FELIX PEDROCHE. Como se ha ido deduciendo de mis anteriores artículos, la base de la Política Nacional son las Asociaciones de Vecinos y en Majadahonda, claramente, no funcionan. El dicho popular de «divide y vencerás» juega claramente un papel determinante en favor de los partidos políticos antidemocráticos como el PP. En otros países europeos con mayor calidad de políticos que España, como es el caso de Alemania, Finlandia, Francia, etc, los ciudadanos participan mucho más en las asociaciones de todo tipo, y lo consideran un orgullo poder aportar experiencia y sabiduría, al margen de sus actividades laborales. Ergo: «tenemos los políticos que nos merecemos«. El pueblo español está aborregado entre el fútbol y la telebasura, por lo tanto nuestros políticos, aparte de robarnos todo lo que pueden, nos dan una ración de lo que más nos apetece, «basura política«. Como asistente habitual a los Plenos mensuales del Ayuntamiento de Majadahonda, he podido comprobar estupefacto, cómo las mociones presentadas por un grupo político eran desestimadas por el resto de los grupos municipales (disciplina de voto) por el mero hecho de haber sido propuestas de un grupo de la oposición, aún tratándose de asuntos lógicamente necesarios para la localidad. Finalizado el Pleno y preguntados los concejales de los grupos políticos por su actuación absurda, su justificación la basaban en que en política sólo existe el interés del Partido que les puso en la lista electoral. Y ahora, puesto que sé a ciencia cierta que el MJD Magazin lo leen todos los concejales de Majadahonda, a ver si hay alguno que se atreva a desmentir lo que he dicho de forma expresa. Mi duda es: ¿a la honestidad se le puede poner precio? ¿en qué clase de personas nos convertimos cuando accedemos a un cargo público?
Conclusión: en España, si pretendes tener éxito en la Política activa (durar en el cargo), tienes que ser un «traga-sapos». Y si no, tenemos el claro ejemplo de los que salen expulsados por el sistema. Traducción de «sistema» en Política: los integrantes del «aparato» del Partido, los «dinosaurios» que operan en la sombra (el sustrato político). Hoy día el PP es un partido político en descomposición, precisamente como consecuencia de ese sustrato existente. Es preciso que los «jardineros de la Política» remuevan y renueven esa materia que todo lo corrompe impidiendo el desarrollo de nuevos brotes. Y si no fuera posible, esa maceta o recipiente llamado PP acabará aparcado en el trastero de la Política. Próximo capítulo: «así entraron en la lista de Majadahonda los «pipiolos» del PP»
Vaya artículo. Se nota la bilis del frustrado que no hizo carrera en el PP. Que personaje. Eres de derechas haciendo el trabajo a la izquierda usando este digital. Dormirás tranquilo
Deseando leer tu próximo artículo de los pipiolos del PP… Podrías contar también cuando entraste tú… entonces debió ser por méritos y no por pipiolo, no? Que grande! Que cara de cemento tienes
En descomposición estás tú! No lees la prensa nacional? Anda y ponte a trabajar, que te será más rentable. Bye gran político
Claro, claro y tu trabajas desinteresadamente para el pueblo, y lo primero que haces es llamar anti democratico a un partido al que vota la mayoria del pueblo de Majadahonda, mientras en esas asociaciones que nombras de España la mayoria de ellas esta controlada por los muy democraticos comunistas e integrada por una minoria de gente jejeje, muy muy claro lo tuyo jejeje.
Yo conozco «las tripas» del Partido Político al que te refieres, porque he militado de forma activa, dedicándole muchísimo tiempo, y he soportado su «falta de democracia interna«, algo por lo que luché desde dentro del Partido y desde el principio de mi afiliación como militante de base.
Desde fuera, los votantes y simpatizantes observan otra cosa muy diferente, y acuden como mamelucos con motivo de los comicios electorales de cualquier tipo, a depositar su voto en la urna para agraciar a una Lista Electoral que no fue elegida por sus afiliados. Ya me dirás donde está aquí la democracia. Yo a eso lo llamo dedocracia.
Parece que Félix Pedroche escuece, porque la verdad es la verdad la diga Agamenon o su porquero, una sentencia clásica que debería leerse antes de opinar tan a la ligera.
1-Felix Pedroche no estaba en el PCE sino en el PP: su decepción en Majadahonda es similar a la de muchos que estamos sufriendo la mala gestión de este equipo de gobierno
2- Yo tambien leo la prensa local y las redes sociales y es un clamor lo que está sucediendo en Majadahonda con la inexperiencia de nuestros gobernantes locales.
3- Lo que dice el Sr. Pedroche es verdad: una asociación de vecinos es de IU y la otra del PP y da pruebas y nombres. Eso no es defender a los vecinos sino a los partidos.
4-Sobre la corrupción del PP en Majadahonda no hay lugar a dudas, hay un alcalde, un concejal y una jefa de gabinete de alcaldía en la cárcel, otro en la sala de espera, funcionarios y resto de concejales a la espera de otros juicios. Muy fuerte.
5- Soy más bien conservador pero de corrupción no paso una, con mi dinero no se juega y no soy tan dogmatico como este equipo de gobierno, que ha aprovechado para crear enchufes, subirse sueldos y subvenciones, pagar dos veces las mismas obras, etc.
¿Y de la inseguridad no habla Pedroche? ¡Vamos hombre si en el fondo los sigues defendiendo!
Personalmente opino, que tanto la Policía Local como la Guardia Civil, están haciendo una gran labor patrullando nuestras calles.
Considero que esos ojos de buey (cámaras de video) que retiraron de lugares extratégicos como la encrucijada de Reyes Católicos con Doctor Calero y otras, no deberïan haberlo hecho.
Pero ese tema no es competencia de los sufridos cuerpos de seguridad, sino de este Ayuntamiento nuestro gestionado por pitufos sin experiencia.
He sufrido también las consecuencias de robos puntuales ( 2 bicicletas, bolso de mano con toda la documentación, dinero y llaves de casa y despacho profesional, rotura de toldo del local), que denuncié inmediatamente ante Comandancia de la Guardia Civil de Majadahonda.
Creo que demasiado poco ocurre, para como está el panorama laboral.
El estado precario de necesidad de esas grandes bolsas de pobreza urbana, necesariamente terminan dando la cara de una forma u otra).