DR. FRANCISCO ORENGO GARCÍA. Psiquiatra (Majadahonda). «Populismos, Narcisismos y Paranoias» (I). La publicación en el diario «El País» el pasado día 19.1.23 de un artículo de Juan Gabriel Vásquez titulado “El tiempo de los narcisistas” me anima a hacer unos comentarios al respecto desde la perspectiva de un “vecino psiquiatra” preocupado por ciertos desarrollos políticos en nuestras democracias. El artículo del Sr. Vásquez comienza haciendo algunos comentarios sobre el aumento de la presencia de las expresiones “narcisismo” y/o “narcisismo maligno” en la prensa diaria y en otros lugares. En este contexto, el Sr. Vásquez cita un artículo de Henry Alford publicado el 11.11.15 en la revista «Vanity Fair» sobre el que denominan “jefe de los narcisistas” o “Narcissist-in-Chief” Mr. Donald Trump. En este contexto, se citan asimismo en el artículo las palabras del psicólogo clínico Ben Michaelis diciendo: ”El narcisismo es un mecanismo de defensa extremo contra nuestros propios sentimientos de inutilidad”. La expresión “herida narcisista” se menciona también viniendo en este caso la expresión de Wendy Behary autora del libro “Disarming the narcissist”. En relación con esto, nos explica a los lectores el Sr. Vásquez que la llamada herida narcisista sería la expresión de los déficits, incapacidades y deficiencias de las personas que la padecen.
Después de comentar el contexto sociopolítico en el que el artículo de «Vanity Fair» causó un gran impacto, el Sr. Vásquez pasa a hacer algunos comentarios sobre la llamada “regla Goldwater”. El establecimiento de esta regla fue el resultado de la exitosa denuncia contra la revista «Fact» del entonces senador y candidato a la presidencia de los EE.UU, Barry Goldwater. La revista había publicado los comentarios y opiniones de una encuesta hecha a 12.356 psiquiatras sobre la capacidad mental del senador en el contexto de su candidatura presidencial en el año 1964. No todos comentaron o se vieron impelidos a hacer un diagnóstico, pero algunos emitieron juicios diagnósticos poco rigurosos. Algunos psiquiatras rechazaron de plano dar su opinión en su calidad de profesionales de la psiquiatría argumentando en primer lugar que no habían tenido ocasión de entrevistarse con el Sr. Goldwater a pesar de comparar su trayectoria política con la de algunos dictadores notorios.
Como resultado de la sentencia que dio lugar al establecimiento de esta regla, a los psiquiatras no les está permitido por parte de la Asociación Psiquiátrica Norteamericana (A.P.A.) publicar sus opiniones, basadas en sus conocimientos profesionales, en relación con conductas que consideren de relevancia psicopatológica y por tanto producto de uno o más trastornos mentales, en las personas que son consideradas “figuras públicas”. Hacerlo sin petición expresa del interesado y sin haberlo explorado personalmente se considera desde entonces una conducta “no ética”. Con todo este largo prefacio a lo que constituye el objetivo número uno del artículo del Sr. Vásquez, cual es el análisis de lo que él denomina “el tiempo de los narcisistas”, el autor pone un marco contextual a la cuestión de cómo personas que padecen trastornos mentales, pueden acceder, –y de hecho acceden sin filtro alguno por los organismos y administraciones que regulan nuestras sociedades democráticas–, a puestos de máximo nivel ejecutivo en una nación.
Pero esta cuestión no solo concierne a las democracias. Mucho más significativos son los casos de lideres políticos que se encuentran ya actualmente en posiciones de liderazgo en sus respectivas naciones ejerciendo como dictadores. Muchos de ellos, no todos, accedieron a sus puestos a través de procedimientos democráticos, pero se trasformaron en dictadores “narcisistas malignos” que exigen sometimiento absoluto y pleitesía constante al pueblo que gobiernan con mano de hierro. Veamos a continuación, dada su actualidad, los casos de D. Trump o el de V. Putin como hace el Sr. Vásquez. Próximo capítulo (Narcisismo y Política): «redes sociales y TV frente a «público» o “pueblo”
Gran artículo de un gran doctor
Comparto un enlace sobre Vasquez que quizás pueda interesar a propósito de este excelente ensayo que publicáis: “Las redes sociales están secuestradas por el narcisismo, la intolerancia y la calumnia”: https://www.semana.com/cultura/articulo/juan-gabriel-vasquez-las-redes-sociales-estan-secuestradas-por-el-narcisismo-la-intolerancia-la-calumnia/414822-3/
Dice que el próximo capítulo va sobre «redes sociales y TV frente a «público» o “pueblo”, lo esperamos ansiosos doctor. Gracias Miguel por el enlace, su colega Juan Gabriel Vásquez anticipa en esa entrevista que «No tengo Twitter, ni Facebook, ni Instagram ni ningún tipo de red social, básicamente porque las siento como una amenaza a mi tiempo. Y porque, con todo lo bueno que tienen, sólo una minoría las usa para las cosas más provechosas. Generalmente son secuestradas por el narcisismo, la intolerancia y la calumnia. Twitter, notoriamente, ha simplificado el debate público. Maldigo el día en que los políticos lo descubrieron». Lo comparto.