«El Albondiguilla» (PP) entra en la cárcel de Alcalá Meco pero Boadilla no se altera: repercusión en Majadahonda y Pozuelo

LIDIA GARCIA. «Las condenas no alteran la burbuja del PP en Boadilla, el kilómetro cero de Gürtel. Indiferencia en la rica localidad madrileña ante la entrada en prisión del exalcalde de la Gürtel» son los titulares del reportaje que el periodista Víctor Honorato ha publicado este sábado 23 de abril (2022) en Eldiario.es. Y es que «condenado a 36 años de cárcel y a pagar más de 6 millones de euros por prevaricación, fraude, malversación, blanqueo de dinero o asociación ilícita, entre otros delitos asociados a la operación Gürtel, el alcalde de Boadilla del Monte entre 2000 y 2009, Arturo González Panero, ‘El Albondiguilla’, tenía de plazo hasta el viernes para ingresar en prisión. Entró, efectivamente, a última hora de la tarde«.  Con él se cierra el círculo: los tres alcaldes del PP más influyentes del Oeste de Madrid ya están encarcelados: Willy Ortega «el Rata» (Majadahonda), Jesús Sepúlveda, ex marido de Ana Mato (Pozuelo) y ahora Arturo Panero «El Albondiguilla» (Boadilla).

Sin embargo, «el suceso penitenciario, que sirve de broche simbólico a una de las principales patas de la gran investigación de la corrupción del PP de principios de siglo, ha pasado sin pena ni gloria por la localidad, segundo municipio más rico de España tras el limítrofe Pozuelo, según el INE, y epicentro del terremoto Gürtel. Los populares han gobernado con mayoría absoluta con Panero y después de Panero, cuando la corrupción de Boadilla abría telediarios y ahora que las causas judiciales se acercan a su fin», concluye el reportaje.

DINERO EN SUIZA, PROPIEDADES EN MARRUECOS Y MIAMI. El hecho de haber sustraído «durante la tramitación de la causa una elevada cantidad de dinero» que tenía en una cuenta en Suiza en 2012, «de la que no se ha tenido más noticias y de la que ha eludido dar explicaciones de un modo satisfactorio» ha forzado su ingreso en prisión por riesgo de fuga. El ex alcalde del PP cuenta «con un entramado societario, con propiedades en Miami y Marruecos y que podría hacer uso del mismo para facilitar su fuga dado que no hay constancia de que dicho patrimonio en el extranjero haya sido bloqueado», señala la Fiscalía. González Panero alega para no entrar en prisión que tiene arraigo familiar –vive con sus dos padres, que están enfermos, y tiene dos hijas– y laboral, al trabajar de asesor energético y disponer de 150 clientes, pese a haber «sufrido» 13 «duros» años «sin oportunidades laborales«. También asegura que ha hablado con prestamistas para poder reparar el daño, «pero las condiciones no eran admisibles«, informa la agencia Efe.

REPERCUSION EN POZUELO: “En Pozuelo vivimos en una especie de burbuja”, reconoce el jueves a mediodía Marcelo Serpa, de 19 años, que toma un refresco en una terraza de la avenida del siglo XXI, donde todavía se aprecian las huellas de la corrupción. En esta vía, en la que se concentran varios locales de restauración, siguen tapiados más de 30 bajos comerciales cedidos gratuitamente a la trama, hoy embargados. También pasa por allí el metro ligero, cuya construcción estuvo precedida de intercambio de maletines a cargos populares, aunque en este caso el mangoneo se produjo en el marco de la trama Púnica. Esto Marcelo no lo sabe, en cualquier caso, porque es joven. Tampoco su amigo Adrián González, de la misma edad. Ambos son estudiantes de periodismo en la privada Universidad Europea de Madrid. Dicen que no se acuerdan, pero señalan que en Pozuelo “económicamente y en cuanto a la seguridad se está muy bien”, señala el artículo.

REPERCUSION EN MAJADAHONDA: «Para que la Gürtel estallase y para que, casi 15 años después, Panero entre en prisión, fue indispensable la denuncia de José Luis Peñas, el concejal de Majadahonda que durante dos años grabó al líder de la trama, Francisco Correa, presumiendo de amaños. Peñas, arrepentido, pero aun así condenado, espera hoy a que se resuelva la petición de indulto que formuló en 2020, y que apoyan la fiscalía y el Tribunal Supremo. Sobre el escaso poso ciudadano que parece haber dejado la Gürtel, apunta, en clave sociológica: “Majadahonda y Boadilla son muy especiales. Hay un índice económico muy alto y un perfil desde el año 2000 de gente que tiene buen estatus económico, que provienen del sur-sureste de Madrid y quieren olvidar su pasado en el cinturón rojo [Boadilla linda con Alcorcón al sur]”. Peñas calcula que son necesarias “un par de generaciones democráticas para que la gente no se deje engañar”, añade.

Y concluye: «Obligado por la vorágine que supuso la Gürtel, el Ayuntamiento acabó personándose en la causa. Esta semana, conocida la orden de entrada en prisión, el PSOE propuso aprobar una declaración institucional de condena a la corrupción municipal entre 2003 y 2007. El texto reclamaba que los responsables del PP pidiesen perdón y se comprometiesen a que el partido devuelva lo defraudado. También, agradecer a José Luis Peñas que denunciase los hechos. La Junta de Gobierno local que ahora encabeza Javier Úbeda (15 ediles de 25) la rechazó por unanimidad. El portavoz socialista, Alfonso Castillo, asegura que no se lo esperaba: “Me he quedado un poco chafado”.