AGENCIA EFE. (Madrid, 18 mar). El escritor y académico Álvaro Pombo ha recogido este lunes 18 de marzo (2024) el Premio Francisco Umbral al Libro del Año 2023 que le fue concedido por su novela ‘Santander, 1936’ (Anagrama), en la que narra las andanzas de un adolescente en el Santander de los años treinta del siglo pasado. El premio, dotado con 12.000 euros y otorgado por la Fundación Francisco Umbral, reconoció la novela de Álvaro Pombo (Santander, 1939) como el mejor libro de los escritos en castellano y editados entre el 1 de enero y el 31 de diciembre de 2023 por considerarla una obra «excepcional a contracorriente». Protagonizada por Álvaro Pombo Caller, tío del autor, la historia refleja la confrontación izquierda-derecha, los debates intelectuales y las proclamas políticas de la época. Tras recoger el premio, en un acto celebrado en la Real Casa de Correos de Madrid, Álvaro Pombo ha destacado la escritura de Francisco Umbral: «Kafka decía que escribir es un acto religioso. Mariano José de Larra decía que escribir como escribimos en Madrid es realizar un monólogo desesperante y triste para uno solo. Y Umbral escribió Madrid. Tenía el arte de estarse todo el tiempo refiriendo a una realidad que, en cierto modo, a la vez construía».
Manuel Llorente, presidente del jurado, ha destacado la faceta poética del autor galardonado, al que ha calificado de autor «incomparable»: «No se trata de que Álvaro Pombo escriba bien o de sobresaliente, porque eso supondría que se le juzgara conforme a un baremo, a una tabla de referencia. Pombo escribe distinto. Porque es distinto. Habita en otro paraje. Es, y no es, de este mundo», ha recalcado. La Fundación Francisco Umbral nació en 2009 con el objetivo de estudiar, preservar y difundir la obra, tanto periodística como literaria, de este escritor, además de servir a la cultura en el fomento de las letras y del idioma español. El importe del premio es aportado por el Ayuntamiento de Majadahonda (Madrid), que contribuye como patrono a esa fundación. En el acto, el consejero de Cultura, Turismo y Deporte de la Comunidad de Madrid, Mariano de Paco Serrano, ha descrito a Pombo como «un madrileño de Santander, claro ejemplo de un novelista que ha sabido desempeñar su oficio de una forma honesta logrando los más altos galardones».
También la alcaldesa de Majadahonda, Lola Moreno, ha señalado que ‘Santander, 1936’ es «el último título de un maestro de la literatura española cuyo perfil se puede resumir en esta frase: un genio anda suelto«. Pombo, escritor y académico de la RAE, es autor de obras como ‘El héroe de las mansardas de Mansard’ (Premio Herralde de Novela 1983), ‘El metro de platino iridiado’ (Premio de la Crítica 1990), ‘Donde las mujeres’ (Premio Nacional de Narrativa 1997) o ‘La cuadratura del círculo’ (Premio Fastenrath de la Real Academia Española 2001). Otras de sus obras son ‘El cielo raso’ (Premio Fundación José Manuel Lara, 2002), ‘La fortuna de Matilda Turpin’ (Premio Planeta 2006) o ‘El temblor del héroe’ (Premio Nadal de Novela 2012). Ha publicado también libros de relatos y artículos, y ‘Protocolos’ (1973-2003), que recoge sus cuatro poemarios, finaliza Efe.
LA COMUNIDAD DE MADRID OMITE EL PATROCINIO DEL AYUNTAMIENTO DE MAJADAHONDA EN SU COMUNICADO: «El consejero de Cultura, Turismo y Deporte de la Comunidad de Madrid, Mariano de Paco Serrano, ha entregado hoy al escritor Álvaro Pombo el Premio Francisco Umbral por su novela Santander, 1936, catalogada como la mejor de 2023. El acto se ha celebrado en la Real Casa de Correos, sede del Gobierno regional, en el que De Paco Serrano ha calificado al agraciado como “un madrileño de Santander, claro ejemplo de un novelista que ha sabido desempeñar su oficio de una forma honesta logrando los más altos galardones”. “Como él mismo destacó en su discurso de ingreso en la Real Academia Española, ha amado como nadie la literatura y la lengua españolas, y ha trabajado duro con ellas, y eso se aprecia en toda su trayectoria”, ha remarcado.
