ALEJANDRO SALVADOR. Quiero creer que la gente está empezando a despertar. Ya sé que todavía hay muchos que defienden al Sistema porque solo saben obedecer ciegamente ya que no están acostumbrados a tomar sus propias decisiones porque les da miedo la responsabilidad que eso conlleva. Y por esta razón es más fácil vivir como esclavo de un sistema represor escondido tras dictaduras disfrazadas de democracia, que vivir siendo libre. Es cierto que nacimos como esclavos y nos da miedo caminar por nosotros mismos por pánico a equivocarnos, pero esto es solo un programa que nos implantan al nacer y después lo van actualizando. Hemos de desprogramarlo cuanto antes si queremos ver la única verdad existente: nada de lo que nos muestran es real, pues se trata de una ilusión muy bien fabricada y orquestada a niveles que ni podéis imaginar.


Alejandro Salvador

También tenemos implantados los programas del Rechazo y el Abandono, para provocarnos una reacción de sumisión ante la humillación, la injusticia y la traición, para que nos resignemos a ser tratados como «ganado» por miedo a la soledad que nos produciría tal rechazo y abandono por parte de los demás. Pero han cometido un error: nos han recluido en nuestras casas mediante el miedo, que es su mejor arma, utilizada contra un pueblo confuso de tanta información contradictoria y que no está acostumbrado a pensar por sí mismo. Por eso ahora tenemos la oportunidad de aprovechar este aislamiento para reflexionar utilizando lo que nos enseñaron nuestras abuelas cuando éramos pequeños: el sentido común.

Este sentido nos da claridad y nos acerca a la sabiduría sin la necesidad de tener tantos conocimientos y por eso nuestras abuelas sabían tanto, aunque no hubiesen estudiado nunca. Como digo, es hora de aplicar esa poderosa herramienta y recordar aquel refrán que nos enseñaron y que decía: «a río revuelto ganancia de pescadores«. Nosotros somos los peces y los de «arriba» son los pescadores que siempre ganan cuando el patio está revuelto, ya que son ellos quien lo revuelven. Pensemos: ¿Quién se beneficia realmente con todo este circo?. En todos los tipos de crisis siempre están los que sufren las consecuencias más devastadoras y los que se enriquecen a costa de dichas crisis. Pues bien, he hecho una lista de los que pienso que se están lucrando a costa del sufrimiento del pueblo.

1-El Gobierno de los EE.UU con su afán de dominar el mundo y que son los primeros en la carrera armamentista y sus armas bacteriológicas, entre otras.
2-Las farmacéuticas millonarias que viven a costa de las enfermedades de los seres humanos, que es el gran negocio mundial.
3-Las multinacionales de alimentación de las que dependemos terriblemente, más por miedo que por necesidad.

4-Las multinacionales petroleras, de las que tanto dependemos.
5-El sistema sanitario, que de la noche a la mañana se ha convertido en el colectivo más aplaudido, considerados los héroes de bata blanca, y que hasta hace cuatro días, todos nos quejábamos, acusándolos de ser un sistema deshumanizado, interesado y arrogante. ¿O ya se nos ha olvidado la de reclamaciones que se ponían?
6-Y por ultimo, los gobiernos que estaban tan preocupados con el tema de las pensiones a nuestros mayores.

Yo creo que está claro: se trata de un virus que se lleva por delante a los más mayores con enfermedades crónicas serias, pues suelen ser las que más gasto ocasionan al sistema. Y a todos aquellos hipocondriacos fácilmente manipulables emocionalmente porque se trata también de reducir la población mundial, porque estamos muchos, tal vez demasiados. Y hace demasiado tiempo que esto es un problema grave para los de «arriba». En fin, siento que deberíamos reflexionar sobre si merece la pena salvar la vida «supuestamente» a costa de perder la economía, que es la que al final nos va a llevar a la ruina más grande. Y sobre todo porqué están empeñados en seguir destrozando a los autónomos porque son independientes y no pueden controlarlos, como hacen con los funcionarios. Dediquemos tiempo a reflexionar y a ver menos la televisión del miedo. Gracias. Puede contactar con el autor aquí.

Majadahonda Magazin