«El ex concejal del PP en Majadahonda José Luis Peñas, imputado en la ‘trama Gürtel’, cree que Francisco Correa ha pactado con el fiscal. En La Sexta Noche, Peñas afirmó que se nota que le ha cambiado la mirada». Así resume la cadena de televisión en un comunicado de prensa la intervención de quien fue protagonista de su célebre programa y a quien presentó como «el hombre que destapó la Gürtel». Otro medio que se sumó a los elogios fue el diario nacionalista vasco Deia, órgano oficial del PNV: “Boadilla del Monte es un municipio madrileño que no llega a los 50.000 habitantes situado a unos veinte kilómetros al noroeste de la capital española, en el límite con Majadahonda. Ambas localidades se han significado en los últimos años por su profusa aportación de presuntos corruptos a la causa de la trama Gürtel, famosa por los Bárcenas, Correa, El Bigotes y otras celebridades de la política y el mundo empresarial. Esta semana ha comenzado el desfile de imputados en la pieza principal de la Gürtel, hasta 37 ex cargos públicos e institucionales, así como empresarios. El juicio, que durará varios meses, no hubiera podido celebrarse si no hubiera sido por el arrojo de unas pocas personas anónimas que, arriesgando su salud, trabajo y seguridad personal, antepusieron el deber moral al silencio y a mirar para otro lado. El concejal de Majadahonda José Luis Peñas es uno de ellos. La otra es Ana Garrido, ex técnica de Juventud del Ayuntamiento de Boadilla que destapó las adjudicaciones de obras y servicios municipales a cambio de comisiones”. La denuncia supuso el comienzo de un calvario personal que relata a DEIA en una entrevista telefónica”.
Quien así se expresa es Humberto Unzueta, periodista del diario vasco “Deia”, afín al PNV, otra de las voces que ha salido en defensa del ex concejal majariego José Luis Peñas, para quien se pide la absolución por colaborar con la Justicia. En esta entrevista, Unzueta habla con Ana Garrido sobre la trama Gürtel que también ella destapó: No se siente una heroína sino una luchadora contra la corrupción fiel a sus principios. “Es una cuestión ética”, remarca, al tiempo que asegura que volvería a hacerlo, pese al alto coste personal que le ha ocasionado denunciar las presuntas prácticas corruptas de sus superiores.
Preguntada sobre si cambiaría algo de lo que ha hecho, señala que preservaría mejor su anonimato. “Lo intenté pero no di con el mejor intermediario. Pague la inexperiencia. Acudí al sindicato Manos Limpias y su presidente, Miguel Bernard, lo primero que hizo fue contárselo a Esperanza Aguirre, por entonces presidenta de la Comunidad de Madrid, que desde entonces se jacta de haber sido quien destapó la Gürtel. Aguirre logró zafarse y no está en el banquillo de los acusados. Con todo, Garrido confía en que el juicio de la Gürtel terminará haciendo justicia aunque, entre la satisfacción por el comienzo de la vista, sigue abrigando alguna duda.
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