El concejal Troitiño (izq) dejó hecha la planificación del nuevo cementerio pero fue cesado por el alcalde en Urbanismo. La nueva concejala Vanesa Bravo (der) se llevó su «gloria»

JULIA BACHILLER. El Grupo Municipal Socialista formuló en 2020 una pregunta al Equipo de Gobierno PP-Vox sobre la situación del cementerio. Y la respuesta la dio el entonces concejal de Urbanismo, Manuel Troitiño. Un año después, la «gloria» se la ha llevado su sustituta, Vanesa Bravo, que ha sido quien ha presentado el proyecto de nuevo cementerio, ya que el edil fue cesado por el alcalde por el «caso Aedas» y enviado a los «avernos» de la Casa de Cultura. La respuesta de Troitiño fue entonces la siguiente: «Como continuación a la información que le facilité el pasado mes de septiembre y que tanto juego mediático alcanzó, le manifiesto lo siguiente: La construcción del actual cementerio data del año 1975 y constaba entonces de 433 fosas y 669 nichos. La población de Majadahonda no alcanzaba por entonces los 10.000 habitantes. En el año 2013 tiene lugar la última ampliación del cementerio incorporando a éste 120 nuevas fosas, así como 468 nichos y 360 columbarios. En la actualidad el cementerio tiene una capacidad de 743 fosas, 2.001 nichos y 408 columbarios, la población de Majadahonda se encuentra ahora cercana a los 72.000 habitantes. A finales de 2019 se lleva a cabo una exhumación general que favorece la existencia de 106 nuevos nichos libres». 


Julia Bachiller

«La situación actual nos indica que la disponibilidad, después de la última exhumación general es la siguiente: 

Enero 2020: Nichos: 112. Columbario: 100. Fosas: 38. 

Por otra parte las unidades ocupadas en los últimos años han sido:

2017: Columbarios 38. Nichos 32. Sepulturas 8.

2018: Columbarios 36. Nichos 38. Sepulturas 9.

2019: Columbarios 39. Nichos 45. Sepulturas 9″.

«Si extrapolamos las cifras de las unidades de enterramiento, conforme a las modalidades disponibles en el cementerio municipal, difícilmente cubrirían la demanda más allá de los próximos dos años y medio. No obstante, podrían llevarse a cabo nuevas exhumaciones de carácter general que favorecerían nuevos espacios, en especial de nichos, y sencillas adaptaciones para nuevos pabellones de columbarios. La situación que se plantea con estos datos y teniendo en cuenta que la existencia del Hospital Puerta de Hierro es un elemento con una importante incidencia (aumenta el número de muertos enterrados en Majadahonda), pasan por el análisis y la toma de decisiones teniendo en cuenta lo siguiente: En el año 2017 se adjudicó la redacción de un proyecto de ampliación de la capacidad del cementerio dentro de sus actuales límites, con la finalidad de prolongar la vida útil por un espacio de tiempo de entre 4 y 5 años y que, por ese tiempo, resolvería satisfactoriamente el programa de  necesidades existentes. El proyecto estaría pendiente de algunas correcciones menores que de la documentación existente se observaron y de recibir el informe técnico favorable», añade el concejal Troitiño. 

«Se ha valorado el tiempo de licitación y el presupuesto del mismo. La ampliación de los actuales límites, sobre terrenos colindantes,  es una posibilidad que en este momento no consideramos prioritaria teniendo en cuenta que son suelos urbanizables, con predominio del uso residencial y privado, por lo que habría que recalificar los terrenos o iniciar un expediente de expropiación. La posibilidad de que el equipo de gobierno está manejando como opción prioritaria es la tramitación de un Plan Especial de Infraestructuras Públicas que  pasaría por ser una modificación menor, creando en suelo no urbanizable una red pública de infraestructuras municipales de interés público y social. No podemos soslayar desde la óptica legal y la aceptación general, que un cementerio, por motivos sociales y sanitarios, no debe estar en una zona inferior a 500 metros del suelo urbano consolidado. Como recordatorio, en abril de 2018 se encargó a través de un contrato de servicios, la redacción del proyecto de modificación puntual del PGOUM para localizar la mejor ubicación desde el punto de vista urbanístico y con la intención de ordenar en torno a los 50.000 m2.  La aprobación inicial fue sometida a la consideración del Pleno sin la necesaria aprobación. Una vez que el Plan Especial se haya  tramitado, se legitima la ejecución material de la infraestructura, cuya tramitación y autorización le correspondería al propio Ayuntamiento, siendo ésta la fase en la que nos encontramos», concluye el concejal. 

Majadahonda Magazin