”. Asumir como `normal´ esta situación es inaceptable. La pregunta es si alguien va a hacer algo. En el escenario hay tres actores responsables de la calidad de esta concesión de servicio público: la empresa, los Ayuntamientos y el Consorcio Regional de Transporte», concluye. (Seguir leyendo) Pero no todo fueron comprensiones, como muestra este airado vecino de Las Rozas:

 

Majadahonda Magazin