MANU RAMOS. «Fuentes municipales del PP, que gobierna en Majadahonda con mayoría absoluta, aseguran que estudiarán la propuesta una vez presentada pero que, de momento, el Ayuntamiento no puede actuar porque el monolito está en un terreno privado. El informe jurídico del PP sostiene también que el monumento “está ubicado en una propiedad privada” y que “no puede ser considerado un símbolo o monumento público” porque no está referenciado en documentos municipales como callejeros o planos ni se anima a su visita. La Ley de Memoria Democrática de 2022 -que reemplaza a la Ley de Memoria Histórica– establece que cuando estos elementos estén ubicados en “edificios privados o religiosos, pero que tengan proyección hacia un espacio público” su desmantelamiento depende de los propietarios o instituciones titulares. Fuentes del PP majariego afirman que restringir este tipo de actos es competencia de la Delegación del Gobierno«. Con estas palabras, la periodista Ana Puentes del diario «El País» recoge la posición del Grupo Popular ante la moción que presentarán en el pleno del Ayuntamiento de Majadahonda este mes de enero de 2024 tanto el PSOE como Más Madrid-IU.
La toma de posición forma parte del reportaje titulado «Grupos de ultraderecha homenajearán el sábado la Cruz fascista de Majadahonda, que el PP mantiene en pie desde 2015. El Ayuntamiento, con mayoría absoluta popular, incumple una moción aprobada por mayoría hace 8 años. El monumento es un homenaje a dos fascistas rumanos de la Guardia de Hierro que combatieron en la guerra civil», publicado este viernes 12 de enero (2024) y en el que el portavoz socialista, David Rodríguez «reconoce que el acuerdo no es jurídicamente vinculante”, en alusión a la moción aprobada en 2015, pero que tampoco es “ético” mantener el monumento. Sin embargo, no es fácil aprobar una nueva propuesta en el Pleno. De los 25 concejales del pleno municipal, 15 son del PP; 4 de Vox; 3 del PSOE; 2 de Vecinos por Majadahonda y 1 de Más Madrid-Izquierda Unida».
El portavoz socialista, David Rodríguez, ha declarado a El País que el Partido Popular lleva décadas “mirando para otro lado e incumpliendo el acuerdo del pleno de Majadahonda de 2015”. El acuerdo al que se refiere David Rodríguez fue una moción presentada por Ciudadanos, PSOE, Somos Majadahonda e Izquierda Unida para derribar el monumento antes de finales de 2015 e instalar en ese lugar un “nuevo monolito o placa conmemorativa” por la paz. La moción incluía también “la no permisividad” de concentraciones de grupos radicales. En aquel pleno hubo 13 votos a favor de los partidos proponentes y 12 abstenciones del PP. Pero nada cambió, ni cayó el monolito ni dejaron de celebrarse los homenajes fascistas. En 2021, un informe jurídico del PP justificó que el acuerdo municipal votado en 2015 era una “propuesta de actuación” y no “una resolución administrativa con efectos jurídicos directos”.
OTROS SIMBOLOS EN LA COMUNIDAD DE MADRID. «En la Comunidad de Madrid quedan al menos 200 símbolos franquistas, según la base de datos de debería desaparecer, una iniciativa de la Fundación Jesús Pereda, de CC.OO. Entre la lista hay 148 placas, 34 nomenclaturas de calles, 7 cruces, 6 escudos, 6 lápidas, 1 relieve, 1 escultura, 2 inscripciones y 4 grupos monumentales. Esta última categoría incluye el valle de Cuelgamuros; el Arco de la Victoria, situado en Moncloa; el Homenaje a José Calvo Sotelo, en La Castellana; y el monolito de Majadahonda a miembros de la Guardia de Hierro. Aunque las organizaciones de memoria señalaron, en un informe sobre las cruces franquistas en la región, que hay poca voluntad para retirar estos símbolos, hay algunas iniciativas en marcha. Javier Aunión (PSOE), alcalde de Lozoyuela-Navas-Sieteiglesias, trabaja en un proyecto para retirar un conjunto monumental de piedra -compuesto por un monolito, una cruz y dos figuras de yugo y flechas- construido en los años 50 “a los Caídos por Dios y por España” en terreno público. “Ya tuve una conversación con el Secretario de Estado de Memoria Democrática para ponerlo en marcha. Tendremos que abrir un expediente para hacer el cambio”, afirma Aunión. El PSOE, que gobierna con Podemos, también llevará al pleno la propuesta de cambiar el nombre de la calle que conduce al monumento: Calle de la Cruz de los Caídos. Las reuniones con el PP pronto empezarán a hablar de una de las cruces franquistas que quedan en la Comunidad», señala la noticia.
LA HISTORIA. «Nada ha conseguido derribar el monumento a los fascistas rumanos de la Guardia de Hierro, situado en el municipio madrileño de Majadahonda. Ni la Ley de Memoria Histórica de 2007, ni una moción del pleno municipal de 2015 y, por ahora, tampoco la Ley de Memoria Democrática de 2022 lo ha conseguido. El monolito, dedicado a Ion Mota y Vasile Marin, sigue allí y será el escenario este sábado de la tradicional convocatoria falangista en homenaje a los caídos. El PSOE rechaza este tipo de actos en el municipio y llevará al pleno el próximo 25 de enero una propuesta para retirarlo. La disputa es vieja y, mientras no se resuelva, allí se seguirán rindiendo homenajes fascistas y neonazis, año tras año. Este sábado está convocado por Falange Española de los Jons y no ha sido comunicado a la Delegación del Gobierno. Las tradicionales concentraciones en torno al monumento de cuatro arcos y una cruz han incluido en otras ocasiones actos religiosos, cantos y saludos fascistas y ondeamiento de banderas de Falange, de la Guardia de Hierro, de Rumanía y de España con el Escudo del Águila. Cuando estos grupos no están, otras personas entran al terreno, que no está vallado, y vandalizan el monolito. Una batalla silenciosa continúa sobre la estructura de piedra, 87 años después del acontecimiento que motivó su construcción. El 13 de enero de 1937, en plena Guerra Civil, murieron en combate Ion Mota y Vasile Marin, dos miembros del movimiento fascista rumano La Guardia de Hierro, que habían llegado a España para apoyar al bando sublevado. Una vez finalizada la Guerra Civil, se levantó en el municipio un enorme conjunto monumental para recordar a Mota y Marín, “caídos de Dios, de España y de Rumanía”. Desde 1939, este lugar, ubicado detrás del cementerio municipal, es sede de “tertulias patrióticas”, según señala el historiador Miguel Ángel Del Arco en su libro «Cruces de la Memoria y el Olvido», finaliza el reportaje de El País.
Ion Mota y Vasile Marin, siempre presentes ✋🏻 Honor a la Guardia de Hierro
¿Sigue viniendo gente de Rumanía?
Si, por supuesto. Hoy estarán en el acto.
Otro año más a vuelta con el mismo artículo… Se realiza en una zona privada, y por lo tanto pueden hacer lo que les dé la real gana guste o no mientras no salgan de ahí para incordiar a nadie con sus anhelos del pasado… que es el lo único que comparten con los que hoy les censuran.
Es curioso ver como los extremos se tocan y son esas ideologías situadas en los extremos las que nos quieren decir a los pobres ciudadanos como ser “buenos” y “útiles” al sistema