LIDIA GARCIA. «Hasta ahora, el único centro que atendía estos casos de agresión sexual era el Hospital de La Paz; ahora, se amplía la oferta con la incorporación de hospitales por toda la región: Ramón y Cajal, Infanta Leonor, Gregorio Marañón, Central de la Defensa, 12 de Octubre y Clínico San Carlos. Pero también los de Puerta de Hierro-Majadahonda, Fuenlabrada, Fundación Alcorcón, Getafe, Infanta Sofía (San Sebastián de los Reyes), Rey Juan Carlos (Móstoles), Príncipe de Asturias (Alcalá), Severo Ochoa (Leganés), Henares (Coslada), Infanta Cristina (Parla), Sureste (Arganda) o Villalba». La periodista Sara Medialdea de ABC ha desvelado la nueva función sanitaria del hospital majariego en un reportaje titulado «Mujeres violadas: un nuevo protocolo fija primero la atención médica y luego la policial. Se prioriza el cuidado de la víctima y reduce los trámites tras sufrir una agresión sexual«. Y añade: «Cuando una mujer es violada , al trauma y el dolor sufridos se unen otros que vienen después. Entre ellos, los de un sistema que la impone acudir a Comisaría a presentar una denuncia sin haber recibido atención médica y sin haberse podido cambiar de ropa o lavar. Los responsables sanitarios, de justicia y policiales se han pasado más de un año trabajando para cambiar esta dura realidad: han elaborado un nuevo protocolo de asistencia sanitaria urgente a mujeres víctimas de violencia sexual que pone la prioridad en su atención médica.


«Tener que ir a poner la denuncia en las dependencias policiales sin poder siquiera lavarse era hacerlas sufrir una doble victimización», explica Juan Carlos Diezma, médico salubrista de la Dirección General de Salud Pública y miembro del grupo coordinador para la elaboración del nuevo protocolo. Éste, que se pondrá en marcha tras el verano, establece novedades importantes a la hora de ocuparse de las víctimas. Está pensado para mujeres de 16 o más años que hayan sufrido agresión o abuso sexual.

«La primera novedad es que la víctima va, antes que nada, al hospital. Y allí no sólo se la trata médicamente, sino que comienzan a seguirse los pasos para el posterior proceso judicial por la agresión. Se le da preferencia a la atención sanitaria urgente, y sólo después se pone la denuncia. El personal clínico y el forense trabajan de forma coordinada con los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad. Las muestras que tengan interés médico-legal deberán ser entregadas al médico forense, que actuará de acuerdo con el procedimiento de custodia. Si la atención a la víctima se realizara en las urgencias extrahospitalarias, hasta su entrega al forense serán los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad los que se responsabilicen de la cadena de custodia de las pruebas. Ahora se abre un periodo para formar a los profesionales que van a aplicar este nuevo protocolo, tanto personal sanitario como de los ámbitos judicial y policial», concluye.

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