MANU RAMOS. «En fechas recientes (3 mayo 2022) el vecino Julio Hernánz Cabilla, Arquitecto Técnico de gran experiencia, que ocupó –hasta su jubilación hace 5 años distintas funciones en los Servicios de Urbanismo y de Obras y Mantenimiento, se dirigió al Sr. alcalde en una carta abierta en la que analiza -con conocimiento de causa y excelentes argumentos- el proceso en que estamos inmersos y que conlleva la demolición injustificada y cruel de un edificio que puede ser reparado sin grandes alardes técnicos, un gasto asumible y un tiempo de ejecución relativamente corto. Además incide en que, durante décadas, las partidas presupuestarias destinadas al necesario mantenimiento de los edificios públicos del municipio –incluida la piscina Huerta Vieja– han sido claramente insuficientes provocando su progresivo deterioro hasta llegar a las circunstancias actuales», señala el escrito entregado al Defensor del Pueblo por la Asociación de Afectados por el Cierre de la Piscina Huerta Vieja de Majadahonda este martes 7 de junio (2022). Con ello alude a su carta, que fue publicada en MJD Magazin, medio en el que sus diferentes entregas obtuvieron miles de visitas y que aún puede consultarse en su hemeroteca.
El escrito al Defensor del Pueblo explica que «el Sr. Julio Hernánz terminó su actividad laboral en el Ayuntamiento por jubilación el 31 de agosto de 2017, tras diez años como funcionario interino adscrito a la Concejalía de Urbanismo. Durante ese periodo desempeñó distintas funciones en el Servicio de Urbanismo y en el Servicio de Obras y Mantenimiento. En este último desarrolló fundamentalmente actividades relacionadas con el contro de proyectos y obras municipales, tanto las de nueva ejecución (Biblioteca Francisco Umbral, Piscina cubierta del Polideportivo 7, Plaza de la Constitución, Nuevo Edificio para la Policía Local...) como las de adecuación, rehabilitación o ampliación de otros centros. Desde el 29 de abril de 2016 se le asignaron las responsabilidades correspondientes a la Jefatura de ese servicio, que estaba vacante por jubilación de su anterior titular”.
«¿Cómo es posible que si el problema de corrosión de una parte de los pilares era ya conocido ya que lo habían tenido –y se había solventado sin problemas– hace unos años, no se dieran cuenta de que ello podía estar sucediendo en el resto de la estructura?. ¿Cómo no se tomaron entonces medidas de revisiones intensivas tomando en cuenta las características especiales de una piscina cubierta?. ¿Realmente quieren que creamos que el deterioro actual detectado por los responsables de los informes se ha producido apenas en unos pocos meses, habida cuenta de que los usuarios estuvimos haciendo uso de la piscina en nuestras clases hasta finales del mes de junio de 2021?», se preguntan los firmantes del escrito al Defensor del Pueblo.
Y concluyen: «En la actualidad, en Majadahonda, existen otros dos polideportivos con piscina cubierta que el equipo de gobierno considera “municipales”. Son centros municipales de gestión indirecta, en los que el Ayuntamiento no ha tenido ni siquiera capacidad de dar una buena solución para integrar en ellos a los usuarios afectados por el cierre de la piscina municipal. En los meses de enero, febrero y marzo de este año se han realizado concentraciones de afectados y vecinos tendentes a llamar la atención del Ayuntamiento, con la esperanza de que atendiera nuestras reclamaciones acerca del porqué de la decisión de demoler en vez de reparar sin que exista ningún informe técnico que avale la demolición, tratándose –desde el punto de vista de los reclamantes- de una decisión política inexplicada hasta el momento».