Dr. Bustelo: «La ayuda se vio entorpecida por la burocracia y la descoordinación»

JOSÉ Mª ROJAS CABAÑEROS. La entrevista que se publica este 10 de junio de 2020 se realizó por email, conectando con su laboratorio en Salamanca, con el Dr. Xosé Bustelo, profesor de Investigación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Su trabajo científico ha sido reconocido por numerosos premios nacionales e internacionales como, entre otros el Baldwin Award for Breast Cancer Research (1997), el Sinsheimer Award for Cancer Research (1997), el Premio de Investigación Pfizer (2007) y el Premio «Severo Ochoa» de Investigación Biomédica (Fundación Ferrer, 2007). Por eso su criterio es relevante cuando se le pregunta por qué futuro considera que nos aguarda con la Covid-19: «Si se refiere a esta enfermedad, yo soy optimista a medio plazo. Creo que, de una forma u otra, acabaremos desarrollando algún fármaco y vacuna que nos permita controlar la aparición de nuevos casos. Y, a más largo plazo, acabaremos también por desarrollar inmunidad de rebaño contra ella. Eso sí, a corto plazo, seguiremos con el problema por un tiempo. En este sentido, me preocupa un poco la actitud despreocupada de muchos ciudadanos en estas primeras fases de desescalada: hay que recordar que el virus sigue ahí acechándonos y que para nada ha desaparecido. Hay que cambiar nuestros hábitos sociales tan españoles y acostumbrarnos a unas actitudes más precavidas: distancia social, uso de mascarillas y evitar lugares cerrados que presenten una gran aglomeración de personas. Obviamente, una espada de Damocles que está ahora sobre nuestras cabezas es qué pasará con nuestra economía. Esperemos que, a medio plazo, esta pandemia nos haya servido también de alerta para empezar a apostar por una economía basada más en el conocimiento que en el entretenimiento.


Jose Mª Rojas

Usted es presidente de una importante sociedad científica, la ASEICA, ¿qué opina del papel de la ciencia en España durante esta crisis de la Covid-19? –Creo que los científicos han estado a la altura. Una cosa diferente es la actitud que han tenido los políticos sobre los científicos. Por un lado, muchas de estas acciones de ayuda se han visto entorpecidas por acreditaciones burocráticas y ausencia de un plan general de coordinación, tanto por parte del Ministerio de Ciencia e Innovación, como de las consejerías autonómicas. Por otra parte, creo que también ha sido muy pernicioso el que los centros de investigación hayan estado cerrados durante un tiempo tan prolongado. Por supuesto que al comienzo de la crisis sanitaria ello fue necesario, pero la desescalada científica tuvo que hacerse mucho antes. Por supuesto con todas las medidas de seguridad y precaución, pero sin pausa. En este sentido, no hay que olvidarse que, si bien la Covid-19 es un problema de magnitud, también lo son el cáncer o las enfermedades cardiovasculares. Finalmente, seguimos también con el problema crónico de la falta de financiación y soluciones para la ciencia de este país: abundan las llamadas y comentarios sobre lo importante que es, pero las medidas necesarias para solucionar dichos problemas siguen sin ser implementadas. Como dije en un artículo periodístico reciente, a mí a veces me parece que estamos tratando con el Ministerio de Ciencia Ficción y no con el de Ciencia e Innovación.


«Ha sido muy pernicioso que los centros de investigación hayan estado cerrados tanto tiempo»

Por otro lado, los científicos somos afortunados porque, pese a los años de penuria de presupuesto que han asolado nuestro sistema científico, todavía tenemos grupos de investigación que pueden tener papeles relevantes en el desarrollo de vacunas contra el SARS-CoV-2 como pueden ser, por ejemplo, los laboratorios de los Drs. Mariano Esteban y Luis Enjuanes, ambos trabando en centros de investigación de la Comunidad Autónoma de Madrid. Creo también que la actitud de los científicos y sus centros de investigación ha sido muy positiva en cuanto a ofrecer ayuda para el diagnóstico de esta enfermedad. Aquí en Madrid, por ejemplo, tienen el caso protagonizado por la excelente labor del Dr. José Manuel Bautista de la Universidad Complutense de Madrid. Y, afortunadamente, hay ahora muchos más, tanto en Madrid como en otras regiones. Y tampoco hay que olvidarnos de la investigación a pie de cama que se tuvo que hacer para intentar adivinar cómo paliar los efectos más graves de la Covid-19 en los pacientes que ingresaron en las UCIs.

