«Gracias a Internet, la acumulación, distribución y consumo de información han dejado de ser procesos lentos y limitados. Lo que antes requería años de investigación, hoy puede obtenerse en cuestión de minutos. Esta transformación marca un salto gigantesco en la historia del conocimiento humano, impulsado por la revolución digital.»

MIGUEL SANCHIZ. (9 de septiembre de 2024). La Ecuación de la Aceleración Histórica. No puedo creerlo, pero acabo de inventar una fórmula –yo, que no he entendido nunca las matemáticas– a la que he bautizado como Ecuación de la Aceleración Histórica. He precisado ayuda para plasmarla en esta Era de la Información y Aceleración del Conocimiento: vivimos en una era sin precedentes, donde el acceso al conocimiento ha alcanzado niveles que nuestros antepasados no podrían haber imaginado. Gracias a Internet, la acumulación, distribución y consumo de información han dejado de ser procesos lentos y limitados. Lo que antes requería años de investigación, hoy puede obtenerse en cuestión de minutos. Esta transformación marca un salto gigantesco en la historia del conocimiento humano, impulsado por la revolución digital. La historia de la humanidad está llena de hitos que han acelerado nuestra capacidad de innovar y descubrir. Desde el dominio del fuego hasta la invención de la rueda, la imprenta, y la llegada de la revolución industrial, cada avance ha reducido el tiempo necesario para el siguiente. Hoy, esta aceleración ha alcanzado una velocidad sin precedentes gracias a la interconexión global y el acceso instantáneo a la información. Podemos imaginar esta tendencia mediante una Ecuación de la Aceleración Histórica que refleja cómo la velocidad de los avances tecnológicos y del conocimiento ha aumentado exponencialmente a lo largo del tiempo. Una posible formulación de esta ecuación podría ser: A(t) = k x 1/T. Donde: A(t) es la aceleración del conocimiento en un momento dado. k es un factor de proporcionalidad que refleja la eficiencia de los medios disponibles para compartir y crear conocimiento (como la imprenta, Internet, etc.). T es el intervalo de tiempo entre avances significativos en la historia. Esta ecuación sugiere que, a medida que T se hace más pequeño, es decir, a medida que el tiempo entre grandes descubrimientos e innovaciones se reduce, la aceleración A(t) aumenta.

Miguel Sanchiz

Si consideramos los primeros milenios de la civilización humana, vemos que grandes descubrimientos como el uso del fuego o la invención de la agricultura ocurrieron con intervalos de miles de años. Sin embargo, en los últimos siglos, la revolución industrial y la era digital han comprimido estos intervalos a décadas e incluso años. Hoy, en la era de Internet, el intercambio de información es prácticamente instantáneo, lo que permite avances científicos y tecnológicos a una velocidad vertiginosa. La implicación de esta ecuación es clara: estamos en un punto de la historia donde la aceleración del conocimiento es mayor que nunca, y cada día es más rápido que el anterior. La interconexión global, la inteligencia artificial y el acceso masivo a datos han permitido que el progreso ocurra a un ritmo inimaginable, abriendo puertas a un futuro lleno de posibilidades y desafíos. En esta nueva era, la capacidad de innovar y aprender está al alcance de todos, lo que convierte a nuestra generación en testigos y participantes de una revolución del conocimiento sin precedentes. Tengo que confesar que ignoro para qué puede servir este invento, salvo para darnos cuenta que el conocimiento nos sobrepasa en nuestra existencia.

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