SONIA BLUE. “Existe un colapso en Urbanismo. Hay una familia que quiere construir una residencia canina en «Los Satélites», un nuevo desarrollo de la localidad, pero lleva más de un año esperando la licencia a pesar de que cuentan con todos los permisos de la Comunidad”, afirma Socorro Montes de Oca, portavoz del PSOE en Majadahonda. Los propietarios de la parcela han elevado una queja al Defensor del Pueblo, pero han rechazado hacer declaraciones a EL PAÍS. José María Ezquiaga, decano del Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid (COAM), sostiene que se trata de un problema generalizado. “Tiene su origen en los recortes que sufrieron las Administraciones locales por la crisis. Ahora que han repuntado las ventas, tanto de obra nueva como antigua, que necesitan rehabilitación, se ha notado esa carencia de medios humanos”. Los periodistas de El País Fran Serrato y Kike Para acudieron a Majadahonda para averiguar porqué no se tramitan licencias de obra, lo que sube el precio de la vivienda, favorece a los constructores ya asentados en el municipio e impide solucionar situaciones de primera necesidad. Este fue su relato: «Ezquiaga reclama a la Comunidad de Madrid que ayude a los Ayuntamientos con más personal para agilizar los trámites, aunque no sea su competencia. Sin embargo, el decano de la COAM admite que en muchas ocasiones los problemas se encuentran en las propias ordenanzas municipales, que habría que “simplificar para que no haya dudas interpretativas”. Asprima estima que los retrasos en la concesión de licencias de obra nueva superan el año en cinco municipios madrileños: Las Rozas (12 meses), Alcobendas y Pozuelo (14) y San Sebastián de los Reyes y Majadahonda (16). “La media nacional está en un año. No tiene sentido que se tarde lo mismo en dar un permiso que en construir un edificio de 120 viviendas. Estos retrasos incrementan el precio final de las casas”, asegura Daniel Cuervo, gerente de la asociación.


«En el caso de Majadahonda, Asprima ha enviado una carta al Consistorio para quejarse. De momento no ha obtenido respuesta. Una portavoz municipal afirma que la localidad, gobernada por el PP, concede las licencias en seis meses, tres en caso de obra menor. Además, asegura que ha duplicado el personal para reducir los plazos de tramitación. «Un portavoz municipal explica que muchos solicitantes entregan la documentación incompleta y hay que subsanar problemas, pero no ofrece datos sobre los tiempos de tramitación. A Emma Fuentes, de 39 años, no le vale esa explicación. Vendió su piso hace 14 meses, igual que su hermana y sus padres. El objetivo de la familia era levantar tres nuevas casas en una parcela para estar juntos. “Ya deberíamos estar viviendo en ellas. Mientras tanto, pagamos tres alquileres de 750 euros y agotamos los ahorros que teníamos para construir”, reconoce desesperada. El problema se extiende para un mero cambio de uso. Otro vecino prefiere no revelar su identidad solicitó hace ocho meses convertir un céntrico comercio en su residencia. Aún no ha recibido respuesta y teme no vivir lo suficiente para mudarse», apunta el reportaje.

TAMBIEN LOS VECINOS SE VEN AFECTADOS. «Hace días que un repentino ataque de ciática obliga a Rosa a permanecer en casa. La mujer, de 59 años, vive en el tercer piso de un lujoso edificio de la calle Puerto Canencia, una zona residencial a cinco minutos del centro de Majadahonda. Para hablar con sus vecinos se asoma por la barandilla de la escalera. El ascensor está inmovilizado desde abril. Llevan 10 meses esperando el permiso para instalar un nuevo elevador, embalado en el garaje. Mucho peor lo tienen quienes solicitan licencia de obra nueva. La Asociación de Promotores Inmobiliarios de Madrid (Asprima) denuncia demoras de 14 meses en Alcobendas y Pozuelo de Alarcón. En Majadahonda y San Sebastián de los Reyes la cifra se dispara hasta los 16″.  «El ascensor no pasó la revisión en febrero del año pasado y los inquilinos decidieron instalar un elevador con mayor capacidad. Aprovecharían para llevarlo hasta los trasteros, situados en la buhardilla. Para eso hay que romper el forjado, lo que lo convierte en una obra mayor. Pagaron casi 800 euros en tasas para acometer los trabajos. “El Ayuntamiento dice que tiene muchos expedientes y que debemos esperar. Estábamos en el puesto 30 y ya vamos por el 18”, reconoce la presidenta de la comunidad de vecinos. “Aquí viven personas mayores, gente con movilidad reducida y niños. Tenemos que dejar los carritos en el portal. Es indignante que no se resuelva con urgencia”, insiste Rosa Delgado, de 41 años y dos hijos con menos de cuatro años», concluye el reportaje.

Majadahonda Magazin