«A veces parece que estamos tratando con el Ministerio de Ciencia Ficción y no con el de Ciencia e Innovación»

¿Algún otro consejo para las autoridades sanitarias y científicas y/o para la población en general? –Para la población en general lo dicho antes: esto no ha pasado, sigan adoptando las pautas de distanciamiento social y de protección que se les han dicho. Manténganse alerta en todo momento. En cuanto a las autoridades, que esto puede volver a pasar. Hay que cambiar la política de recortes en nuestro sistema sanitario y corregir déficits que hemos visto: problemas en atención primaria, déficit de especialistas en ciertas disciplinas (epidemiólogos, internistas) y un número insuficiente de UCIs y personal sanitario. Y también que, para solucionar este tipo de problemas biosanitarios hay que tener un sistema científico y tecnológico robusto. ¿Esta pandemia cambiará la forma de entender la vida en sociedad? –Me temo que no. ¿Hay alguna lección que se pueda sacar de todo esto?Que seguimos siendo vulnerables. Pensábamos que las enfermedades infecciosas eran algo del siglo pasado o de los países pobres, pero siguen estando ahí y, de hecho, de forma más peligrosa que antes dado el alto grado de movilidad entre países e incluso continentes que tenemos. Y es también una buena lección para aquellos antivacunas que se habían olvidado de los efectos trágicos de algunos virus como el de la polio y el sarampión.

Sugerencias literarias : Marco Aurelio, Vargas Llosa y Nickolas Butler

¿Alguna sugerencia de lecturas para estos tiempos difíciles? –Pues me sumo a usted, Dr. Rojas, que recomendó leer a estoicos como Marco Aurelio. También recomendaría “Amor en Tiempos del Cólera, no solo porque es un libro que está asociado a una enfermedad sino, sobre todo, porque Gabriel García Márquez junto con Vargas Llosa es uno de mis autores preferidos de siempre. Y hablando de él, “La Guerra del Fin del Mundo, porque, aunque de forma muy distante, nos dice mucho del fanatismo que se está desarrollando en nuestras sociedades acerca de lo científico. No hay que olvidar que su protagonista, Antônio Conselheiro, consideraba una herejía hasta el sistema métrico decimal. Y algo de esto también tiene uno de los libros que acabo de leer, “Algo en lo que Creer”, de Nickolas Butler, no les voy a decir de qué va; sólo que se sorprenderán de que cosas, como las que cuenta dicho libro, todavía estén pasando en pleno siglo XXI en países desarrollados.

«La desescalada científica tuvo que hacerse mucho antes»

PERFIL BIOGRAFICO DE XOSE BUSTELO: Es vicedirector del Centro de Investigación del Cáncer (CIC) de Salamanca, líder de grupo del CIBERONC en el CIC y presidente de la Asociación Española de Investigación sobre Cáncer (ASEICA). Se doctoró en la Universidad de Santiago de Compostela y fue Research Scientist en el Bristol Myers Squibb Pharmaceutical Research Institute (Princeton, New Jersey, USA) y Assistant Professor en el Department of Pathology de la State University of New York (Stony Brook, New York, USA). Es miembro de la Real Academia Gallega de las Ciencias. Para finalizar, muchas gracias por aceptar esta entrevista ¿qué tal se encuentra y dónde y cómo pasó el confinamiento? De nada, ha sido todo un placer. Pues, afortunadamente, nos encontramos bien a pesar de que Salamanca, la ciudad en donde vivimos, ha sido bastante afectada por la Covid-19. Y la familia también bien, aunque mis hijos han permanecido durante estos meses en claros epicentros de la pandemia, Madrid y Londres. No nos podemos quejar, hemos tenido suerte en este aspecto. El confinamiento lo hemos pasado aquí en Salamanca, encerrados básicamente en nuestra casa y tele-trabajando. En mi caso, al menos, sí he tenido la oportunidad de ir periódicamente a mi lugar de trabajo, el Centro de Investigación del Cáncer de Salamanca, para comprobar que todo estaba correcto y, sobre todo, para dejar puesto a punto la Unidad de Genómica para que pudiese llevar a cabo los análisis de Covid-19 por PCR cuando se solicitase por parte de las autoridades sanitarias correspondientes.

 

 

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