JORGE RUBIO. La estudiante de Periodismo Cristina San Román (UFV) ha convertido en protagonista gracias a su cámara al último de los veteranos pastores que junto a sus ovejas transitan por el Monte del Pilar: Antonio Robledo. Un pastor cuyo trabajo ha sido reconocido desde el Ayuntamiento de Majadahonda por su «amor por los animales» y su vínculo con el campo que posee la ciudad. «Antonio Robledo está a punto de dejarlo. Lleva muchísimos años en ello, lo ha disfrutado mucho, pero ya está cansado. Es un trabajo verdaderamente sacrificado. El pastor lo es 365 días al año, haga el tiempo que haga y pase lo que pase. Antonio lleva 11 años sin ir a algún sitio de vacaciones, aunque sean dos días. Y saca a las ovejas, en paseos muy largos, por lo menos dos veces al día. Las saca si hace calor, frío, viento o lluvia», relata. Y concluye: «El Monte del Pilar es uno de los pulmones de Madrid. Hasta hace 20 años, era de propiedad privada, pero se incorporó al Patronato Municipal de Majadahonda como “parque forestal de dominio público». El trabajo de un pastor «no conoce horarios ni festivos. Es una tarea dura. El día acaba con los animales descansando. También Antonio, quien a diario recorre este espacio natural que cada año recibe la visita de cerca de 15.000 personas», señala Cristina San Román.


Son 10 bellas fotografías publicadas en la revista Mirada 21 que ilustra con los siguientes textos: «Antonio Robledo arranca el día a las 6:30 h. Desde hace años, mantiene un centenar de ovejas y cabras en el Monte del Pilar (Majadahonda). El trabajo de Antonio contribuye a la limpieza y desbroce de la masa forestal, lo que ayuda a reducir el riesgo de incendios. Lo hace en silencio y sin ayuda. Antes se dedicaba a la construcción. Cuando se jubiló, decidió echar una mano a su hijo, que tenía unas cuantas ovejas. Ahora, es él quien cuida con paciencia y amor esos animales. Antonio Robledo arranca el día a las 6:30 h. Desde hace años, mantiene un centenar de ovejas y cabras en el Monte del Pilar (Majadahonda).“

«El acierto de haber mantenido el ganado ovino en el Monte del Pilar contrasta con otras prácticas que se perpetúan desde hace años, como la fumigación masiva con pesticidas en todo el área para combatir la procesionaria, algo que consideramos del todo innecesario”, señala el Grupo de Rehabilitación de la Fauna Autóctona y su Hábitat (Grefa), que tiene un Hospital de Fauna Salvaje en la zona. Antes se dedicaba a la construcción. Cuando se jubiló, decidió echar una mano a su hijo, que tenía unas cuantas ovejas. Ahora, es él quien cuida con paciencia y amor esos animales», concluye Cristina San Román. Leer más.

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