MIGUEL SANCHIZ. En esta segunda parte de la entrevista a Mafalda le preguntamos por de sus principales personajes y ellos mismos sirven como protagonistas de esta segunda y última entrevista: Felipe, Manolito, Susanita, Miguelito, Guille y Libertad. Todo surge de cuando le preguntamos: ¿cuál es tu mayor sueño en la vida?. Y ella responde: «Mi mayor sueño es un mundo donde todos podamos vivir felices y en paz. Donde la justicia y la igualdad sean más que palabras en un papel, donde la gente se preocupe más por los demás que por sí misma. Y, por supuesto, un mundo donde las verduras no sean obligatorias en la cena. ¡Eso sería genial!. Normalmente, yo no hablo así, soy mas directa y clara. Me has pedido que usara términos de entrevista y he querido demostrarte que puedo hacerlo. Pero mis amigos y yo, hablamos de otra manera, más humana, de gente sencilla».

Me gustaría conocer a tus amigos habituales ¿podrías presentárnoslos?. Por ejemplo, el primero sería Felipe: – ¡Claro! Felipe es mi mejor amigo y compañero de aventuras. Es un soñador empedernido, siempre perdido en sus propios pensamientos y en sus mundos imaginarios. A veces, me pregunto si está realmente en este planeta o si su mente está vagando por las estrellas. A pesar de su naturaleza distraída, siempre está ahí cuando lo necesito, con una sonrisa en el rostro y una idea loca en la cabeza. Su creatividad y su capacidad para ver el lado positivo de las cosas son realmente inspiradoras.
 Manolito: –Manolito es nuestro amigo del alma comerciante. Siempre está buscando una oportunidad para hacer dinero, ya sea vendiendo cosas en la escuela o ideando algún negocio descabellado. A veces puede ser un poco exasperante con su obsesión por el dinero, pero en el fondo sé que tiene un buen corazón. Su determinación y su ingenio para los negocios son admirables, aunque a veces me pregunto si debería enfocar esa energía en cosas más importantes que simplemente acumular riquezas.

Susanita: –Ah, Susanita, la eterna soñadora romántica. Siempre está obsesionada con encontrar al príncipe azul y vivir un cuento de hadas. Aunque a veces sus ideales son un poco anticuados y surrealistas, no puedo evitar admirar su persistencia y su capacidad para mantener viva la ilusión en un mundo tan cínico como el nuestro. A pesar de nuestras diferencias, siempre puedo contar con Susanita para levantar el ánimo con sus historias de amor imposibles y su optimismo inquebrantable.
Miguelito: –Miguelito es nuestro pequeño filósofo en ciernes. Siempre está cuestionando el sentido de la vida y reflexionando sobre el mundo que nos rodea. A veces sus preguntas pueden resultar un tanto desconcertantes, pero su curiosidad y su sed de conocimiento son contagiosas. Me encanta escuchar sus teorías sobre el universo y debatir sobre temas profundos hasta altas horas de la noche. Aunque a veces puedo perderme en sus divagaciones metafísicas, siempre me hace pensar y cuestionar mis propias creencias.

Guille: –Guille es mi adorable hermano. Aunque a veces puede ser un poco travieso y meterse en problemas, no puedo evitar sentir un cariño especial por él. Su inocencia y su espontaneidad son un recordatorio constante de la belleza y la simplicidad de la infancia. Siempre me saca una sonrisa con sus travesuras y ocurrencias, y no hay nada que disfrute más que pasar tiempo con él y ver el mundo a través de sus ojos inocentes.
Libertad: –Libertad es la voz de la conciencia en nuestro grupo. Siempre está luchando por causas nobles y defendiendo los derechos humanos y la justicia social. Su espíritu activista y su pasión por hacer del mundo un lugar mejor son realmente inspiradores. A veces puede ser un poco radical en sus opiniones, pero su compromiso con sus ideales es inquebrantable. La admiro profundamente por su valentía y su determinación para alzar la voz por aquellos que no pueden hacerlo por sí mismos. Con Libertad, siempre sé que tengo a alguien en quien puedo confiar para defender lo que es justo y correcto.

