Luis Murillo abraza a Francisco Ruano: reseña para la historia eclesiástica de Majadahonda de un emotivo acto

JULIA BACHILLER. El Padre Luis Fernando Murillo de la Parroquia de Santa Catalina Mártir de Majadahonda se despidió este domingo 18 de septiembre (2022) de los que durante 12 años han sido sus feligreses, amigos y vecinos de la ciudad, así como del equipo pastoral con el que día a día ha ejercido su importante labor, tanto evangelizadora como social. La celebración de una eucaristía y un ágape al finalizar esta, ambos cargados de emotivos momentos, fueron los sencillos actos programados para agradecer a este sacerdote su paso por este municipio, así como el recuerdo imborrable que permanecerá en todos aquellos que hemos tenido el placer de conocerle. Son contadas las ocasiones en las cuales se escuchan aplausos en el interior de un templo durante una celebración, pero los propiciaron las palabras de despedida y agradecimiento de este sacerdote ante sus feligreses, como gesto de aprobación a su labor realizada. El Padre Luis comenzó reconociéndolo: “Hoy es un día especial, un día de gratitud, de corazón. Hace 12 años nos fuimos conociendo y compartir la fe con vosotros ha sido algo bello y maravilloso”.


Julia Bachiller

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Seguidamente hizo mención de los curso de psicología y espiritualidad que tan buena acogida han tenido y que, como reconoció, incluso a él mismo le han servido como aprendizaje. Seguidamente añadió: “Os agradezco mucho todos estos años, perdonad si en el algún momento no he estado a la altura de cosas de las que pudiera haber estado”. Y un último recuerdo: “Quiero agradecer cada detalle, cada momento vuestro. Los rostros y los corazones los llevaré yo también dentro de mi corazón”. Llegado el momento de despedirse públicamente de su «compañeros», como él llamó a “Fernando y Paco”, al dirigirse a este ultimo la emoción tan solo le permitió pronunciar un “gracias Paco”. Los aplausos de los presentes le otorgaron un breve espacio de tiempo para retomar aliento y añadir: “gracias por estos años, han sido muy bonitos, hemos reído y literalmente hemos llorado juntos por cuestiones familiares o pastorales. Nos hemos apoyado en momentos difíciles, he aprendido mucho de ti”. Y finalizó con “y… aquí tienes un amigo”. Los aplausos inevitablemente brotaron ante el abrazo de ambos sacerdotes.

Antes de finalizar la misa, el párroco le dirigió estas palabras: “Decía Luis que hace 12 años que llegamos los dos juntos con Miguel, el diácono permanente, pero llegamos aquí no hace 12 años porque faltan 3 días”. La precisión cronológica se debía a que el próximo día 25 de septiembre del año actual tomará posesión de su cargo como párroco de la Santísima Trinidad de Collado Villalba, fecha muy cercana a cuando llegó a Majadahonda. Seguidamente se le hizo entrega de unos bellos y emotivos regalos y el primero de ellos lo anunció el párroco: “Hay una persona en Majadahonda a la que tú y yo queremos mucho, es Carmen Perujo”, de la cual añadió: “Carmen Perujo es la escultora autora de muchas de las palomas que se han sorteado en las rifas de la Asociación de Amazonia-Requena, porque ella generosamente siempre nos la ha regalado”, para seguidamente anunciar: “Hoy Carmen Perujo ha querido unirse también a este momento y nos ha regalado una paloma para Luis, que no es otra que la paloma “Pastora”, para que recuerdes siempre y lleves en el corazón el ministerio al que has sido llamado, el ser Pastor de almas”.

A continuación, el fotógrafo majariego Camilo Narváez de Vicaptura le hizo entrega del regalo siguiente, que el cura párroco anunció así: “Nosotros vivimos en una historia de salvación, ¿verdad?, pues también hay una historia de Luis: hemos querido representar esa historia, estos 12 años en Majadahonda, con un pequeño presente que ahora abrirás. Es el recuerdo de todos los que hemos estado contigo y que queremos que lo lleves siempre. Y no hay nada mejor que llevar el recuerdo en la imagen”, un libro que recoge en fotografías los años de su paso por Majadahonda. Para finalizar, también la emoción le llegó a nuestro párroco al decir: “Gracias Luis por estos 12 años en donde has sido mi mano derecha y donde me has ayudado a pastorear a este pueblo”.

Antes de impartir su bendición a los asistentes el Padre Luis tuvo un último recuerdo para los que en su día fueron sus compañeros de este equipo sacerdotal: “Mariano y Alfonso”. Este último es el actual cura párroco en Navalagamella. Y también puso un toque de humor en su despedida: “Como dice la canción, me voy con el corazón “partío”. Desde este medio de comunicación tan solo queda unirnos al agradecimiento y reconocimiento a su persona. Y animarle a continuar con esa faceta de escritor, con la que acumula ya tres volúmenes: “Guía para navegantes, remar mar adentro en tiempos difíciles”, “Gotas que hacen río” y “¿Enganchado a tu pasado?“, escritos por él en Majadahonda y con los que nos deja un legado cultural y una obra social inestimable, ya que todo lo recaudado por su venta ha sido destinado en ayuda de los más necesitados.

Majadahonda Magazin