EYTHÓR YRAOLA. (11 de diciembre de 2024). El cineasta Carlos Saura (1932-2023) ha escrito en sus Memorias que «las cosas son como las vimos y las vivimos y nos acompañan en este viaje que es la vida» (Carlos Saura. De imágenes también se vive. Casi unas memorias: 2023). Uno de los muchos viajes memorables del genial cineasta fue a Islandia durante el otoño de 1993. Con motivo del Festival de Cine de Reikiavik, los organizadores me habían pedido ayuda para invitarle a inaugurarlo con sus «Sevillanas«. Como solícito agente de agitación y propaganda, llamé a mi amigo Jaime Salinas para que le pidiera el teléfono a Elías Querejeta. Nervioso y azarado marqué el número: EY -Buenos días, ¿Carlos Saura?. CS -Sí, ¿quién es?. EY -Me llamo Eythór Yraola y le llamo desde Reikiavik. ¿Cómo me dirijo a usted, Carlos Saura, Saura?. CS -Llámame como te dé la gana. EY-Gracias. EY -En nombre del Festival de cine Reikiavik quisiéramos invitarle a inaugurar el festival, ¿sería posible?. CS -¿Cuándo es?. EY- Del 1 al 7 de octubre. CS-Imposible a primeros de octubre. EY-(Haciendo un alarde de imaginación) ¿Podría inaugurarlo al final del festival?. CS- (Muy sorprendido) ¿Cómo, al final?. EY-Sí el 7 de octubre CS-Entonces sí podría, gracias. EY-Si me facilita una dirección le mandaremos dos billetes de avión también para su mujer.
DE ESTA MANERA TAN IMAGINATIVA CARLOS SAURA Y EULALIA RAMÓN ATERRIZARON EN EL AEROPUERTO DE KEFLAVIK un martes 5 de octubre de 1993, en un otoño frío y oscuro. Para suavizar su llegada les sugerí que se bañaran en las aguas termales de la Laguna Azul donde Ingmar Bergman (quién había alabado su «¡Ay, Carmela!» en Cannes) solía curarse la psoriasis, termas que se encontraban de camino a la capital. Ni corto ni perezoso tuve que improvisar un bañador para Eulalia Ramón (uno de mi mujer) y alquilar otro para el ayudante de Juan Lebrón el productor de «Sevillanas» que formaba parte de la comitiva artística. Carlos Saura prefirió quedarse fuera del recinto tomando fotos. Después se hospedaron en el Hotel Saga, donde próceres, reyes y príncipes, se habían alojado anteriormente, y donde el cineasta ofreció una entrevista para la televisión islandesa realizada por una ex alumna. Al día siguiente, los organizadores del festival le habían preparado un tour por los lugares pintorescos de los alrededores de la ciudad: la visita a la Catarata Dorada (Gullfoss) que acabó en el Centro de Distribución Regional de Aguas Termales. El ágape que habían preparado allí ofrecía además de arenque ahumado, salmón y varias ensaladas la especialidad nacional, cubitos de tiburón podrido. Carlos Saura me hizo un aparte y me preguntó: CS- ¿A qué sabe esto?. EY- Sabe a rayos, pero si no se prueba quedaríamos mal con los organizadores. CS- Entonces, tú primero.
DE ESE MODO FUE LA PRIMERA VEZ EN MI LARGA ESTANCIA EN LA ISLA QUE TUVE QUE TRAGARME UN TROZO DE TIBURÓN PODRIDO seguido de un chupito de aguardiente. Por la noche del día 7 se inauguró «Sevillanas» en el cine Háskolabio. Nos sentamos en una fila central Saura, Eulalia, Gudbergur Bergson (el conocido escritor y traductor de «El Quijote» al islandés), Álfrún Gunnlaugsdóttir (escritora e hispanista) y un servidor. Al finalizar la proyección, hubo varias largas ovaciones por un público entusiasmado con el filme. Con aplausos aislados y un silencio respetuoso salimos con discreción por una puerta lateral hasta el hotel donde se hospedaban los ilustres visitantes. Al día siguiente nos despedimos en el aeropuerto con un abrazo y Saura me propuso que nos viéramos en Madrid, a lo que contesté afirmativamente con una propuesta: EY- Sí claro, para participar en algún casting ¿no?. Semanas más tarde recibí una cariñosa carta de Eulalia Ramón que decía así:
«NOVIEMBRE, 1993. QUERIDOS AITOR Y CÍA. Recibimos con mucha alegría tu carta junto con las fotos, son preciosas. Nosotros también tenemos un buenísimo recuerdo de nuestros días con vosotros, de verdad, pues también nos lo pasamos muy bien, tanto por conoceros a vosotros como por la maravilla del sitio, fue corto pero intenso. Te mandamos unas cuantas fotos de nuestra cosecha, esperando que te gusten, las tuyas ya están en el álbum. Aquí estamos bien, Carlos esperando a ver qué proyecto hace por fin y a la vez descansando, que ya hacía falta. Y ya sin parar de trabajar en mi serie de TV, y en enero en Barcelona con Rosa Vergés una película, eso de momento y ya es bastante. Transmite nuestros saludos a toda la gente y nuestro agradecimiento a todo el equipo del festival, pues fuisteis muy amables con nosotros. Para ti un fuerte abrazo, y gracias de nuevo. Carlos y Eulalia«.
Preciosa anécdota. No sabía que Saura había estado en Islandia.
Si, precioso.
Muy agradable debió ser presenciar «Sevillanas» en Islandia…!
Qué gran artista de todo lo entrañablemente español, este Carlos Saura
Muy bien contado. Apuntes para una biografía de Carlos Saura.