YOLANDA CARRILLO. Tenía mucha curiosidad por ver la opera prima como director de Ewan McGregor, actor que ha rodado todo tipo de películas y siempre ha salido airoso, y además, me cae bien, pero tengo que reconocer que nuestro amigo Ewan quizá se ha puesto el listón demasiado alto para estrenarse como director. La película es una adaptación de la novela de mismo título de Philip Roth, ganadora del premio Pulitzer en 1998, obra que transcurre en varias épocas, pero que se centra en los cambios económicos y sociales en EEUU durante la década de los 60. La época supuso un cambio generacional y de valores e hizo variar la visión que del mundo tenían muchas familias americanas de “clase media acomodada” del momento, y la película relata como estos cambios afectaron en primera persona a una de estas familias. A continuación procedo con la crítica de American Pastoral:


Vamos al cine con: Ewan McGregor “American Pastoral
Director: Ewan McGregor
Reparto: Ewan McGregor, Jennifer Connelly, Dakota Fanning, David Stathairn y Rupert Evans.
Género: Drama

Por lo duro del tema que se trata en el film y la compleja situación que había que plasmar en pantalla, creo que McGregor no ha sabido salir airoso de esta primera experiencia detrás de las cámaras. El propio actor ha dicho que se estuvo preparando durante cuatro años el personaje de Seymour Lvov “el Sueco”: hombre de negocios de éxito, tradicional y conformista; y aunque su interpretación está dentro de lo correcto; creíble aunque plana, el error, en mi modesta opinión, está en querer hacer ambas cosas a la vez.

No sé si ha pecado de exigente o de arrogante, pero el resultado deja bastante que desear. Desde el principio del film, lo que parece un argumento interesante se va difuminando. Quizá sea por empezar con un “flash back” donde te deja claro que la historia no acaba bien, y ya a la mitad de la cinta tienes claro que la situación no puede más que empeorar, con lo cual cada vez vas perdiendo más interés ante una situación irremediablemente trágica. Todo ello, rodeado de una estética más de serial americano de los años 60, que de una producción cinematográfica. Si que es verdad, que los actores protagonistas salvan un poco la situación (incluido el propio McGregor).

Jennifer Connelly («Una Mente Maravillosa») da vida a Dawn Dwyer Lvov, esposa y madre, que al principio del film se nos presenta como una mujer valiente y segura de sí misma y en cambio, ante una hija adolescente problemática decide tirar la toalla: para sobrevivir lo único que le preocupa es cambiar de vida e imagen. Su interpretación es buena, como todo lo que ella hace, pero se queda corta a la hora de trasmitir la desesperación y agonía que supone la pérdida de su única hija. Mi duda está en si es parte del personaje o que no le ha interesado al director que se profundice más.

Dakota Fanning («El Benefactor»): a pesar de tener tan solo 23 años, es una actriz que me sorprende cada día un poco más, y en en esta película me ocurre lo mismo. Merry, es la hija descarriada y problemática de «El Sueco» y Dawm. Su interpretación desde el primer momento que aparece en escena es contundente, trasmite la personalidad tan complicada de su personaje, no te deja indiferente en ningún momento, aunque al igual que con Jennifer, me falta algo, no me acaba de trasmitir el porqué de su manera de ser.

Creo que dirigir esta historia es un gran reto, por la propia complejidad del argumento y porque siempre adaptar un libro al cine tiene mucha dificultad, principalmente porque no hay tiempo para describir en imágenes lo que se escribe con palabras. Por ello, intentar dirigir y actuar al mismo tiempo es algo que muy pocos se pueden permitir, como Clint Eastwood, que probablemente hubiera realizado un film completamente distinto. En esta ocasión, creo que a nuestro amigo escocés se le puede aplicar un refrán muy nuestro: “Quien mucho abarca poco aprieta”: ¡otra vez será Ewan! Recomendable si… quieres descubrir un poco más a Dakota Fanning.

Majadahonda Magazin