LIDIA GARCIA. El científico Ricardo Molina Moreno, responsable del Laboratorio de Entomología Médica del Instituto de Salud Carlos III, en Majadahonda (Madrid), ha declarado al periódico canario «El Día» que están llegando aves migratorias a Europa portadoras del virus de Crimea-Congo, que pueden infectar a nuestras garrapatas Hyalomma y a la fauna silvestre (ciervo, gamo, jabalí). «Ha habido tres casos, dos de ellos mortales, en 2016 y 2018″, indica Molina en este reportaje, que recoge la opinión de varios epidemiólogos. «Se está empezando a ver que las garrapatas que transportan las aves migratorias de África a Europa, algo que siempre ha ocurrido, ahora sobreviven porque el clima es menos frío y están formando poblaciones permanentes», afirma su colega Estrada-Peña, que estudió el virus la primera vez que se detectó en España. «Así ha ocurrido en Alemania, Austria, Hungría y Reino Unido«, agrega. España tal vez sea ya su 5ª colonia en Europa. No obstante, hoy por hoy, la garrapata con mayor incidencia en la población humana es Ixodes ricinus, transmisora de la borreliosis de Lyme y de la encefalitis; en España se encuentra restringida a la franja Norte debido a sus exigencias ambientales, y el escenario climático previsto a 50 o 60 años vista «hará que encuentre menos lugares apropiados para sobrevivir en España«.


Mosquito tigre

El dengue, por ejemplo, ya está produciendo casos en España. «No es ajeno a nuestro país, como no lo son los vectores implicados en su transmisión», dice Andrés Iriso. El transmisor típico, Aedes aegypti, no está en España (apareció en Fuerteventura y fue erradicado), pero sí se ha establecido en la península Aedes albopictus, el mosquito tigre, que también transmite el virus y que, según Ricardo Molina, ha llegado para quedarse. «Ya está por todo el litoral mediterráneo y ha ido apareciendo en Cáceres, Badajoz, Córdoba, Sevilla, las tres provincias vascas, Madrid, Aragón… Cada vez va a estar en más sitios y va a ir apareciendo por todo el Norte». Es un mosquito de zonas cálidas, y España cada vez le resulta más acogedora. «En climas en teoría más adversos, sus huevos permanecen sin eclosionar en invierno hasta que las condiciones son favorables. Y resisten temperaturas de hasta 10 grados bajo cero. Por eso se está expandiendo en todo el mundo».

«El dengue afectó a España en los siglos XVIII y XIX, muy ligado, sobre todo, al tráfico de barcos; desapareció hacia mediados del siglo pasado, junto con el vector que lo transmitía, el Aedes aegypti», explica Iriso. «Era una enfermedad olvidada, pero ahora el riesgo aumenta, lo tenemos todo a favor: emigrantes y turistas que pueden venir con el patógeno, y el vector que lo puede transmitir e infectar a otras personas», así como un clima cada vez más favorable para que el virus y su transmisor sobrevivan, proliferen y se difundan. Esta circunstancia se ha dado ya: «El año pasado tuvimos seis casos de dengue autóctono, sin duda relacionados con el mosquito, cinco en Murcia y otro en Barcelona«, detalla Molina. Lo mismo podría ocurrir con el zika y el chikungunya (en junio saltó la alarma por un falso positivo de tres turistas islandeses de visita en Alicante).

Mauricio Telenti Asensio, microbiólogo y médico de la unidad de Enfermedades Infecciosas del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), incide en una idea expuesta por Molina: «No todo es cambio climático. Hay infecciones que tienen que ver con los movimientos de personas, materiales y productos«. No obstante, admite que «la evolución hacia Europa de virus de África y de Asia, de algunos de ellos, como los flavivirus, sí es por cambio climático». Dicho esto, Telenti señala que «el problema está en el futuro cercano, en un horizonte de 20, 30 o 50 años. Respecto a las infecciones relacionadas con el cambio climático aún estamos viendo el inicio«, concluye. Leer más.

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