GREGORIO MARIA CALLEJO. Y van pasando los 19 temas (con final pop con Train in Vain, que años más tarde versionó Annie Lennox) y la sensación que resulta es la de un trabajo perfectamente equilibrado, tan lleno de cosas distintas que parece imposible que salga nada bueno de tanta mixtura, y sin embargo, cuando termina Train in Vain sólo puedes decir “es perfecto”… y volver a escucharlo. Con un éxito inmediato en Reino Unido, los Clash llegaron a la cima de su creatividad. Pero las cosas se torcieron. El verdadero ingeniero del invento (el guitarrista Mick Jones) comenzó a pelear con Strummer (voz y letras y líder de la banda).

El batería Topper Headon filtrea peligrosamente con la heroína, el grupo se excede en sus pretensiones de mestizaje musical con Sandinista y decididamente flojea en el trabajo de 1982 Combat Rock, donde (pese a la famosísima Should i Stay or Should I Go) se les va la mano con el funk. Entre conciertos benéficos, constantes visitas de Strummer a las Alpujarras y al Cabo de Gata y peleas entre los miembros, la banda se deshace. Jones forma su propio grupo (Big Audio Dynamite) y Strummer echa del grupo a Headon. El intento por reflotar al grupo confluye en el desastroso Cut the Crap, donde no queda ni rastro de la gloria pretérita y donde sólo sobrevive Dirty Punk.

Se acabaron los Clash. Tuve la suerte de ver a Strummer en las Ventas con los Pogues años antes de morir. La historia de nuestras vidas, de todas las vidas, siempre se acompaña de un
cierto anhelo de trascendencia. Cuatro chicos ingleses que se divertían haciendo el gamberro en los años del punk, decidieron valientemente explotar toda su creatividad e hicieron un
disco imperecedero. Sé que algún majariego de gustos musicales exquisitos hace que su hijo lo escuche (¿verdad, Juancho Santana?). Desde luego el mío se viste para ir a entrenar mientras escucha el London Calling, como lo escuchan aún millones de hijos en el mundo, hijos que a su vez harán escuchar a millones de nietos estas 19 canciones, que pulsarán el play como el que abre el cofre de un tesoro. Feliz Cumpleaños, London Calling.