MIGUEL SANCHIZ. (21 de agosto de 2024). Desde hace mas de cincuenta años, tengo la suerte de pasar mis vacaciones veraniegas en un privilegiado lugar de la Costa Brava: San Antoni de Calonge, donde el mar y la montaña se dibujan en un maravilloso cielo. Aprovechando estos días he tenido oportunidad de hojear un curioso e interesante libro de Jordi Arbones, “1001 Curiosidades de la Costa Brava”. Este libro es una rica compilación de historias, leyendas y anécdotas que capturan la magia y el misterio de esta región costera. Arbonés, en su libro, dedica un espacio especial a los personajes ilustres y las figuras notables que han tenido un impacto en la región, como Salvador Dalí y Josep Pla, entre otros, a los que tuve el honor de conocer personalmente y con Pla, compartir mesa y mantel en varias ocasiones. Otro de los personajes, Robert Ruark, escritor y columnista norteamericano que admiraba el estilo de vida y trabajo del famoso escritor Ernest Hemingway, se estableció en el paraje de Es Monestrí de Sant Antoni de Calonge en el año 1953 y está enterrado en Palamós.
Aventurero como Hemingway, Ruark que es recordado como el amigo que trajo al escritor Truman Capote a Palamós en 1960, donde escribió el best seller «A sangre fría» (1966), tuvo entre sus invitados a los duques de Windsor, que atracaban en la playa la Fosca, la actriz Ava Gardner, el actor polifacético Sir Noël Coward o celebrities como John Wayne. Es curioso: he vivido en el edificio colindante con Es Monestri, desde 1963 y no me había enterado, hasta ahora, de lo cercano que tuve a estos personajes. Pero no solo eso. En el libro de Arbonés también hay espacio para leyendas inquietantes y tenebrosas ocurridas hace siglos en los pueblos de la costa norte, como la del dragón de Begur, del que trataré de encontrar referencias para compartirlas. Estas historias y leyendas, algunas sorprendentes y otras simplemente curiosas, contribuyen a la singularidad de la Costa Brava, transformándola en un destino que no solo ofrece belleza natural, sino también una rica tradición cultural y un pasado lleno de misterios y aventuras.
Sabio, Miguel, escogiendo como destino esos pueblos de la Costa Brava (en su caso San Antoni de Calonge), donde, con su «sabia» pluma, nos ilustra recordando personajes que por allí pasaron, vivieron e incluso murieron. Como siempre, gracias.
¡¡Magnífico, Miguel!! Gracias por ofrecernos algunos detalles de los que fueron vecinos nuestros… No conocía lo de Robert Ruark. Nos has dejado esperando tus próximos artículos!!
Ahora te devuelvo las gracias por tu artículo. Las mismas que tu me diste hace unos días con la «bomba de relojería». Demuestras con esta breve pero profunda descripción tu conocimiento de lo que es y era esta parte de la costa brava. Eso me anima a continuar con mis pequeñas reflexiones y en breve enviare algo más referente a Dali, por si la dirección decide publicarlo. Confio en que te agrade