Max Weber, uno de los fundadores de la sociología-política

JOSÉ Mª ROJAS CABAÑEROS. Este martes 14 de julio (2020) es la Fiesta Nacional de la República de Francia, pues se conmemora la toma de La Bastilla (martes 14 de julio de 1789) que marcó el inicio de la revolución francesa, el fin del “anciene regime” y el inicio de la “modernidad”; pese al estado de terror de la guillotina -consecuencia del optimismo utópico de Rousseau– a diferencia de la revolución norteamericana (1775-1783), mucho menos sanguinaria, tal vez por cimentarse en el pesimismo realista de Hobbes y sus ideas del “contractualismo”. Pero hoy también, hace justamente un mes (14 de junio), fue el centenario del fallecimiento de una figura significativa del pensamiento socio-político europeo: Max Weber (Erfurt,, 21 de abril de 1864-Múnich, 14 de junio de 1920). El alemán Maximilian Karl Emil Weber (Max Weber) es considerado, junto a Karl Marx, Auguste Comte y Émile Durkheim, uno de los fundadores de la sociología-política, aunque en su caso con un fuerte sentido antipositivista, a diferencia de Comte y Durkheim. Las aportaciones de Max Weber se pueden subdividir en tres campos diferenciados, aunque interconectados:


Jose Mª Rojas

Sociología de la religión: Una tarea hercúlea que no pudo completar por su muerte en 1920, aunque dejó obras seminales como el conocido ensayo “La ética protestante y el espíritu del capitalismo”, que también fue base de sus ideas económicas. Pero también las obras “La religión en China: confucionismo y taoísmo”, “La religión de India: la sociología del hinduismo y budismo” y finalmente “Judaísmo antiguo”. El núcleo esencial de sus ideas sobre la religión versaron sobre el impacto de las ideas religiosas en la economía, la conexión entre ideas religiosas y estratificación social, además de considerar las características especiales de la civilización occidental. Weber buscaba entender las razones de las diferencia en el desarrollo de las culturas Occidental y Oriental, sosteniendo que las ideas religiosas cristianas (protestantes) fueron claves en el avance del sistema económico de Europa y EEUU, pero sin ser la única causa. Consideraba muy importantes el racionalismo científico, el valor de la jurisprudencia, junto a una sistematización racional de la administración del Estado y la actividad económica. Una consecuencia de este estudio de las religiones fue su noción del “politeísmo” que influyó radicalmente en las ideas de Isaiah Berlin sobre el “pluralismo de valores o pluralismo ético” en que ciertos valores/premisas morales pueden ser igualmente válidos y esenciales, aun estando en oposición unos con otros.

Economía: Aparte de la referida “La ética protestante y el espíritu del capitalismo” que enfatiza en las ideas racionales del capitalismo y de la “Historia económica general”, su obra magna en este campo, “Economía y sociedad”, se publicó dos años después de su fallecimiento. Su aportación resalta la importancia de la metodología, sus consideraciones de sociología interpretativa (con su concepción del “tipo ideal”) y lleno de antipositivismo, además de sus críticas al historicismo (luego continuadas por Karl Popper).

Sociología política: La obra de Max Weber más conocida en este terreno es el ensayo “La política como vocación”, que inicialmente fue el texto de un conferencia impartida por invitación de la Asociación Libre de Estudiantes de Múnich durante el invierno revolucionario de 1919. Y está marcada con la inmediatez de la palabra hablada. Weber completó más tarde su exposición, antes de darla a la imprenta, y la publicó por vez primera en su forma actual durante el verano de 1919 (un año antes de su muerte). En este ensayo, Max Weber hace una definición del Estado como “Entidad de dominación con carácter institucional con el monopolio, dentro de un territorio, de la violencia legítima” de gran éxito en la sociología política posterior. Siguiendo su corpus argumental, la “Política” pasa a ser “La actividad para influir sobre la distribución relativa de la fuerza en el Estado” y “Un político debe buscar la ética del fin último y la responsabilidad, con pasión por su advocación y siendo capaz de distanciarse él mismo de la materia de sus anhelos”.

Weber fue un profundo investigador de los procesos de burocratización y de los males que comporta su abuso (ver su obra “La revolución rusa”). En la práctica política, Max Weber propugnaba la combinación de liberalismo y socialdemocracia, que fue la base del liberalismo social en la República Federal Alemana de la posguerra y de la ideología de Ciudadanos (Cs) hasta febrero de 2017. Finalmente, comentar que avisó proféticamente de los graves riesgos del comunismo y el fascismo pero, como en el mito de Casandra, nadie le hizo caso (o muy pocos lo hicieron). El 14 de junio de 1920 fallecía Max Weber de una neumonía, probablemente como consecuencia de uno de los rebrotes de la pandemia de gripe española. Hoy como ayer, curiosa paradoja para una mente anti-historicista.

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