MANU RAMOS. Varios lectores de MJD Magazin, vecinos de la zona de Puerta de Hierro, Las Rejas y calle Isaac Albéniz de Majadahonda, han enviado a la redacción vídeos e imágenes de la espectacular bola de fuego que sobrevoló la noche de este viernes 16 de abril (2021) alrededor de las 22:10 hora peninsular española, gran parte de la península Ibérica. La roca procedente de un asteroide entró en la atmósfera terrestre a 61.000 kilómetros por hora y destacó por su larga duración, pues la bola de fuego tardó en extinguirse casi un minuto, cuando lo habitual es que duren unos pocos segundos, según ha informado la Fundación Astrohita. El brusco rozamiento con la atmósfera, a su enorme velocidad de 61.000 kilómetros por hora, hizo que la roca se volviese incandescente, lo que generó una bola de fuego que se inició a una altitud de unos 85 kilómetros sobre la provincia de Lugo. Desde allí avanzó en dirección sureste, cruzando el país en una trayectoria ligeramente descendente, prácticamente paralela al suelo y fue perdiendo altitud lentamente hasta llegar al Sur y Oeste de la Comunidad de Madrid, momento en el que empezó a ganar altura progresivamente mientras seguía avanzando hacia el Sur y Oeste de la Península Ibérica. La bola de fuego se extinguió cuando se encontraba a una altitud de unos 87 kilómetros sobre el mar Mediterráneo, frente a la costa de Almería, donde abandonó la atmósfera terrestre siguiendo una órbita ligeramente diferente a la que inicialmente seguía cuando se cruzó con nuestro planeta. Telemadrid recuerda: «Desde @meteoiberia, una cuenta de divulgación meteorológica, aclaran que se trataría de un meteoro, al no impactar sobre la tierra. En esta misma cuenta explican que «la larga duración del recorrido podría deberse a que ha pasado sólo rozando la atmósfera superior. El pasado mes de enero (2021), una roca procedente de un asteroide, penetró en la atmósfera a 126.000 kilómetros por hora, generado una enorme bola de fuego sobre Madrid, que pudo contemplarse también desde otros puntos del territorio español».
El investigador responsable del Proyecto SMART, el astrofísico José María Madiedo del IAA-CSIC, ha analizado el fenómeno para determinar que el evento fue un bólido rozador. Se trata de una bola de fuego que se genera cuando una roca entra en la atmósfera de forma casi tangencial, siguiendo una trayectoria casi paralela al suelo. En ocasiones, las rocas que dan lugar a bólidos rozadores no se destruyen completamente en la atmóue sfera, sino que vuelven a salir de ella y continúan su camino en el espacio siguiendo una órbita ligeramente modificada respecto a la que llevaban antes de entrar en dicha atmósfera, y los cálculos realizados indican que esto fue lo que sucedió en este caso, informa La Vanguardia.
El fenómeno fue grabado por los detectores que la Red de Bólidos y Meteoros del Suroeste de Europa opera en el Complejo Astronómico de La Hita (Toledo) y en los observatorios de Calar Alto (Almería), La Sagra (Granada), Sevilla y Madrid (Universidad Complutense), que trabajan en el marco del Proyecto SMART. Dicho proyecto, que se coordina desde el Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC) monitoriza continuamente el cielo para registrar y estudiar el impacto contra la atmósfera terrestre de rocas procedentes de distintos objetos del Sistema Solar. La red de investigación sobre bólidos y meteoritos dispone de un registro de los últimos bólidos avistados en el que puede participar todo aquel que disponga de información. Se denomina bólido o bola de fuego a las estrellas fugaces más luminosas, aquellas que igualan o superan el planeta Venus (magnitud de brillo -4 o inferior). Estos fenómenos son producidos cuando una roca de origen interplanetario penetra en la atmósfera terrestre a velocidades comprendidas entre 11 y 73 km/s. Suelen ser rocas desprendidas de asteroides, cometas o, más raramente, de la Luna o Marte.