«Las elecciones legislativas de 2024 en Francia han dejado un panorama fragmentado y complejo. La influencia de Mélenchon y su propuesta inclusiva han sido determinantes, mientras que Le Pen, a pesar de su popularidad, enfrenta obstáculos para consolidar su poder. Macron, por su parte, sigue siendo una figura central, con la capacidad de nombrar al Primer Ministro y manejar el caos político. El futuro de Francia parece estar marcado por la incertidumbre y la necesidad de encontrar un camino hacia la estabilidad en medio de un entorno políticamente dividido».

MIGUEL SANCHIZ. «La política es la única guerra en la que se puede morir varias veces», decía Winston Churchill, y más aún cuando las recientes elecciones legislativas en Francia celebradas el domingo 7 de julio (2024) han dejado un panorama político caótico y fragmentado. Los principales bloques que compitieron fueron la coalición Nuevo Frente Popular (NFP), la Agrupación Nacional (RN) de Marine Le Pen, y la coalición Ensemble (ENS) de Emmanuel Macron. El Nuevo Frente Popular (NFP) está integrado por la Francia Insumisa (LFI) de Melenchon, el Partido Comunista Francés (PCF), Los Verdes (EELV), el Partido Socialista (PS) y Generación.s (G.s). La Agrupación Nacional (RN), liderada por Marine Le Pen, se consolidó como la fuerza individual más votada con aproximadamente el 34.2% de los votos. Sin embargo, no logró una mayoría absoluta, enfrentándose a dificultades para formar gobierno. Ensemble (ENS) incluye a Renaissance (REN), el partido de Macron, el Movimiento Demócrata (MoDem) y Horizons. A pesar de sus pérdidas, esta coalición sigue siendo relevante en la política francesa. En las elecciones legislativas de Francia 2024, los principales partidos obtuvieron los siguientes resultados en términos de votos: Agrupación Nacional (RN): 16.455.000 votos, representando el 33.3% del total. Nuevo Frente Popular (NFP): 14.193.000 votos, equivalente al 28.6%. Ensemble (ENS): 10.335.000 votos, con un 20.9%. Les Républicains (LR): 3.381.000 votos, lo que corresponde al 6.6%. Le Pen y su partido fueron quienes obtuvieron el mayor número de votos, pero al no obtener la mayoría, queda en tercer lugar.


Miguel Sanchíz

«LA ARABIZACIÓN DE FRANCIA». Jean-Luc Mélenchon, líder de la Francia Insumisa y figura clave del NFP, centró su campaña en políticas progresistas, incluyendo incrementar el salario mínimo, reducir la edad de jubilación y controlar los precios de los productos básicos. Mélenchon ha aprovechado el descontento popular y ha sido un crítico feroz de Macron. Su retórica inclusiva y a favor de la diversidad ha resonado en amplios sectores de la población, destacando la «arabización» de Francia como un factor determinante en su éxito. Su visión de un país multicultural ha captado la atención de votantes jóvenes y de minorías étnicas. Resaltar, solo a título de anécdota: Melenchon nació en Tanger. Por contra, Marine Le Pen, a pesar de obtener el mayor porcentaje de votos individuales, no logró la mayoría necesaria para formar gobierno. Su propuesta se centra en una política nacionalista y anti-inmigración, buscando capitalizar el descontento con la situación económica y social del país. Le Pen ha prometido medidas drásticas para limitar la inmigración y reforzar la seguridad nacional. Ha puesto su meta en 2027. Emmanuel Macron, aunque su coalición Ensemble obtuvo menos del 22% de los votos, mantiene una posición crucial en la política francesa. Según la constitución, la capacidad de nombrar al Primer Ministro recae en el presidente, lo que otorga a Macron una influencia significativa. A pesar de las presiones, Macron ha decidido no aceptar la renuncia del actual primer ministro, lo que ha generado un estado de incertidumbre y tensión política.


«Solo como dato curioso: Mbappé, la estrella del futbol francés, pidió el voto para el Presidente Macron».

«ENSEÑANZA DEL ÁRABE EN LAS ESCUELAS». Este escenario ha llevado a un futuro incierto para Francia. La incapacidad de los partidos para formar una mayoría clara ha generado un bloqueo en la Asamblea Nacional. La oposición entre los bloques de derecha y de izquierda, junto con la posición de poder que aún mantiene Macron, promete un periodo de inestabilidad y posibles conflictos. La «arabización» de Francia, un término utilizado por Mélenchon para describir la creciente influencia y reconocimiento de la diversidad cultural en el país, ha jugado un papel importante en la política reciente. La inclusión de la enseñanza del árabe en las escuelas y la celebración de la diversidad cultural han sido puntos clave en su discurso, atrayendo a votantes jóvenes y de minorías étnicas. El país enfrenta un desafío significativo: encontrar un equilibrio entre las diferentes fuerzas políticas y asegurar un gobierno funcional. La determinación de Macron de mantener a su primer ministro en el cargo, a pesar de la falta de una mayoría clara, subraya la complejidad de la situación actual. En resumen, las elecciones legislativas de 2024 en Francia han dejado un panorama fragmentado y complejo. La influencia de Mélenchon y su propuesta inclusiva han sido determinantes, mientras que Le Pen, a pesar de su popularidad, enfrenta obstáculos para consolidar su poder. Macron, por su parte, sigue siendo una figura central, con la capacidad de nombrar al Primer Ministro y manejar el caos político. El futuro de Francia parece estar marcado por la incertidumbre y la necesidad de encontrar un camino hacia la estabilidad en medio de un entorno políticamente dividido. Solo como dato curioso: Mbappe, la estrella del futbol francés pidió el voto para el Presidente Macron.

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