MARIANA BENITO. «Al nombrar este 9 de enero (2024) a Gabriel Attal como primer ministro, el presidente francés, Emmanuel Macron, recuperó la audacia y capacidad de sorprender de antaño. Attal, a los 34 años, es el primer ministro más joven de la V República. Esa fue la noticia en la prensa francesa e internacional. Pero también es el primero abiertamente homosexual. Y esta segunda circunstancia, aunque apareció destacada en algunos titulares internacionales», El analista español residente en París, Marc Bassets, escribía esta semblanza, pero era el periodista Luis Algorri quien recordó su relación con Majadahonda en un artículo publicado este 13 de enero (2024) en el periódico «Voz Pópuli»: «Gabriel Attal nació el 16 de marzo de 1989 en Clamart, un hermoso municipio situado en las cercanías de París, que es célebre por sus guisantes y que está hermanado con la localidad madrileña de Majadahonda. Gabriel es el mayor y el único varón de los cuatro hijos de Yves Attal, productor cinematográfico fallecido en 2015, y de Marie de Couriss, que trabaja también en una sociedad de producción que elabora vídeos corporativos. La familia es judía y tiene sus raíces en Túnez (el padre) y en Ucrania (la madre). Una familia muy bien situada económica y socialmente».
«Estamos ante lo que se suele llamar un niño prodigio. Un crío extremadamente inteligente e hiperactivo que siempre fue, en carácter y en intereses, por delante de su edad. Muchos dirían que siempre fue, desde chiquitín, un repipi como la copa de un pino. Seguramente no les falta razón. El niño Gabriel estudió en la prestigiosa y carísima École Alsacienne, un centro privado de París. Cuando acabó los estudios secundarios se matriculó en Derecho y en Políticas en la universidad Paris-Panthéon-Assas. Se licenció en 2012, con 23 años, y luego estudió diversos posgrados, singularmente en ciencias políticas y en asuntos públicos. Lo que se dice un pitagorín, pero tenía la virtud –rara entre los pitagorines– de caer bien. Era guapo, sabía sonreír, sobre todo sabía hablar, transmitía una cierta dulzura, no le faltaba sentido del humor y tenía don de gentes. Un polluelo de líder», señala el artículo.
EL «PARQUE CLAMART» Y LOS ALUMNOS DEL SARAMAGO (MAJADAHONDA) QUE VISITARON CLAMART. La propia ciudad de Clamart dedica un espacio a Majadahonda en su página web rememorando esta relación y la define así: «Majadahonda, 70.000 habitantes. Hermanada con Clamart desde 1988. Ciudad joven y dinámica situada a 16 kilómetros de Madrid y próxima al parque nacional de Sierra Guadarrama, cuenta con numerosas infraestructuras modernas y un rico patrimonio», dice el texto. El municipio majariego posee un espacio medioambiental con su nombre, el llamado Parque Clamart, donde residía antes de fallecer el vocal del Tribunal Constitucional, Fernando Valdés, y ahora lo hace su viuda y profesora de francés, Bernadette Verelst. La cantante Malú y su entonces pareja Gonzalo Miró, también vivieron allí, muy cerca del conocido restaurante chino Rong Hua. Un grupo de estudiantes franceses de Clamart visitó esta ciudad en 2018 «con el objetivo de profundizar en nuestra cultura y en el aprendizaje de la lengua española» y los 28 jóvenes, de 14 y 15 años de edad, se alojaron en casa de estudiantes majariegos del Instituto Saramago. Llevaron a cabo actividades como una sesión de patinaje en La Nevera, visita a GREFA y una ruta por el Monte del Pilar. El entonces alcalde, Narciso de Foxá y las concejalas de Educación, Fátima Núñez y Movilidad, Africa Sánchez los recibieron en el Salón de Plenos, antes de que partieran en un vuelo con destino a París. Por su parte, los alumnos del IES Saramago visitaron Clamart del 15 al 20 de marzo y allí se alojaron en casas familiares y realizaron actividades culturales, como una visita panorámica en barco por la capital del Sena.
HERMANAMIENTO DE MAJADAHONDA CON CLAMART. Por último, el periodista Roberto García escribió en 2020 esta bella semblanza titulada «Clamart y Ferencvaros, las ‘hermanas’ de Majadahonda»: «A todos los majariegos, como no podía ser de otra forma, Majadahonda nos parece la ciudad más bonita del mundo. Un municipio rodeado de naturaleza, con todos los servicios al alcance de la mano y a tiro de piedra de Madrid, la mayor urbe de España y una de las capitales con mejor oferta cultural y gastronómica de Europa. Es una delicia ir de tiendas por la Gran Vía o dar un paseo hasta la Iglesia de Santa Catalina Mártir, del mismo modo que todos hemos ido, en alguna ocasión, a relajarnos al Parque de Ferencvaros. Pero, ¿de dónde viene este nombre tan peculiar para un espacio ubicado en plena Comunidad de Madrid? Por supuesto, tiene una explicación, con más sentido de lo que parece. Y es que Majadahonda, como otras localidades del mundo, tiene enamorados y enamoradas más allá de las fronteras españolas. Tanto, que decimos que son “hermanas”. Es el caso de Ferencvaros, el distrito urbano número IX de la capital húngara, Budapest, y Clamart, un municipio (comuna, según la nomenclatura francesa) de la región de Isla de Francia. Ya cobra más sentido el nombre del parque, ¿verdad?».
LA CIUDAD FRANCESA DE LOS GUISANTES. «Clamart es un tranquilo municipio de 50.000 habitantes ubicado en el departamento de Altos del Sena. Igual que Majadahonda, está muy cerquita de la ciudad más grande del país, en este caso París, de la que únicamente distan 8,7 kilómetros. La ciudad está dividida en dos partes, separadas por la masa forestal del Bosque de Clamart. Por un lado, está el Bas-Clamart, centro histórico y corazón latente de la localidad, y por otro Petit-Clamart, una urbanización construida en los 60 en el terreno de unos campos en los que se cultivaban guisantes. Hay datos que hacen referencia a habitantes en la zona en tiempos prehistóricos, si bien no puede documentarse de manera fehaciente hasta el siglo VII, con el descubrimiento de una fortaleza real de dicha época. Clamart nos ha dejado, para la historia, las primeras fotografías aéreas en el mundo o el nacimiento de Alphonse Daudet, y ahora ofrece un lugar perfecto para el ocio y la tranquilidad a un paso de la Torre Eiffel y los Campos Elíseos. Ahora que ya sabéis un poco más sobre las “hermanas” de Majadahonda… ¿no os apetece planificar una escapada a alguno de los dos sitios?», finaliza el artículo.
es la tontería más supina que he leído.