MIGUEL SANCHIZ. Fernando López Sobrino nació en un pueblo gallego donde se juntan las aguas del Río Miño con el Océano Atlántico: La Guardia (Pontevedra). «Soy ingeniero industrial por la Escuela Técnica Superior de la Politécnica de Madrid en la especialidad de Energía. He trabajado en el diseño y construcción de Centrales Térmicas de Generación de Energía Eléctrica (como le digo a mis nietos: Fábricas de la Luz). He participado como ingeniero en Centrales de Carbón, Nucleares, de Gas producido por gasificación del Carbón, de Gas Natural denominadas Centrales de Ciclo Combinado, tanto en España como en otros países como Argelia, Egipto y México. En los años 90 trabajé en el desarrollo de la Lanzadera Europea «Ariane 5″. Este cohete de fabricación totalmente europea es el lanzador que pone los satélites de comunicaciones en órbita de la Tierra. Y mis aficiones son la navegación a vela, la astronomía, la música clásica y ¿cómo no?: la petanca». Como aficionado a la Astronomía: ¿cree en la existencia de los alienígenas? –Podría contestar como el gallego que soy: «no creo pero “haberlos, haylos“. En los últimos años se han descubierto muchas cosas sobre el universo gracias al telescopio Huble: miles de galaxias, millones de estrellas, unos cientos de exoplanetas (planetas que orbitan alrededor de una estrella similar al Sol). Se ha demostrado que el universo se generó en un Big Bang inicial, o por lo menos es la teoría que más se aproxima a lo que se ha podido observar. Agujeros Negros, Cúmulos de Galaxias, etc… Con todos estos descubrimientos y teniendo en cuenta que lo que estamos viendo ahora es la luz que emitían esas galaxias hace millones de años luz y por lo tanto no podemos ver lo que está sucediendo en el universo ahora, la posibilidad de que exista algo similar a nosotros o simplemente vida, es imposible que no lo encontremos. Creo que somos una casualidad en la inmensidad del Universo.
Fernando López Sobrino piensa que la Astrología es una ciencia que se inventaron nuestros antepasados para poder entender lo que veían en el cielo nocturno y cuando se le dice que es un magnífico jugador de petanca y se le pregunta si cree en verdad que es un deporte de viejos, responde: «No, no considero que sea un deporte, sino un juego que se adapta muy bien a la gente mayor pero que se puede jugar en todas las edades. Es más, considero que la Petanca es similar al Golf pero con menos glamour». Motivos sobrados para ser protagonista este sábado 28 de mayo (2022) de la sección «Gente Maja que se Moja». Mójese y dígame: ¿que piensa de la historia de la rebaja del precio de la electricidad en el recibo de la luz?. –Respecto al precio del recibo de la electricidad y no de la luz, ya que esta supone un porcentaje muy pequeño de la electricidad que consumimos, creo que debería revisarse el sistema de cálculo del precio. También considero que debería existir un consumo mínimo por hogar que fuera a un precio mínimo regulado y después el precio sería libre de tal manera que el que más consuma, más paga.
Ha intervenido usted en la fabricación del «Ariane V». Los cohetes se destruyen, pero lo que transportan queda en la zona orbital y tenemos un cinturón inimaginable de basura espacial. ¿Qué opina usted del peligro que esa basura puede suponer para los terrestres?. –Con respecto al tema de la basura espacial, no es un problema para los humanos ya que esta basura, cuando caiga a la tierra, se destruye al contacto con la atmósfera. El problema de la basura espacial es para los propios satélites que están en órbita ya que una pequeña partícula puede destruirlo. La mayor parte de esa basura espacial se originó al principio de la aventura espacial del ser humano. En esa época, las etapas de los cohetes se destruían en órbita y generaban mucha basura. Ahora a las etapas de los cohetes que lanzan los satélites se les obliga a desorbitar y caer hacia la atmósfera para que se desintegren y se quemen. Solo las grandes estructuras que hay en órbita como la Estación Espacial Internacional, que son como un campo de fútbol, podrían considerarse un peligro cuando se termine su vida y caiga hacia la tierra.
Las noticias que nos llegan: parece que, ante la situación actual motivada por la guerra de Ucrania, algunos países de la Union están planteándose el regreso a la energía nuclear. Los ministros de medioambiente de Austria, Dinamarca, España y Luxemburgo denunciaron en una carta una situación que, aseguraban, suponía dar «un paso atrás» y mandaba un mensaje equivocado a países e inversores. También Suecia y Holanda se oponen y hay que tener en cuenta que los ciudadanos de muchas regiones están en contra de la nuclear. Es decir, pese a que la energía nuclear es la tecnología más utilizada para generar energía eléctrica, no es la que introduce más energía en la red. Las tecnologías de producción energética que más energía introducen en la red eléctrica son las que utilizan combustibles fósiles como materia primera, como las centrales de ciclo combinado o las de cogeneración. El Gobierno de España ha renunciado a la energía nuclear. ¿Cree usted que es una política acertada?.
–Mi especialidad es la energía y por lo tanto no puedo estar en desacuerdo con la energía nuclear. Ahora bien, como toda actividad humana, existe un riesgo y cuando se produce un accidente en una planta nuclear la consecuencias son dramáticas. Desde que se utiliza la energía nuclear para producir electricidad ha habido tres accidentes graves. Uno de ellos se produjo en EE.UU en la Central de TMI de Pensilvania, no tuvo consecuencias pero pudo provocar una catástrofe en esa parte de USA incluido Washington DC. Los otros dos accidentes son más conocidos por sus consecuencias: Chernovil y Fukushima. Hoy en día y con la tecnología que existe, no es económicamente rentable que los países inviertan en construir plantas nucleares. La inversión es demasiado elevada y el tiempo de amortización y recuperación de la inversión demasiado alto. En España ahora mismo tenemos un mix de producciones de electricidad muy compensado. 20% de energía nuclear, 20% energía eólica, 20% de energía solar, 20% centrales de ciclo combinado y el 20% restante se cubre con la hidráulica, cogeneración, etc… El problema lo tendremos cuando las centrales nucleares lleguen al final de su vida útil, dentro de 10 años.