LIDIA GARCIA. «Pastelerías Manolo quedó como el negocio familiar de los Manzano, con sus tiendas en Colmenar, Tres Cantos y tres más en Chamartín, Majadahonda y Alcalá, mientras que Manolo Bakes tomó el relevo de la expansión. La tienda de Alonso Martínez cambió de decoración, quedó en sus manos y anunciaron que pasaban a un sistema de franquicias. Así, cualquier persona -previo pago de 50.000 euros de canon e inversión en local- podría abrir su Manolo Bakes«. La periodista Analía Plaza cita así de inocentemente en un reportaje publicado en «El Diario.es» la conocida pastelería de la Gran Vía de Majadahonda, pero en sus titulares ya «descubre el pastel«: «El oscuro secreto de los manolitos: los cruasanes más famosos de España son congelados y de fábrica. Aunque se venden como pastelería artesanal, es una multinacional catalana la que fabrica desde hace 25 años los famosos cruasanes de mantequilla. Los manolitos llegan ultracongelados a Madrid y resto de tiendas en España, donde se les da el acabado y se hornean. El fabricante es Europastry, un gigante empresarial que también distribuye a Granier o Starbucks, entre otros».


«La realidad es que todos los manolitos, tanto los que venden en Pastelerías Manolo como los que venden en Manolo Bakes, vienen de Catalunya. Y no todas las tiendas tienen obrador, solo algunas: el resto tiran de algún horno central. Los cruasanes llegan un par de veces a la semana ultracongelados. Lo único que se hace antes de llevarlos a tienda es el acabado —recubrirlos de chocolate — y hornearlos. Un segundo empleado consultado por eldiario.es indica que en las naves también se les añade colorante E160A (betacaroteno), un aditivo de color entre amarillo y naranja muy utilizado en repostería, zumos y comida precocinada. La empresa lo niega», señala la periodista.

Y los dueños, entre ellos la familia del futbolista Morata, se defienden: «El manolito, que pesa 25 gramos, ha subido de 50 a 70 céntimos por unidad en los últimos años (28 euros el kilo). Granier también ha subido de precio y ahora su oferta es de tres unidades de unos 70 gramos por 1,80 (8,6 euros el kilo). Ni el pastelero Manzano ni Manolo Bakes dicen cuánto les cuesta a ellos la unidad, aunque el CEO ha afirmado: «muy pocas marcas estarían dispuestas a pagar por coste de producto lo que nosotros asumimos». Con casi una treintena de tiendas abiertas entre ambas marcas —unas cuantas como franquicias, la mayoría propias— desde la empresa explican que es natural que se recurra a un gran proveedor. «Fabricar eso en obradores es imposible«, concluyen. «Incluso a veces tenemos roturas de stock porque no da para más«. Y Manolo, que desde que entró en juego Nuño no da entrevistas —», dice enfadado— solo insiste en la autenticidad de su manolito por mucho que sea industrial. «Está patentado. Si llegaras tú a Europastry y te lo dieran, a mí me tendrían que dar mucho dinero. Ni los carrefurcitos, ni los lolitos: no vas a encontrar ningún cruasán como el manolito«. Lea el reportaje completo.

 

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