JULIA BACHILLER. La Misa Mayor en honor de la patrona de Majadahonda y también de la Policía Local desde hace 11 años, Santa Catalina de Alejandría, se celebró este jueves 25 de noviembre (2021) a las 12:00 horas y registro una asistencia de fieles en el templo mayor a la de años anteriores. En su homilía, el párroco, Juan Francisco Pérez Ruano, comenzó anunciando que durante la tarde de ese mismo día las campanas tocarían en recuerdo de las mujeres víctimas de la violencia, para seguidamente recordar que “la mujer a la que estamos celebrando también fue víctima de la violencia”. Tras un recorrido por la historia de Santa Catalina, sus palabras se centraron en el significado de la espada que porta en una de sus manos, agradeciendo a la Policía Local esta ofrenda, que se realizaría al finalizar la misa: un arma del cual la talla de la parroquia carecía desde hacía años. Por ello, el párroco se dirigió a las fuerzas de seguridad: “Estáis sufriendo ahora mismo las consecuencias de unas leyes injustas”. Y tomando como referencia el significado de la espada, en el sentido “de liberar a los pueblos de la opresión, para que nadie caiga bajo el poder del pensamiento único, esto que nos intentan imponer a todos”, Pérez Ruano encomendó este deseo a la patrona de la ciudad. Y finalizó diciendo que «no se os olvide nunca, esto es una cosa muy importante, que sois servidores del pueblo”, a lo que añadió: “eso también se lo decimos a los políticos porque ¿cuántas veces se les olvida?”. Por último, reiteró este recordatorio: “Sois servidores del pueblo y estáis al servicio de los hombres”. Entre los asistentes destacaba la presencia de las autoridades del Ayuntamiento, altos mandos de la Policía Local y Guardia Civil, miembros de la UME y de Protección Civil.


Julia Bachiller

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UNA MUJER HACE DE «MONAGUILLO», EL «DIABLO» HACE DE LAS SUYAS EN EL TEMPLO Y SOBREDOSIS DE «INCIENSO» (Opinión). En este Día de la Mujer 2021 destacó en sus funciones de monaguillo Carolina Mena, ya que este cargo es desempeñado habitualmente por varones, pero que muy acorde con tan señalado día lo desempeñó esta jovencísima majariega de manera solitaria, atendiendo al servicio que requiere el altar. Por su parte resaltó la inestimable presencia del Coro de la Parroquia, pieza clave en el desarrollo de la liturgia por embellecer las celebraciones con sus voces y sus músicos. Pudimos comprobar que ahora cuentan con un violonchelo y un violín como nuevos integrantes y una vez más destacaron por su elevada calidad, que superan día a día. De manera anecdótica y sin querer enturbiar la solemnidad de la celebración, cabe resaltar que durante la homilía el párroco hizo mención a que el “diablo”, al que “no le gustan este tipo de celebraciones” andaba suelto por el templo, ya que al parecer las cosas no estaban saliendo según lo esperado. Fue algo que los asistentes no pudimos constatar, ya que la celebración no defraudó en ningún momento. Seguramente, y espero no ofender con mi consideración, el incienso esparcido al comienzo de la eucaristía desalojó el lugar de la presencia de cualquier mal. Así que, con todos mis respetos “Señor Cura, reduzca el consumo de «incienso” porque vamos a tener que hacer uso de luces antiniebla para poder distinguirnos en el interior de la iglesia.

Majadahonda Magazin