ELENA MARTICORENA. Fueron tres periodistas conocidos y reconocidos en la prensa española los que acudieron este miércoles 23 de febrero (2022) al foro de debates de «Cultura Commodore«, el antiguo restaurante «Mayte» de El Viso en la calle República Argentina y hoy reconvertido en lugar de moda con comida fusión mexicana. Y el aniversario era algo curioso: 23-F, siglas que acuñaron el último golpe de Estado en España. «Queridos amigos: en primer lugar, quiero agradeceros el poder compartir con vosotros el desayuno Commodore dedicado al periodismo que se hacía en tiempo del 23-F. Mi idea es hacer un desayuno entre amigos, donde se trufen los recuerdos con los modelos de aquel periodismo, que cada vez parece más alejado de lo que se hace hoy, pero que, en cambio, mantenéis desde vuestros medios, con esos estándares de calidad que entroncan directamente con aquellos tiempos gloriosos de la buena información. Asisten: José Manuel González Huesa (director de Servimedia), José Luis Barceló (director de El mundo financiero) y Federico Utrera (editor de Majadahonda Magazin)», señalaba el también profesor y periodista David Felipe Arranz durante su presentación. Y como la intervención de Federico Utrera se publicaba en una noticia aparte, esta vez es el turno de los otros dos ponentes:
Jose Luis Barceló: «En la actualidad hay «microgolpes de Estado» como los que hemos podido ver en EEUU con Donald Trump o en nuestro propio país con el Partido Popular. Y centrando el papel de la prensa del 23-F, creo que entonces el periodista cumplía una misión que era esperada con ansiedad por la población; en las radios, en los periódicos, en la televisión. Sin embargo, su labor en la actualidad se ha visto afectada por una forma de transmisión de la información que no es solo a través de los medios, sino a través de las redes sociales o el denominado «periodismo ciudadano». De alguna manera se ha producido una falta de lealtad y además encontramos pocas sorpresas en la información porque cada día muchos periódicos abren con las mismas noticias».
José Manuel González Huesa: «Yo recuerdo perfectamente el 23-F porque estaba en casa estudiando un examen de primero de periodismo y mi madre tenía de fondo la radio encendida. Escuchaba la Cadena Ser y de repente recuerdo escuchar el estallido de las balas en el techo del Congreso de los Diputados. Y aquí destaco el papel de los medios de comunicación que fue determinante y extraordinario. La población estaba colapsada e impactada, no sabía lo que iba a pasar y la prensa trató de transmitir todo lo que iba aconteciendo. Además, hasta la madrugada no llegó el mensaje tranquilizador del Rey, por lo que su papel fue crucial. Al día siguiente, los periódicos salieron con ediciones especiales, a pesar de la falta de información por el secuestro de los diputados. Y quiero resaltar que además los periodistas eran privilegiados porque había pocos corresponsales en el Congreso de los Diputados, y por eso tenían contacto directo con las fuentes políticas y militares. Lo mismo con las ruedas de prensa, a las que acudíamos como mucho media docena de periodistas. Otra diferencia que se puede ver en la prensa es que entonces había editores muy comprometidos con la transmisión de la información. Los periodistas nos hemos ido adaptando y evolucionando pero creo que los propietarios y editores de los medios de comunicación son los que realmente han cambiado».
Los grandes cambios de la prensa. Jose Luis Barceló destacó así la ansiedad que los usuarios tienen por conocer la información que se trasmite a través de las redes sociales: «La información ya no llega a los consumidores desde los propios medios de comunicación sino a través de enlaces, post o tuits de las redes sociales. Esto desfigura nuestro trabajo y no podemos ir más rápido que las redes porque las noticias caducan antes de que salgan en los periódicos«. También habló de la transparencia que existe en la actualidad con la prensa digital, en comparación con la prensa analógica de la Transición, porque con los numerosos medios actuales es mucho más complicado «tapar» o «contener» ciertas informaciones. Finalmente José Manuel González Huesa reiteró el decisivo papel de los editores, que en la época de la Transición eran una figura bien diferenciada del director. «Los periódicos eran dueños de lo que distribuían mientras que ahora la información fluye desde la propia sociedad». Destaca el excelente papel del periodismo en España pero recuerda que convive con un entorno de redes sociales que llegan antes que los propios periódicos pero con menos fiabilidad. «La sociedad debe aprender a discernir el grano de la paja, a saber que una cosa es la información que le llega desde las redes, que no está completa ni contrastada, y la que puede obtener de los propios medios de comunicación».