«Los Ayuntamientos como el de Majadahonda han ido perdiendo su calidad y objetivo de servidumbre total al contribuyente y cada uno hace de su capa un sayo, lo que traduciéndolo quiere decir que se han infectado de autoridad y solo ellos, y nada más que ellos, son los que se creen en posesión de la verdad».

JOSE MARIA BABOT VIZCAINO. (11 de marzo de 2025). Los Ayuntamientos. De siempre he creído, y aún lo creo, que los estamentos oficiales, y más los Ayuntamientos en general, se deben a sus vecinos, mal que les pese.Y lo creo desde que una persona, dijo o escribió, y quedó de forma ya oficial y perenne, que estos estamentos son los que mandan y en ciertas localidades medianas o pequeñas (como Majadahonda) son la entidad más cercana al ciudadano. Sin embargo, y por defecto, estos centros oficiales han ido perdiendo su calidad y objetivo de servidumbre total al contribuyente y cada uno hace de su capa un sayo, lo que traduciéndolo quiere decir que se han infectado de autoridad y solo ellos, y nada más que ellos, son los que se creen en posesión de la verdad. Por eso hacen lo que creen más pertinente y cuando les place, y ya les podemos decir y chillar, que son un coto cerrado, tan cerrado, que casi, en algunos ayuntamientos, ni ellos mismos se aclaran en determinadas discusiones. 

José Mª Babot Vizcaíno

NO SE DAN CUENTA ESTOS CENTROS MUNICIPALES DE QUE SOMOS LOS VECINOS LOS QUE LES PONEMOS Y QUITAMOS, los que les pagamos unos sueldos que ya los quisieran otros trabajadores, y que si nos quejamos de algo, normalmente es que tenemos más razón que un santo. La pena, lo que es pena, es que ahí dentro hacen de su capa un sayo, como si ostentasen las mentes más veraces del mundo. Pues tampoco. Tenemos aquí, en nuestra ciudad de Majadahonda, un Ayuntamiento que cuando le pluga hará lo que le pluga, sin contar con nadie, sin decírselo a nadie, sin dar tres cuartos al pregonero. Nuestro Ayuntamiento deja dormir las cosas, pero no para pensárselas, porque hay cosas que colgando parecen bolsas y vueltas del revés, bolsas se quedan otra vez al fin y al cabo.

Estos continuos retrasos los justifican diciendo que harán las cosas o promesas pendientes solo si lo creen conveniente, o las harán cuando ellos quieran. Es decir, de una forma absoluta y sin rodeos, que quien manda es el/la alcalde/sa y sus concejales del Equipo de Gobierno y nadie más. Y que las cosas se harán cuando ellos quieran. Así de claro. Ni más ni menos. Y no solo es este Ayuntamiento. El mundo está cuajadito de este tipo de oficialidad, y por eso, entre otras cosas, así va el mundo.

Majadahonda Magazin