LOS AUTORES. *El libro «Majadahonda, Villa del Real de Guadarrama» se presenta en la Biblioteca Francisco Umbral de Majadahonda por el historiador Alfonso de Ceballos este lunes 14 de octubre (19:00 horas). Mientras tanto, la vida municipal se iba recuperando, aunque al principio fue bastante precaria: los libros de actas nos informan de la suspensión de varias sesiones ordinarias por falta de asuntos a tratar. Los gastos municipales estaban entonces reducidos al pago de los salarios del secretario municipal, médico –lo seguía siendo el doctor Calero–, practicante, veterinario, vigilante, recaudador de arbitrios de la recolección, y temporero. En 1943 se adquirieron los primeros muebles y enseres para alhajar las casas consistoriales, que seguían vacías de mobiliario. La primera máquina de escribir que tuvo el Ayuntamiento majariego, una Bar-Lock, fue comprada en la madrileña Casa Gaztambide en 1944. La plaza de alguacil-pregonero se creó en 1945, señalándosele un salario anual de 3.650 pesetas; su primer servidor fue don Eulalio Yudego Salgado.
CASI 10 AÑOS SIN FIESTAS (1936-1944). No hay noticia de la celebración de las fiestas locales hasta 1944, en que tuvieron lugar festivales taurinos; probablemente no las hubo durante los primeros años de la posguerra por el estado de ruina del pueblo y las enormes penurias de los vecinos. Ya de 1945 tenemos noticia de las fiestas del Santísimo Cristo de los Remedios, y de dos corridas de novillos en las fiestas de septiembre; en 1946 se celebraron solemnemente la Semana Santa y la quema del Judas, contratándose los fuegos de artificio con un pirotécnico de Madrid. La vida local iba recuperando el pulso de antes de la guerra. En 1950 se abrieron la taberna de Manuela Montero, el café y billares de la calle del Pozuelo, la tienda de ultramarinos, y el café bar de la carretera de Villanueva del Pardillo. A finales del mismo año se acometían las obras del Cementerio Nuevo -inaugurado en 1952-, y se iniciaba la reconstrucción documental del Registro Civil y del Juzgado. Dos años más tarde entraba en servicio la primera parte del sistema de alcantarillado general, y se reedificaba la vieja Casa del Curato. La modernidad llegaba al pueblo en 1952, cuando se inauguró en El Plantío un hotel con restaurante y bar americano, llamado Costa Azul…
LA UNION DE MAJADAHONDA, LAS ROZAS, POZUELO Y BOADILLA. En el verano de 1948 quedó constituida la Mancomunidad de Municipios integrada por los de Majadahonda, Las Rozas, Pozuelo de Alarcón y Boadilla del Monte, y cuyos fines eran los repartir entre ellos las obras públicas de interés común, y los transportes públicos. El obispo auxiliar de la entonces Diócesis de Madrid-Alcalá, visitó Majadahonda en mayo de 1952, y se le hizo un gran recibimiento, obsequiándosele con un refresco o lunch servido por la casa madrileña Viena Capellanes. La visita no era solamente pastoral, sino preparatoria de la llegada al pueblo de la venerada imagen de Nuestra Señora de Fátima, que fue llevada en peregrinación por Madrid y su provincia en noviembre de 1952. La imagen mariana llegó a Majadahonda el 16 de noviembre, siendo recibida devotamente por los majariegos, encabezados por su cura párroco don Faustino Botello Hernández, en la ermita del Santísimo Cristo de los Remedios. Desde allí la acompañaron todos al templo parroquial de Santa Catalina, donde se ofició una vigilia coronada por una misa solemne.
ESTE ACONTECIMIENTO CALÓ HONDO EN EL SENTIR DE LOS MAJARIEGOS, y por eso el Ayuntamiento, en sesión de 15 de noviembre, tomó el acuerdo de consagrar el pueblo al Inmaculado Corazón de María, y declarar a la Virgen de Fátima como alcaldesa honoraria de Majadahonda, sufragando los gastos de alojamiento y manutención de los sacerdotes que acompañaban a la imagen. Como recuerdo de esta peregrinación mariana, en la iglesia de Santa Catalina se levantó un altar en devoción de la Virgen de Fátima, cuya imagen en mármol blanco donó la empresa Mármoles Molina. Hacia 1960, Majadahonda contaba ya con más de 3.000 habitantes, y no solamente había recuperado el tono social y económico que tuvo antes de la guerra civil, sino que había progresado en ambos sentidos, triplicando su población. Y, si bien seguía siendo un pequeño núcleo rural, la cercanía a un Madrid en plena expansión territorial, cercanía acentuada por unas comunicaciones fluidas, hacía presagiar profundos cambios en el futuro inmediato. *El libro «Majadahonda, Villa del Real de Guadarrama» se ha publicado en septiembre de 2024 en formato digital e impresión bajo demanda. Para adquirir un ejemplar escriba solicitándolo a redaccion@majadahondamagazin.es y la editorial se pondrá en contacto con los solicitantes. CONSULTE OTROS CAPÍTULOS DEL LIBRO PINCHANDO AQUI.
Buenos días. Quisiera adquirir el libro “ Majadahonda, Villa del Real de Guadarrama”
Un saludo. Fernando García Durán.
Hola, como hago para tener la versión digital?
Solicito libro Majadahonda, Villa del Real de Guadarrama
Buenas tardes. Estaría interesada en recibir el libro Majadahonda, Villa del Real de Guadarrama». Muchas gracias. Un saludo