He tratado de recordar las dos frases mas impresionantes que han pronunciado esos maravillosos personajes que son sus amigos. Felipe: «La vida es linda, lo malo es que muchos confunden ‘lindo’ con ‘fácil’.» «Para ser feliz, uno debe ignorar o reconciliarse con los demás. Yo ya no ignoro, ya no me reconcilio. Ahora solo les tengo pánico.» Manolito: «El dinero no es todo en la vida. Pero es lo que más se le parece.» «Mire, si usted no compra, mi papá va a tener que vender su camioneta y a mi mamá no le gusta andar en tranvía.» Susanita: «Me gusta estar enamorada, pero lo malo es que me enamoro cada dos por tres.» «¿Para qué vamos a estudiar? Yo prefiero casarme con un médico que estudie por mí.» Miguelito: «Un día le pregunté a la luna por qué brillaba tanto y me contestó que era para que todos pudieran verla, pero no le creí.» «¿Para qué sirve la gente grande? Para levantar las cosas que nosotros no podemos.» Guille: «Hasta que no me lo expliquen bien, yo pienso que los derechos humanos son como los Pokémon: todos hablan de ellos, pero nadie los ha visto.». «Cuando sea grande, quiero ser niño otra vez.» Libertad: «La libertad es la posibilidad de vivir con dignidad.» «No hay justicia sin igualdad, ni igualdad sin solidaridad.”

¿Que le ha parecido, Mafalda? –Me parece que Vd. mi querido entrevistador, no se ha leído todas las tiras y ha echado mano de su imaginación y se ha inventado las frases. Por favor, cuando hable de mi gente, sea más cuidadoso. Estas son las frases, de verdad, no sé si las más famosas, pero las que más me han gustado, de mis amigos. Empezando por las mías: Mafalda: «Paren el mundo, que me quiero bajar.» «¿Y si en lugar de planear tanto, simplemente nos lanzamos a vivir?». Felipe: «No quiero hacer nada que termine con la tranquilidad de mi vida.» «¿Por qué habrá tantos grandes hombres y tan poquita gente?». Manolito: «Yo soy de la opinión que el dinero no hace la felicidad… pero ayuda a conseguirla.» «En este mundo todo se paga, hasta el dinero que se gasta.» Susanita: «Si la gente fuese buena y santa, la publicidad sería el único trabajo decente.» «Estoy en contra de la moda porque la moda pasa y lo que queda es la forma.» Miguelito: «¿Qué es esto del espacio exterior? Seguro que es otro invento para vendernos crema para no quemarnos.» «Si Dios es padre, ¿Dios es buen mozo?». Guille: «Me desobedezco a mí mismo.» «El corazón de mamá es como el cielo: está en todas partes.» Libertad: «No se puede hablar de libertad si no se tiene libertad». «¿Es tan difícil cambiar el mundo o es más difícil cambiar uno mismo?»

Lo cierto es que no me ha hecho ninguna gracia la observación que me ha hecho Mafalda sobre que me había inventado las frases de sus amigos. Aquí casi todo es inventado. La venganza es la fuerza de los débiles. ¿Podría darnos su opinión sobre la sopa? –La sopa es como un intento fallido de hacer algo más interesante con los alimentos. ¿Por qué molestarse en mezclar todo en un líquido insípido cuando podríamos disfrutar de cada ingrediente por separado? Además, ¿quién decidió que una sopa era la solución perfecta para todo? ¡No puedo entenderlo! Es como si alguien decidiera convertir la comida en un lío indistinguible y luego esperar que lo disfrutemos. Además, ¿alguien realmente se siente satisfecho después de comer sopa? Siempre me deja con hambre y la sensación de que me faltó algo.¡Todo termina igual! En resumen, la sopa es simplemente una excusa para desperdiciar buenos ingredientes y arruinar la experiencia de comer.”

La verdad es que todo es una ficción, afortunadamente. La sopa es un manjar delicioso, caliente o fría. El colofón de la sopa, ese elogio a uno de los alimentos más emblemáticos y reconfortantes de la historia humana, merece ser exaltado con pasión y gratitud. Desde tiempos inmemoriales, la sopa ha sido el baluarte de la nutrición, la salud y el consuelo en todas las culturas del mundo. Su versatilidad es una bendición, pues puede ser simple o elaborada, ligera o sustanciosa, pero siempre reconfortante para el cuerpo y el espíritu. La sopa, con sus variadas recetas y sabores, ha alimentado a generaciones enteras, desde los más humildes hasta los más refinados paladares. Su capacidad para aprovechar ingredientes simples y convertirlos en una experiencia culinaria sublime es una maravilla digna de elogio. Además de ser deliciosa, la sopa es un pilar de la salud, ofreciendo una forma nutritiva y reconfortante de consumir una amplia gama de nutrientes esenciales. Desde caldos reconfortantes hasta sopas llenas de verduras y proteínas, este alimento ha sido un aliado invaluable en la lucha contra el hambre y la malnutrición. En resumen, la sopa es más que un alimento; es un tesoro cultural, una fuente de salud y un símbolo de generosidad y cuidado. ¡Brindemos por la sopa, ese elixir que ha nutrido y reconfortado a la humanidad a lo largo de los siglos!, aunque Mafalda, deteste la sopa. ¡Viva Mafalda Y Viva la Sopa!