Adicción: el 7% de los niños de Majadahonda de entre 12 y 18 años usan el móvil la friolera de más de 8 horas al día.

MARIANA BENITO. Un estudio realizado a 204 adolescentes entre 12 y 18 años de 3 institutos de Majadahonda (Madrid), Alcalá de Henares (Madrid) y Mérida revela que 1 de cada 4 está más de 6 horas al día utilizando su móvil. La investigación fue presentada este jueves 15 de junio (2023) en la sede de la Fundación ONCE de Madrid por Trinidad Bernal, doctora en Psicología e investigadora experta en emociones, junto al presidente del Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid, José Antonio Luengo, el subdirector general de Diversidad Familiar del Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030, Félix Barajas, y una profesora del Instituto «Jorge Guillén» de Alcorcón, Patricia González. Un 95,7% de los niños españoles de 15 años tiene móvil, apunta el Instituto Nacional de Estadística (INE). «Cuánto más usan el móvil y las redes sociales, los niños y adolescentes presentan niveles más bajos de autoestima. Si tienen menos autoestima, sienten menos empatía. Por ello, el mal uso de las pantallas se asocia a más conductas de acoso y ciberacoso contra otros compañeros». Trinidad Bernal, directora de la Fundación Atyme, explica así una de las conclusiones del estudio «Adolescentes y pantalla. Impacto del uso del móvil en el acoso y ciberacoso» que revela que los menores entre 12 y 18 años utilizan el móvil 5 horas de media al día.


El 85% de los padres afirma ser rígidos con sus hijos en relación a las tareas del hogar y las obligaciones de la casa, mientras que el 58% lo es con las horas de televisión y el 56% con el tiempo que dedican sus hijos a internet. La supervisión del uso de los videojuegos es del 52% frente al 46% que controla con rigidez la hora de irse a dormir


Javier Villaverde

El periodista Javier Villaverde ha realizado una reseña del acto para La Razón y concluye: «El 62% de los menores no tienen limitadas por sus padres las horas frente al teléfono, que se asocian a una menor empatía. Además, el 25% se siente inquieto o impaciente cuando no tiene el móvil, apunta este estudio realizado a 204 adolescentes entre 12 y 18 años de 3 institutos de Majadahonda (Madrid), Alcalá de Henares (Madrid) y Mérida, en igual proporción de sexos y edades. Bernal explica que «muchos de ellos han notado que están en completa inquietud, como si no pudieran pasar del móvil»: «Da lugar a pensar que es una adicción». El 64% de los padres se describen como flexibles y destacan la importancia de que sus hijos sean autónomos. Sin embargo, Bernal aconseja «controlar el uso de las pantallas de nuestros hijos»: «Muchos no distinguen lo que es la pantalla de lo que es la realidad. Necesitan pautas que les faciliten una mejor utilización del móvil», apunta la psicóloga.

Trinidad Bernal es doctora en Psicología, experta en mediación y diseñadora del primer programa de mediación (Modelo de Competencia). Ha ocupado diversos cargos directivos de entidades relacionadas con la Psicología Jurídica y la mediación en España y en Iberoamérica.

Tras la publicación de este estudio que «se debe tomar con prudencia, pero señala ciertos puntos interesantes para seguir investigando», la Fundación Atyme llevará a cabo 6 módulos en las 3 escuelas en las que hemos participado para orientar a los estudiantes para lograr un uso del móvil y las pantallas más adecuado. Además de las actividades extraescolares artísticas o deportivas, Bernal recomienda a las progenitores «hablar con sus hijos sobre el uso del móvil y tener más contacto personal entre los miembros de la familia»: «A veces ves una mesa en la que están todos con el móvil. Los juegos de mesa o las cartas se han ido al garete. Volver a esas actividades tiene muchos beneficios». El problema de la adicción al móvil se refleja en que el 35% comprueba constantemente su celular. «Muchos nos comentan que no pueden estar sin mirar el móvil o que se agobian si pierden la conexión pensando que alguien les ha podido escribir», detalla Bernal. El 85% de los padres afirma ser rígidos con sus hijos en relación a las tareas del hogar y las obligaciones de la casa, mientras que el 58% lo es con las horas de televisión y el 56% con el tiempo que dedican sus hijos a internet. La supervisión del uso de los videojuegos es del 52% frente al 46% que controla con rigidez la hora de irse a dormir.

Un estudio sobre adolescentes de Majadahonda revela solo practicar deporte o música puede frenar la adicción al móvil: 5 horas al día

En relación a la limitación del uso del móvil, el 62% no tiene impuesta ninguna limitación de las horas frente al teléfono por ninguno de sus padres. En un 32% de los casos se limitan su uso, pero el 36 % no realiza tareas o actividades que tenía planificadas por un excesivo uso del móvil. Casi 1 de cada 6, el 58%, tiene problemas de concentración en clase. «El mal uso del móvil afecta a sus estudios. Les hace perder capacidad para concentrase en tareas concretas», sostiene Bernal. La investigadora señala la relación entre el uso del móvil y las conductas de acoso escolar y ciberacoso: «Cuánto peor uso del móvil, más probabilidades de convertirse en un acosador», apunta Bernal sobre los problemas de empatía que genera el excesivo uso de las redes sociales por parte de los adolescentes. El estudio muestra que uno de cada cuatro jóvenes entre 12 y 18 años, el 26%, utiliza el móvil más de 6 horas al día. Mientras que la mitad, el 51%, lo usa entre 2 y 6 horas al día y sólo un 23% menos de 2 horas diarias. «Muchas horas con el móvil les hace perder lo importante, el contacto persona a persona», destaca Bernal. Además, el 7% lo usa la friolera de más de 8 horas al día.

Tocar un instrumento o cantar ayuda a frenar la adicción al móvil

Al reflexionar sobre los cambios sociales que se han producido desde el lanzamiento del primer iPhone el 29 de junio de 2007, Bernal subraya que «el riesgo del móvil es un peligro nuevo que no teníamos las generaciones anteriores»: «Son los primeros que han tenido una infancia rodeada de móviles con conexión a internet. A los padres les falta concienciación sobre el uso del móvil. Muchas veces son los propios padres quiénes están enganchados al teléfono y los hijos imitan a sus padres», subraya la doctora en Psicología. El estudio concluye que «los alumnos que realizan actividades artísticas o deportivas tienen más autoestima y más empatía»: «Por tanto, hacer deporte o tocar un instrumento reduce el riesgo de que nuestro hijo tenga conductas de acoso. Si es un deporte en equipo, aún mejor ya que están perdiendo la interacción con otras personas», finaliza el artículo.

 

Majadahonda Magazin