JULIA BACHILLER. Valentina Villegas, más conocida como “Valen”, tras 86 años en este municipio de Majadahonda que la vio nacer, se despidió el pasado 1 de abril de 2019 por la tarde de una familia abatida ante su pérdida. Sus hijos Paloma, Loli, Manolo y Ángel Luis Pérez, nietos y biznietos, familia política y amigos presidieron el velatorio que tuvo lugar durante todo el día en el tanatorio junto al cementerio municipal. Este miércoles recibe sepultura a las 11:00 horas. Numerosas muestras de cariño hacia su persona y familiares tuvieron lugar durante las condolencias, algunas de ellas en forma de flores que rodeaban el féretro inundando el pequeño habitáculo. Familiares, sus hermandades del Cristo de los Remedios y Nuestra Señora del Rosario, el Coro Rociero, la Peña la Majada y hasta su peluquera “Fuencis” entre otros, rendían un último homenaje en recuerdo de esta conocida majariega. Ni su edad ni una enfermedad que la mantenía impedida desde hace unos años fueron obstáculo para que el pasado septiembre, ataviada de peineta y mantilla, acudiera a la procesión del Cristo de los Remedios en su regreso a la ermita, devoción y tradición que mantuvo hasta el último momento.


La historia de Majadahonda podrá verse reflejada en fotografías de épocas anteriores, pero la verdadera historia es la que escriben sus habitantes, vecinas como «Valen» que aportaron a este, en su día, pequeño pueblo, algo tan indispensable y cotidiano como es un kiosco de prensa. Junto con su marido Manuel Pérez, ya fallecido, fueron los primeros en instalar este tipo de servicio de información en Majadahonda, en la Plaza de los Jardinillos, donde llegaron a estar ubicados en la parte superior, junto a la calle de la Iglesia que cruza esta plaza y el lugar que ocupa a día de hoy en la Gran Vía.

Duras jornadas de trabajo, como requiere este tipo de negocio, de lunes a lunes, siendo siempre los primeros en abrir a primera hora de la mañana para recibir la prensa diaria de papel con destino a su venta a lo largo del día. Y donde las inclemencias del tiempo no respetan al papel, que han de resguardar con cautela para que no se deteriore. Hasta el día de hoy han sido muchos los miembros de esta familia que han colaborado en mantener este negocio familiar para hacer llegar a los majariegos las noticias del día impresas en papel periódico o couché, pues además venden numerosas revistas para todo tipo de público o las famosas colecciones de cromos. Durante este lunes los numerosos comentarios se centraban en su persona, destacando su vitalidad, entrega y participación en los tradicionales festejos de Majadahonda. Y su permanente sonrisa y amabilidad que siempre dispenso a los que la conocían. Llegue desde este medio de comunicación nuestro más sentido pésame a su familia.

Majadahonda Magazin