MANU RAMOS. El cuartel de la Guardia Civil de Majadahonda se encuentra en una instalación provisional desde hace 13 años, según han trasladado a MJD Magazin varios vecinos que han acudido a esta institución a presentar sus denuncias. La hemeroteca recuerda que este edificio fue inaugurado por el entonces ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, en el año 2009. Sin embargo, desde entonces, el mobiliario que en él se encuentra proviene en su totalidad de donaciones de empresas privadas y actualmente está en régimen de alquiler a la empresa Afar 4. La denuncia que ha llegado hasta esta redacción en este caluroso mes de julio de 2022 es que el mencionado cuartel lleva sin calefacción y sin aire acondicionado desde hace más de 2 años, llegando en estos días de ola de calor a registrar en algunas zonas del interior de las dependencias a temperaturas superiores a los 35 grados.

«La instalación carece de las más mínimas medidas de seguridad, empezando por la falta de calabozos, lo cual lleva a mantener a las personas detenidas en circunstancias inadecuadas», señalan estos vecinos que han visto «in situ» el estado del edificio. De hecho, cuando han ido técnicos a arreglarla no han podido. «Fue imposible, el sistema de aire frío está totalmente averiado, es necesaria su sustitución completa», señala una fuente relacionada con el sector del frío que ya ha acudido en otras ocasiones para intentar solucionar lo que ha quedado obsoleto por falta de mantenimiento, lo que lleva a los agentes a padecer una «nevera» en invierno y un «infierno» en verano.

«Este acuartelamiento atiende a una población de unas 72.000 personas en Majadahonda, ciudad que se caracteriza por su elevado nivel de renta per cápita, pero la imagen que transmite de una de las instituciones mejor valoradas de España es sencillamente penosa», declara otro usuario que ha pasado por allí en esta primera quincena de julio. Las deficiencias en la instalación han sido denunciadas en numerosas ocasiones tanto por los vecinos que acuden allí a tramitar sus denuncias como por los propios agentes, habiéndose anunciado en varias ocasiones la futura construcción de un acuartelamiento que hasta ahora el Ministerio del Interior jamás ha materializado, con el consiguiente hartazgo entre los vecinos e integrantes de la benemérita. Ni siquiera el hecho de que la actual delegada del Gobierno, Mercedes González, residente en Majadahonda y pareja del que fuera secretario general del PSOE de Majadahonda, Javier Vales, ha podido mover «un dedo» en favor de la mejora de este acuartelamiento, no ya para poner la primera piedra del futuro edificio sino para al menos arreglar el «aire acondicionado» e impedir que denunciantes, agentes y delincuentes que allí permanecen añadan a su trabajo, sufrimiento o pena el agravante de permanecer «asados a la parrilla».guardia civil guardia civil guardia civil