INÉS VERDEJO / MARINA DE LA CRUZ (AGENCIA EFE). Para sorpresa de muchos vecinos, desde este lunes 2 de noviembre (2020) se han sumado a las áreas sanitarias ya antes confinadas en la Comunidad de Madrid las zonas de Barrio del Puerto y Doctor Tamames, en Coslada, y de Valle de la Oliva, en Majadahonda, localidad en la que la movilidad pasa a estar restringida en su totalidad. Este lunes festivo en Majadahonda fue el primer día de restricciones para la zona del Valle de la Oliva -con una tasa acumulada en los últimos 14 días de 640 contagios confirmados por cada 100.000 habitantes-, una zona principalmente residencial, de urbanizaciones de pisos de alto nivel adquisitivo, casas individuales, grandes parques, terrazas y restaurantes. Desde entonces, el municipio de Majadahonda pasa a estar totalmente confinado, ya que la zona del centro comenzó el lunes pasado con limitaciones al superar los 700 casos por cada 100.000 habitantes.


«La Cata» disminuye aforo pero al menos «podemos seguir trabajando»

Uno de los sitios más representativos de la zona del Valle de la Oliva es el Monte del Pilar, un extenso pinar con mucha oferta de terrazas y que es el punto de encuentro de la mayoría de las familias y grupos de amigos de municipios de la zona como Las Rozas, Majadahonda y Pozuelo. El dueño de «La Cata», uno de los restaurantes de esta zona, le explica a Efe que ha tenido problemas con los nuevos cambios y lo primero que ha hecho esa mañana antes de abrir es llamar a la policía para que le explicaran las nuevas normas. Según apunta, su clientela es de Las Rozas, Pozuelo y Boadilla, pero sobre todo de Majadahonda, y con estas nuevas restricciones ha tenido que quitar mesas, disminuir el aforo y limitar el horario, por lo que al ser puente les perjudica, pero añade que “lo primero es la salud y que podamos seguir trabajando”.

Isabel ha quedado con cuatro amigas para tomar el aperitivo en el Monte del Pilar y aprovechar el sol de estos primeros días de noviembre, porque ella cree que “hay que seguir viviendo, quedar en sitios abiertos en los que puedas protegerte, pero relacionarte lo que se pueda”. Para esta vecina de Majadahonda las nuevas restricciones en esta zona han supuesto que no pueda salir del municipio, pero que sus familiares y amigos que viven en la zona centro ya sí puedan juntarse y “al menos quedar en una terraza con la gente de Majadahonda”. Paula, otra vecina de esta zona, cuenta que las limitaciones que entraron en vigor durante 14 días en su zona no le han afectado mucho y reconoce que tiene “una vida muy fácil” porque su vida la hace en Majadahonda, pero en lo que sí lo nota es que hace tiempo que no ve a su familia porque vive en otras zonas.

Majadahonda Magazin