Este Boletín Oficial de Madrid recoge el mandato de Hipólito Bustillo como alcalde accidental de Majadahonda

J. FEDERICO MTNEZ. Hipólito Bustillo Montero conocido como «Hipolín» entre sus amigos, falleció este viernes 30 de agosto de 2019 en Majadahonda, dejando una estela de consternación entre sus familiares y allegados que tanto lo apreciaban. Hipólito Bustillo ejerció de teniente de alcalde durante la Transición y llegó incluso a desempeñar la función de alcalde accidental de Majadahonda en 1978 cuando estuvo ausente brevemente el primer edil, Arturo San Millán. El Boletín de la Provincia de Madrid deja incluso una reseña de su mandato que hoy adquiere valor de referencia para definir una época de la Historia de Majadahonda, sus vicisitudes y sus gentes: «Don Hipólito Bustillo Montero, Alcalde-Presidente accidental del Ayuntamiento de Majadahonda (Madrid). Hago saber: Que en cumplimiento de lo dispuesto en la vigente ley de Régimen Local, se hallan expuestos al Público, en este Ayuntamiento, los padrones de contribuyentes relativos a basuras, alcantarillado; solares sin edificar; entradas de carruajes en edificios particulares, salientes, voladizos, etc., sobre la vía pública; canales y aleros, y letreros, anuncios y otras formas de publicidad, del ejercicio 1977, durante el plazo de ejecución de quince días, pudiéndose presentar las reclamaciones que sean procedentes. En Majadahonda, 31 de marzo de 1978. El Alcalde (Firmado)».


Una mesa de «El Farol» ha quedado vacía

Varios de sus amigos han querido tener un emotivo recuerdo biográfico de Hipólito Bustillo desde diferentes ámbitos. Ya jubilado, trabajó como interventor en el antiguo Banco Español de Crédito (Banesto) donde también dejó numerosas amistades. Pequeño propietario de algunas tierras en Majadahonda, era nativo del pueblo y sus amigos y conocidos Bienvenido Valverde, Vicente Álvarez, Paco «Viruta», José María Castro, Jose Estévez, Panizo… lo recuerdan también muy emotivamente porque era uno de los socios más antiguos del Rayo Majadahonda. Hay un bar en la Calle San Isidro 3, cerca del Mercado de Majadahonda, donde sus amigos lo recordarán siempre. Se llama «El Farol» y allí jugaba por las tardes sus partidas de cartas, junto al fútbol, una de sus distracciones favoritas. Antes lo hacía en las célebres tertulias de «El Cóndor«, aquel bar situado cerca de la parada de taxis y del bingo de Majadahonda. «Ya estaba jubilado, jugaba muy bien al mus y padecía una enfermedad crónica», recuerda uno de sus compañeros de partida, que destaca sobre todo los enormes valores y la humanidad que poseía el que siempre será para ellos «Hipolín«.

Majadahonda Magazin