Otorgado por la Fundación Francisco Umbral, el reconocimiento ha sido concedido por primera vez en su historia por unanimidad de todos los miembros del jurado, que han destacado en su fallo que se trata de “una novela excepcional a contracorriente que muestra la alta literatura y sensibilidad de la que este autor es capaz”. Esta entidad nació el 12 de enero de 2009 para estudiar, preservar y difundir la obra, tanto periodística como literaria de Umbral. Está comprometida, además, con el fomento de las letras y del idioma español. A este objetivo contribuye la celebración anual de este premio, en la que participa el Ejecutivo autonómico», concluye su nota de prensa.
LUIS ALEMANY. Álvaro Pombo recibió esta tarde en la sede de la Comunidad de Madrid el XIII Premio Francisco Umbral que reconoce su novela ‘Santander, 1936’ (Anagrama) como la mejor publicada en 2023. Pombo, que sucede en el palmarés a Pilar Adón, Darío Villanueva y Elena Medel, aceptó el galardón con un discurso en el que se refirió a su amistad con Francisco Umbral con palabras extraordinarias, fuera de toda rutina. Pombo recordó los versos de Machado sobre el españolito al que una de las dos españas habría de helar el corazón y dijo que Umbral y él habían estado en las dos Españas y habían terminado con el corazón roto. Citó a Kafka, a Rilke y a José Antonio Marina para explicar que Umbral fue «el escritor del escribir. [Umbral] es la escritura incesante.
Kafka decía que escribir es un acto religioso. Mariano José de Larra decía que escribir en Madrid es un monólogo desesperante y triste para uno solo. Umbral escribía en Madrid, escribió Madrid, pero no hizo un monólogo. Umbral no monologaba. Tenía el arte de referirse a una realidad que confluía. Umbral era una ‘oratio’ continua. Hay una religiosidad imanente en la obra de Francisco Umbral, en el sentido de la dedicación a una tarea. Es una dedicación rilkeana. Es admirable y conmovedor. por eso está con nosotros, porque imprimió a su «oratio» continua una trascendencia. En su última entrevista le preguntaron por la trascendencia. Y Umbral contestó: «la trascendencia soy yo». Decía algo que dice Juan Ramón: «los dioses no tuvieron más sustancia que la que tengo yo. Qué otra hay más que esa trascendencia».
Pombo es así: su aspecto es extremadamente frágil y a menudo ocurre al escucharlo que parece que va a perder el hilo de su discurso, pero entonces remonta hasta construir ideas e imágenes formidables. La tarde de este lunes, en la entrega del Premio Umbral, no parecía tener mucho interés por hablar de «Santander, 1936», quizá porque ese trabajo ya lo había hecho en su «laudatio» el periodista Manuel Llorente, presidente del jurado convocado por la Fundación Francisco Umbral que falló el premio el pasado mes de enero. Llorente colocó «Santander, 1936» en el complejo mapa de la obra de Pombo (más cerca de «El héroe de las mansardas» de Mansard que de cualquiera de sus demás novelas) y en relación con su ética de poeta y con su soledad autoimpuesta. «No se trata de que Álvaro Pombo escriba bien o sobresaliente, porque eso supondría que se le juzgara conforme a un baremo, a una tabla de referencia. No. Pombo escribe distinto. Porque es distinto. Habita en otro paraje. Es, y no es, de este mundo».
Llorente terminó su discurso con unos versos del novelista Pombo que, en parte, explican su obra entera y su relación con la literatura y con la vida: «Yo no soy de esta ciudad ni de ninguna / he venido por casualidad y me iré por la noche / aquí no tengo primos ni fantasmas. / Ahora veré los árboles despacio / la calle entre dos casas neutras / que conduce a un parque vacío. He visto ya en otros sitios cómo el viento / hace huir un papel de periódico / y sé que la lluvia será hermosa desde esa taberna de provincias desierta. / Cenaré temprano y antes de que salgan del cine las parejas de novios / habré dejado de ser en la mirada enumerativa / de la estanquera / y habrán fregado ya mi taza de café / y mi tenedor y mi cuchillo y mi plato / en la Fonda insustituible». Una explicación para aquellos que no hayan leído «Santander, 1936»: el libro de Pombo novela los últimos meses de Álvaro Pombo Ybarra, tío del escritor, en las vísperas del golpe de Estado de 1936. Aquel Pombo de otro tiempo era un adolescente burgués pero desclasado, que se había afiliado a Falange por una mezcla de idealismo y de angustia vital, más que por un instinto de totalidad o de brutalidad. En vez de confrontar a su padre, un azañista descreído de todo pero profundamente moral, y a Tote, su amigo de siempre, militante del PCE y rival en algunos lances camorristas, Pombo Ybarra buscaba su afecto con desesperación. Como si sólo en su reencuentro con ellos pudiera dar sentido a una vida aún breve y trágica, como la fecha que da título a la novela.
