JULIA BACHILLER. Las Fiestas de Majadahonda 2019 daban comienzo este viernes 13 de septiembre con un esperado pregón que no defraudó a ninguno de los asistentes. Todo un acierto la elección de los pregoneros de este año, como podía deducirse de los comentarios entre el público. Elena Curiel, de la Churrería Madrileña, Alberto Gala, del Bar Restaurante Sol y Aire, Joaquín Montes, de la Cafetería Niza, y Manuel Redondo, de la Cervecería Colón, majariegos muy conocidos en el municipio que de una manera sencilla y entrañable, hicieron llegar con sus diferentes mensajes de sus discursos la esencia de lo que es Majadahonda y los majariegos. Ambiente festivo y animado llenaba la Plaza del Ayuntamiento, un gran número de vecinos y las peñas de La Albarda y de La Majada afrontando con ilusión la adversa climatología de la tarde, con unos minutos de lluvia durante el comienzo del pregón y el esperado chupinazo como pistoletazo de comienzo de las fiestas. Y otro dato: primer pregón del nuevo alcalde José Luis Álvarez Ustarroz, que acompañado de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Ayuso, comenzó dando la bienvenida a todos los presentes con unas fiestas a las que denominó “las mejores de la Comunidad de Madrid”. Y por último a las peñas. “Para un majariego de nacimiento como yo es un placer después de tantos años estando ahí abajo compartiendo con vosotros pregón año a año, compartirlo hoy desde aquí arriba». Como primera pregonera, Elena Curiel, propietaria de la Churrería Madrileña, dijo: “para mí es un orgullo especial haber vivido mi infancia y madurez en Majadahonda”, a lo que añadió: “trabajar en mi churrería, más que trabajo se ha convertido en devoción, lo hago con mucho cariño y amor, por lo cual muchos vecinos del pueblo me han agradecido mi labor artesanal”. Y finalizó diciendo: “me siento tan feliz de que me hayan elegido para participar en el pregón de mi pueblo que para mí es como un sueño del que no quiero despertar”, realizando vítores al Cristo de los Remedios, a Majadahonda y a los majariegos.


A continuación Alberto Gala, del Bar Restaurante Sol y Aire, indicó: “El Sol y Aire es un negocio familiar que inauguraron mis padres, Alberto y Ramona, en el año 1975”, el cual regenta a día de hoy con su mujer y sus hijas. Gala continuó agradeciendo a las peñas, los clubs, asociaciones y vecinos “que durante todo el año dais vida a Majadahonda, y sobre todo al Sol y Aire”, y como despedida esbozó varios vítores: a las peñas, Cristo de los Remedios y Majadahonda. El siguiente pregonero, Joaquín Montes, de la Cafetería Niza, recordó: “hace ya varias décadas que mi vida profesional se desarrolla en la cafetería Niza. Durante estos años, al otro lado de la barra he visto como el río de la vida ha ido pasando: nuevos amigos, nuevos clientes, nuevos vecinos… sin olvidarme de los lazos que nos unen a los más antiguos del lugar, que día tras día siguen viniendo a visitarnos”. Montes aprovechó la ocasión para rendir homenaje a sus padres y a sus tíos Juan y María, Félix y Pilar, que abrieron la cafetería en 1973, y para finalizar dio dos vítores: al Cristo y a Majadahonda.

Por último intervino Manuel Redondo, de la Cervecería Colón, en estos términos: “Somos una pequeña representación de la hostelería de Majadahonda, que es variada y de calidad. Este es un pregón homenaje a todos ellos”, agradeciendo seguidamente “la fidelidad y confianza de los clientes”. Antes de finalizar reconoció que “hoy no iba a dar el pregón, esta semana ha sido muy dura para mí. Mi madre, la Señora Manola, ha fallecido este miércoles”, momento en el que sonaron emotivos aplausos de los presentes en reconocimiento y sentimiento ante lo sucedido. “Gracias al apoyo de mi familia y de mis amigos me he decidido a compartir este momento con todos vosotros», continuó Redondo. «Es un homenaje a su memoria y a la de mi padre, fundadores del Bar Colón. A ella la hacía muy feliz verme hoy aquí. Y como diría ella: ”Que ilusión ver a mi Manolín dando el pregón de las fiestas del pueblo”. Para finalizar, y como despedida tras sus sentidas palabras, en tono simpático recordó lo que les dice a sus clientes: “cuando quiero cerrar y no se marchan siempre dijo: ¡Me vais a quitar la vida!”. Y ante las risas del público concluyó con los inevitables vítores: al Cristo de los Remedios, Majadahonda y un original “¡Viva el Rayito!”. A continuación se dio paso el sonoro chupinazo y al sonido del himno nacional. Y con una traca cargada de confeti las calles de Majadahonda comenzaron a inundarse de la música de las charangas de las peñas.

Majadahonda Magazin