ZACARIAS MARTINEZ MAILLO. La vuelta del Rayo Majadahonda a la Segunda División B en pleno mes de agosto ha traído numerosas novedades. En primer lugar el estreno del tercer proyecto deportivo en tres años desde aquel maravilloso equipo que en la temporada 2017-18 nos encandiló a todos con su desparpajo y entusiasmó a toda una ciudad con el ascenso a la división de plata. Era el equipo de Frutos, Ayoub, Pichín y tantos otros que nos hicieron tocar la gloria. Era el equipo de Majadahonda. El grupo que nos unió a todos en una ilusión común. La temporada 2018-19 trajo el segundo proyecto. Fue la renovación total. Tocata y fuga para los ex jugadores clásicos y llegada de toda una pléyade de veteranos futbolistas llegados de otros clubes acostumbrados a los ascensores de las ligas profesionales. Fue el año de Luso, Verdés, Iza, Benito, Morillas, Manu del Moral, Verza, Ruibal, Enzo Zidane etc, etc. Tanto despliegue valió para poco porque tras una primera vuelta ilusionante, se nos echó encima la realidad, el equipo no supo estar a la altura de las circunstancias y en la ciudad de La Regenta nos mojaron el hocico con tres incomprensibles goles en los últimos minutos. Tocó pues coger al ascensor de bajada a la Segunda B.


Zacarías Martinez Maíllo

Y así llegamos a esta temporada 2019-20 con el tercer proyecto, una vez que nuestro míster Iriondo hiciese las maletas a la India. En efecto, este sábado 24 de agosto de 2019 todo era nuevo en el primer partido de la temporada: el nuevo entrenador (el serio Calero), el equipo completo (salvo Basilio y Carlitos), el club convertido en SAD, el propietario (el cercano y predispuesto Arribas), el propio estadio (a medio cocinar entre nuestro Cerro del Espino de Segunda B con su techumbre y el televisivo diseño circense del año pasado), una renovada dirección deportiva y la ausencia de representantes políticos que nutrían las gradas en la campaña electoral de mayo. Incluso la discreta presencia de aficionados de la CUM resultó novedosa.

Zacarias Maíllo destaca la «seriedad» del entrenador Julián Calero

El juego desplegado por el Rayo Majadahonda dirigido por Calero frente al Sporting B también aportó novedades. Frente a los arriesgados inventos finales de Iriondo, el nuevo entrenador rayista puso en el campo un esquema tradicional y solvente, que garantizó mayor rigor defensivo y algo más de verticalidad, en detrimento del toque. El partido fue un choque táctico entre dos equipos que jugaron bien pero sin arriesgar un ápice. Un encuentro propio de principio de temporada, con las líneas bien armadas y atentas a las instrucciones de ambos entrenadores. Destacaron en el Rayo Majadahonda el firme central Adrián Jiménez, el mediocentro Jules Mvondo (jugador de gran proyección) y el extremo derecho Iago Díaz. Hizo bien Calero los cambios, especialmente incorporando a Ródenas, que marcó el gol de penalti, y sentando al más que discreto delantero centro Rubén Mesa.


Zacarías Maíllo en el campo durante el partido contra el Sporting B

En definitiva, un partido que nos permite medir la temperatura de lo que será el Rayo Majadahonda del regreso a Segunda B: rigor táctico, menos tiqui-taca y mayor verticalidad. Tal vez convendría mejorar de cara a los próximos partidos la posibilidad de disparo ya que, al menos frente a los asturianos, apenas chutamos a puerta. Y así, con tres partidos jugados, llegaremos a la primera Junta General de Accionistas de la flamante S.A.D. Rayo Majadahonda que se celebra el próximo día 9 de septiembre.

Majadahonda Magazin