«Pombo y Umbral han sido protagonistas del diario El Mundo, de la época en la que el diario forjó su modelo ético y estético. Los dos se apreciaban, se querían y se leían, compartían una inclinación natural por la soledad, una suerte de orfandad y de melancolía, como de personaje proustiano. Fueron dos seres de lejanía y los dos novelistas mas poetas de la literatura española», dijo en su discurso Joaquín Manso, el director del diario El Mundo, el periódico que impulsa el premio al mejor libro del año. Umbral, recordó Manso, escribió que lo más importante que trajo la democracia a la literatura española fue el viaje de vuelta del novelista santanderino, después de sus años en Londres. «Santander, 1936» es también un documento que habla del espíritu de reconciliación de aquella época. «La literatura puede abrir puertas al historiador riguroso», dijo Manso. «Ojalá nunca perdamos la esperanza del reencuentro como los personajes de este libro y «Santander, 1936″ nos sirva de enseñanza».
María España Suárez, la viuda del autor de «Un ser de lejanías» y presidenta de la Fundación Umbral, elogió «la escritura y el estilo único» de Pombo, del que el mismo Umbral fue admirador, según confesó. A Suárez la acompañaron en los discursos los representantes de las administraciones públicas que respaldan al Premio Umbral: Lola Moreno, alcaldesa de Majadahonda, y Mariano de Paco Serrano, consejero de Cultura, Turismo y Deporte de la Comunidad de Madrid. Al final del acto, Pombo compartió una mesa redonda con Manuel Llorente y con los escritores Fanny Rubio y Juan Cruz, miembros del jurado. Y volvió a demostrar que lo que quería era hablar de Umbral. «Umbral era un poco mayor que yo. Tenía algo de hermano mayor conmigo. Cuando le dieron el Premio Cervantes, yo fui y lo vi en el Palacio Real, sentado en una silla. No había nadie alrededor. Le saludé y le felicité. Nos tratábamos siempre de usted. Me dijo: «Dentro de poco se lo darán a usted». Todavía estoy esperando a que se cumpla la profecía», finaliza la crónica de Luis Alemany en El Mundo.
EUROPA PRESS. «El escritor cántabro Álvaro Pombo ha recibido este lunes en Madrid el Premio Francisco Umbral por su novela ‘Santander, 1936’, catalogada como la mejor de 2023. El acto se ha celebrado en la Real Casa de Correos, sede del Gobierno regional, en el que el consejero de Cultura, Turismo y Deporte de la Comunidad de Madrid, Mariano de Paco, ha calificado al escritor como “un madrileño de Santander, claro ejemplo de un novelista que ha sabido desempeñar su oficio de una forma honesta logrando los más altos galardones”, ha informado el Ejecutivo madrileño en un comunicado. “Como él mismo destacó en su discurso de ingreso en la Real Academia Española, ha amado como nadie la literatura y la lengua españolas, y ha trabajado duro con ellas, y eso se aprecia en toda su trayectoria”, ha subrayado. Otorgado por la Fundación Francisco Umbral, el reconocimiento ha sido concedido por primera vez en su historia por unanimidad de todos los miembros del jurado, que han destacado en su fallo que se trata de “una novela excepcional a contracorriente que muestra la alta literatura y sensibilidad de la que este autor es capaz”. Esta entidad nació el 12 de enero de 2009 para estudiar, preservar y difundir la obra, tanto periodística como literaria de Umbral. Está comprometida, además, con el fomento de las letras y del idioma español. A este objetivo contribuye la celebración anual de este premio, en la que participa el Ejecutivo autonómico», finaliza Europa Press.
La alcaldesa como siempre haciendo el paripe, que se la da muy bien. Mas valia que se preocupara mas por otras cosas. Donde tenía que estar es en Leganés
Y la Ayuso a lo suyo, el premio lo patrocina Majadahonda y debería figurar como tal.