«Transparencia Internacional» ha elaborado un informe sobre la «Cleptocracia en Rusia»

FELIX G. PEDROCHE. Analista político y económico, vecino de Majadahonda. Decir o contar lo contrario a lo que predican con su ejemplo es la característica común en este tipo de opresores carismáticos populistas similares a Putin. El mejor antídoto contra su «modus operandi» es la información transparente internacional, para que más tarde o más temprano aparezcan desenmascarados ante su pueblo, que sin mayor dilación ha de manifestarse ocupando las calles, para que su propio ejército continúe desbancando a sus altos mandos habitualmente erigidos en escudo protector como meros serviles de su vampiro opresor. Que los políticos, como personas humanas que son, se encuentren afectos a la «condición humana», lo sabemos. Y hasta resulta comprensible que cada uno desee alcanzar su «cuota de felicidad» en su paso por este mundo. Los políticos habitualmente se dejan atraer por el alcance próximo de los recursos económicos, que manejan a su antojo, incluso en su propio provecho, aprovechándose de su poder de decisión. Pero algunos escalan niveles supinos hasta llegar al crimen organizado, que junto a sus mafias secuaces no dudan en utilizar para eliminar cualquier obstáculo humano que intente pararles. La única fuerza capaz de detenerles es una comunidad internacional unida ante el estipendio de estos monstruos feroces que arruinan la paz y la concordia de los pueblos. Si la experiencia de la Historia nos ha demostrado claramente que el obstáculo determinado y determinable se llama «derecho de veto», ¿a que están esperando esos Estados que se hacen llamar democráticos, que lo ostentan en perjuicio del resto de socios, para dejarlo caer como resto necesario del juego estratégico de intereses?


Félix Pedroche

La partida bélica que ha planteado Putin sobre el tablero de Ucrania sólo puede solucionarse si los cinco presidentes que actualmente ostentan el «derecho de veto» se sientan y negocian su anulación, en la confianza de que sea la Comunidad Internacional quién maneje las resoluciones de su Consejo de Seguridad, para hacer respetar las reglas del juego. El tan cacareado y denostado «Orden Mundial» es posible de conseguir si algunos socios ONU, los cinco tramposos del «derecho de veto», se dignan tomar cartas en el asunto/problema que ellos mismos generan de manera egoísta e interesada, para que de una vez reine la paz y la concordia en este hiperconectado planeta de la casa común que nos une.

Majadahonda Magazin